Secuencia de memoria 5

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Frankfurt, Alemania; 01 de Septiembre de 1939.

La ciudad alemana se hallaba en un día nublado, soldados plagaban las calles, unos vigilaban, otros asesinaban personas inocentes mientras que otros se llevaban hombres muy jóvenes a las filas del canciller alemán; vehículos militares patrullaban muy fuertemente la ciudad alemana, no había rincón en el que no hubiera presencia nazi, no había gente paseando, no había más niños jugando en los parques, aquel poblado estaba completamente dominado a excepción del escondite de los asesinos bajo el gran teatro del Alte Oper.

Bajo los suelos de ese lugar se hallaba Carl, se encontraba cargando a Evelyn quien continuaba dolorida por los disparos recibidos en su brazo, pierna y abdomen. Al llegar a la mesa central, Richtofen colocó con cuidado a su compañera para que descansara, una vez hecho eso, revisó todo el lugar percatándose que no quedaba ningún asesino, todos habían desaparecido.

Evelyn habló desesperanzada — Éste es el fin, Carl, la hermandad ha sido eliminada.

El asesino se acercó a ella y acarició su rostro — Nunca se sabe lo que pasará. Yo estoy aquí para eliminar a aquellos hombres, cueste lo que cueste.

La asesina derramaba lágrimas — No, Carl — tomó su mano — ese hombre posee el instrumento más poderoso que el hombre haya conocido, ni siquiera yo podría quitárselo.

Marlington miró con seriedad a su compañera — Yo le quitaré aquel artefacto, no puede seguir usándolo para dominar a las personas.

— ¿Tú solo? — cuestionó la herida mujer.

— Te tengo a ti.

Ella soltó la mano de él — Para de decir cosas así, no servirán de nada — Lloraba — ¡Soy una inútil!, ¡mi pierna y brazo están defectuosos! 

Ésto hizo pensar al joven Richtofen y daba vueltas por la sala hasta una idea llegó a mente — Sé quienes pueden ayudarme.

— ¿Hablas de tu par de amigos? — Añadió ella.

Carl le miró — Por supuesto, son en quienes puedo confiar y tengo el lugar perfecto para ti.

Ella interrumpió — Brillante pero, ¿cómo planeas sacarme de aquí sin que algún nazi te vea? 

— Tengo un plan, no hace mucho me topé con un saqueador y entregó parte de la carga, él me dio la capa y otras cosas, en su inventario llevaba un uniforme militar, lo atrapé con el desgraciado de Alfred.

— ¿Y cómo me sacarás a mí? — insistía la asesina.

Él le miró y suspiró — No sé si te guste la idea pero tendrás que hacerte pasar por muerta.

Evelyn estaba estupefacta ante tal idea — ¿Qué? 

Carl no habló más, se dirigió a su habitación dentro del escondite de los asesinos para cambiar su ropa por el uniforme de los soldados nazi, en una mochila guardó sus pertenencias, su ropa, la capa de asesino y su par de hojas ocultas, lo único que llevaba a la vista era su fusil modificado; tras un rato regresó con la mujer.

— ¿Así que me vas a capturar, eh soldado? 

Carl reía — Incluso herida no pierdes tu humor, tendré cuidado de ti, sólo confía.

Evelyn cerró los ojos mientras que su compañero la tomó nuevamente para introducirla con mucho cuidado dentro de una bolsa de cadáveres, el asesino no la cerró al completo para que entrara suficiente aire y evitar que ella se asfixiara, tras eso, la tomó nuevamente junto a sus cosas para salir a las azotadas calles de Frankfurt.

Una vez afuera, se percataron que incluso tanques vigilaban la zona y había mucha más actividad hostil en los distritos de Frankfurt, Carl estaba confundido pero eso no lo detuvo, él continuó llevando el cuerpo de Evelyn por las calles, él se dirigía al distrito Ost en busca del par de amigos que tenía hasta que un soldado le interrumpió.

Assassin's Creed: HolocaustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora