Secuencia de memoria 6

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Frankfurt, Alemania; 03 de Septiembre de 1939.

El asesino se hallaba en el comedor junto a Evelyn, Ludwing y Edward, éstos dos ya tenían su propio equipo completo mientras que la mujer estaba todavía con vendas, ellos estaban sentados alrededor de la mesa en casa de Winchester con una radio al centro de ella.

— ¿Cómo pretendes asesinar a Karl? — preguntó Evelyn.

Edward agregó — ¿Quién te acompañará?

El asesino estaba serio y suspiró mirando a cada uno — Tendré que esperar unos meses hasta que llegue el día, sinceramente no tengo idea en cómo llegar a Wolfang.

Ludwing habló — ¿Recuerdas a aquel sujeto que encontramos cerca de la catedral de Frankfurt?

— ¿Hablas del señor Dirlewanger? — respondió el asesino.

— ¿Dirlewanger?, ¿Oskar Dirlewanger? — interrumpió Edward — ¡Conozco a ese hombre!

Carl le miró sorprendido — ¿Cómo conoces a aquel sujeto?

Edward le enseñó una medalla de condecoración — Él entró antes a la habitación del inglés y mientras revisaba, arranqué una de ellas y le he arrebatado algo — sacó debajo de su capa una clase de invitación — tenía planeado ir al Alte Oper para una función, parece que será en unas cuantas horas, ésta invitación es para él y un invitado.

— ¿Y planeabas entrar con él? — exclamó Ludwing.

— ¡Por supuesto!, ¡ni loco iba a perderme una oportunidad así! — respondió el amigo de éste.

Carl le arrebató la invitación — Hablaré con el señor Dirlewanger, tal vez sepa algo de Wolfang.

La radio que se encontraba en la mesa recibió una señal, era un hombre que hablaba serio — Hoy, tercero de Septiembre del año de 1939, el Reino Unido y Francia junto a otros países han declarado la guerra contra el canciller Adolf Hitler, hoy, en éste día se proclama oficialmente la segunda gran guerra mundial; el canciller alemán no hizo nada ante esto y ha declarado dar gran batalla junto al país italiano

— ¿Guerra mundial?, ¿para eso nos quería el inglés? — exclamó Edward.

En ese momento, alguien más irrumpió en la sala del hogar Winchester, todos miraron la presencia de una mujer de cabello rubio y una piel absolutamente blanca, ella se acercaba pero Evelyn arrebató el arma de Ludwing y apuntó contra aquella mujer.

— ¡Alto!

— ¡Evelyn!, ¡¿por qué haces eso?! — replicó Richtofen.

Ella señaló al cuello de la visitante, justo se veía un collar con la cruz  de los templarios además de llevar el anillo de la orden — Miren, está con ellos.

La mujer habló — Calma, señorita Lenz.

— ¿Cómo sabe mi nombre? — cuestionó la asesina.

Aquella mujer se acercó — Soy una asesina, Fray me envió como agente encubierto a la orden de los templarios.

Todos calmaron al oír eso a excepción de Carl, entonces la mujer continuó — Soy Katie Smith.

Carl le habló un poco serio — ¿Smith?, ¿tenías alguna relación con Clarence Smith?

Ella se sintió incómoda — Sí, también sé que tú le mataste, de inmediato notificaron la muerte de él y fuiste el primer sospechoso.

Evelyn interrumpió — Basta, ¿cómo ha dado con nosotros tras abandonar el Alte Oper?

— Hace un par de días vi a aquellos dos brincando entre edificios y los reconocí de inmediato, supe que eran asesinos y les seguí hasta ésta humilde morada.

Assassin's Creed: HolocaustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora