Secuencia de memoria 2

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Actualidad, instalaciones de Abstergo entertainment; Montreal, Canadá, 29 de Diciembre del 2013.

El sonido de una alarma comenzó a sonar, la tranquilidad de la habitación se vio interrumpida por aquel molesto ruido repetitivo, Alexa se despertó mirando nuevamente su alrededor, se levantó del lugar donde reposaba y se dirigió a tomar una ducha, al terminar de ello revisó un armario en el cual había varias prendas, ella escogió una camisa blanca junto a un par de pantalones, salió de aquella habitación para salir a la sala donde se hallaba el Animus, a medida que se acercaba a éste, sonaba la voz de Violet  saliendo de unos altavoces.

— Has tardado, mocosa. Melanie me ha encargado la tarea de vigilarte, mucho fue vigilar a aquel zoquete, vamos al grano, toma asiento en el Animus y continúa tu trabajo, vamos, rápido.

Alexa escuchó atentamente las instrucciones y se dirigió de inmediato al aparato para prepararse nuevamente, ella tomó asiento y el Animus comenzó a brillar para otra sesión. Alexa cerró los ojos quedando totalmente dormida pero de repente los volvió a abrir, lo que miraba no era ya la habitación de aquel antiguo Animus, se trataba ahora de un ambiente azulado, un vacío infinito con horizontes en todas las direcciones que no parecían tener final alguno.

— ¿Dónde estoy? — preguntó confundida la mujer.

La voz de Violet se escuchaba en ese lugar — Estamos en tu mente, mientras el Animus carga, tú estarás unos momentos aquí entre cada sesión.

Alexa dudaba — Entonces si es mi mente, tu voz no debería escucharse.

Violet reía — Estás en el Animus, ingenua; todo lo que pase mientras estés en él, yo lo sabré pero basta de charla, he logrado adelantar un poco las memorias del señor Marlington aunque no he logrado avanzar más, el recuerdo que buscamos está aún más allá, es tu turno de avanzar en su vida para descubrir las cosas que ha hecho.

— Si no hay más que decir, adelante, señora — añadió Aldrich.

Al decir eso, aquel vacío desaparecía transformándose en nada para finalmente desaparecer a Alexa de aquel lugar mientras ella cerraba de nuevo su par de ojos.

Frankfurt, Alemania; 01 de Marzo de 1939.

La ciudad alemana se hallaba en una tarde muy tranquila, todos los distritos estaban fuertemente vigilados por soldados con el símbolo nazi, Carl se hallaba solo en la azotea del edificio en el que vivía, él miraba el horizonte.

La madre de éste irrumpió a su hijo — ¡Marlington!

Éste volteó con curiosidad — ¿Qué sucede, madre?

La mujer se acercó — Es hora de cenar, ven.

Carl sonrió a su progenitora y caminó despacio hacia ella pero se percató de algo, ella derramaba lágrimas.

— ¿Madre?, ¿qué sucede? — preguntó preocupado el joven acercándose a ella.

Aquella mujer rompió en llanto — Lloro... lloro porque te voy a extrañar, hijo mío. 

Confuso, el joven replicó — ¿Extrañarme?, ¿pero de qué va todo esto?

Traa decir eso, un hombre familiar apareció atrás de la madre, se trataba del señor Smith quien estaba algo serio — Es hora de que comas, hijo; probablemente ésta sea la última comida que probarás en el calor de tu hogar.

Carl estaba confuso, la madre de éste y Clarence se retiraron hacia el interior del edificio mientras que el joven Marlington les siguió el paso dentro de los pasillos de aquel edificio, al llegar a donde vivía encontró mucha comida en la mesa, estaba muy bien servido todo, manjares y delicias que él nunca había probado, el joven Marlington tomó asiento mientras que se madre le acompañó a su lado, a su vez, Clarence tomó asiento al frente del joven.

Assassin's Creed: HolocaustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora