Capítulo 52

1.5K 105 0
                                    

Julio 24, 2012

-¿Puedes creer que mañana se cumplen cuatro años?

Nicole se sienta sobre la cama de mi habitación. Su cabello está amarrado en una cola de caballo para escapar un poco del asfixiante calor que se concentra en la ciudad. El cuerpo escondido dentro de un vestido crema, hasta la rodilla, dándose el lujo de mostrar sus piernas perfectas. Me mira por arriba de sus largas pestañas cubiertas por una capa de rímel, sonriéndome. Mueve la cabeza, diciéndome que me siente al lado de ella. Obedezco, metiendo mis manos dentro de mis jeans y con la cabeza gacha.

-Soy la persona más feliz del mundo por tenerte como amiga -le susurro. Siento como sus brazos se envuelven en mis hombros, tanto que puedo aspirar el dulce perfume que desprende de su cuello. Deposita un beso en mi mejilla y acaricia mi espalda.

-Yo también soy feliz de tenerte -dice-. No quiero que te preocupes de lo que digan mis otras amigas. Tú eres la que más me importa, y nunca te abandonaría por estar con ellas. Lo prometo.

-¿Prometes que seguiremos siendo amigas?

Se ríe suavemente.

-Sí ya mañana cumpliremos cuatro años de amistad -posa una mano sobre mi hombro y ladea la cabeza-. Y dándome cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, los próximos años junto a mi mejor amiga serán para siempre. Lo prometo, Ori. Te quiero.

-Yo también, Nicole.

Mi corazón late con fuerza y una acumulación de lágrimas por la felicidad espera rodar por mis mejillas. Puedo ver como en la pared de mi alcoba hay una foto de nosotras dos en el instituto o las tarjetas de amistad con el nombre de Ori Sabatini como destinatario metidas en el cajón de mi velador. Se me pasan los momentos vividos con Nicole en mi mente. Y puedo darme cuenta que es la primera amiga en la que le he confiado todo.

Día presente

Sus ojos verdes me observan con normalidad, con una tímida sonrisa tirando de sus labios pintados de fresa suave. Su expresión es como sí verme ahí fuera algo cotidiano. En cambio a mí, una ola de emociones se apodera de mis entrañas, la rabia, los celos, la confusión corriendo por mis venas. Mi corazón con el típico sonido rítmico algo acelerado, golpeando con fuerza contra mi pecho. Aquel flashback me refresca la memoria, me hace pensar que ella fue la única que quiso estar conmigo, fue la única que me escuchó y estuvo para mí cuando todos me ignoraban. Ella fue la única que quiso estar conmigo por lo que era. Mi mano con la de Julian están entrelazadas, y con un leve apretón de su parte, me hace sacudir la cabeza. Pero ahí me doy cuenta, de que a pesar de todo, trato de localizar el porqué no debería estar enojada con ella y quererla como antes... pero la espesa niebla que me ciega la mente no me deja recordar todas las cosas que ella hizo por mí. Estoy bloqueada, enojada y aterrada por las cosas futuras que podrían suceder ahora.

-Hola -musita. Yo asiento con la cabeza en forma de respuesta.

-Hola, Nicole -dice Logan por mí.

-Los dejo por un rato, tengo que ir a resolver algo -dice Axel algo incómodo por lo que acaba de pasar.

Comienza a alejarse, y por unos segundos quiero ir con él y escapar de aquí. Pero la recreación de Nicole y Julian solos me hace quedarme atada al cuerpo de Julian.

-No quiero ser grosera... ¿pero qué haces tú aquí? -escupo. No en un tono agradable. Seguro que la estoy fulminando con la mirada, pero sinceramente, me da lo mismo.

Ella se pasa un mechón detrás de su oreja y se aclara la garganta.

-Hago lo que todo el mundo viene aquí. Para solucionar problemas. Creo que también vienes aquí para ser feliz. -responde con la voz ahogada. El papel de víctima le sale excelente.

-¿Quieren que las deje solas? En serio no quiero meterme... -propone Julian. Yo lo miro con preocupación, buscando algo de refugio en sus pupilas dilatadas y en aquellos irises mieles que flotan alrededor.

Se acerca a mí rostro y presiona sus labios contra mi boca en un beso corto y rápido. Quedo algo atontada y miro a Nicole para ver su expresión. Su mirada vagamente perdida provoca que mi corazón de un vuelco. Julian se aleja, y después de mucho tiempo, estoy a solas con mi ex mejor amiga.

No sé qué decir, las palabras queman enredadas en mi garganta, con los nervios a flor de piel, las manos retorciéndose detrás de mi espalda. Odio esto.

-No quiero que pienses que me sigue gustando Julian -suspira-. Sé que no pertenece. Y que en ningún momento pude tener alguna posibilidad con él.

Apreto los labios.

-¿Entonces?

-No sé sí pedirte perdón. No sé a quién debo pedirle disculpas. Pero ya no quiero molestarte. Tuve una pequeña crisis emocional después de todo lo que pasó. He estado yendo a la clínica bastante seguido. Por eso estoy aquí. Sabía que tú y Julian iban a juntas, y se me ocurrió venir aquí. Pero no fue para encontrarme con él -confiesa con la cabeza colgándole del cuello, mirando fijamente el suelo-. Sino para encontrar alguna razón o alguna señal de qué hacer. Estaba perdida. Y lo lamento sí te hice sentir mal en algún aspecto.

Sus palabras me chocan y atraviesan en mi cabeza, volcando mis sentidos. Mi piel está erizada y quiero romper en llanto. El silencio es fúnebre y lleno de desdén.

-Me hiciste sentir mal porque... siempre hubo una razón por la que tú eras mejor que yo. Todos me decían que tú estabas conmigo por lástima. Pero no me lo creía de todos modos. Sabía que me querías, aunque sea un poco. Cuando Julian llegó a mi vida, tenía miedo de que te prefiriera a ti...

-Julian nunca podría elegirme a mí.

Observo sus ojos con atención. Nicole está llorando.

-¿Por qué? -digo en un hilo de voz.

-Porque cuando él estaba conmigo, lo único que hacía era pensar en ti. Puedo parecer tonta, pero no lo soy, Ori. Cuando me besó en mi cumpleaños, nunca sentí que él me transfiriera algo de sentimientos, como ese pase de "quiero estar contigo y realmente me gustas". Todo lo contrario, podía sentir que lo hizo pensando en ti.

-Yo...

-No digas nada. Fue culpa mía separar y destruir todo lo que habían construido en su relación. Ya no importa. La cosa es que ya no estamos juntas y no hay nada que pueda volver a unirnos y tener ese lazo que mantenía como mejores amigas.

-Prometiste estar conmigo pase lo que pase.

Sonríe y suelta una risita.

-Todos sabemos que nada es para siempre. Todos sabemos que las promesas están hechas para ser desilusionar a las personas que más quieres.

-No creí que lo de nosotras era uno de esos casos.

Se encoje de hombros.

-Lamentablemente no fue así. Y ahora nada puede cambiarlo. Aprenderé a vivir sin ti y olvidar tu amistad, pero siempre tendré esa secuela de que tuve a alguien muy importante a la que quise muchísimo.

-Yo también, Nicole.

Nos abrazamos y una lágrima cae sobre su hombro. Estoy temblando. Esta es la milésima vez en la que pierdo una amiga, y espero que sea la última.

Abrazos Gratis (Orian Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora