- 14 -

47 10 1
                                    

Entre a la ducha y comencé a bañarme; aun me ardían las marcas.

Al salir me miré al espejo, al menos no eran feas o algo por el estilo; estos salían desde que comenzaba mi espalda expandiéndose para toda esta y bajando por mis caderas. Me vestí y cuando salí del baño se escuchaban sonido en la cocina.

Era Lay como me supuse, estaba buscando comida en el refrigerador.

-Buenos días- dije caminado hacia él-

-Hola- dijo muy cortante-

Se hecho una rebanada de pan a la boca... quede paralizada ahí, su seco 'Hola' me hizo hacer eso; me di vuelta y comencé a caminar nuevamente hacia mi cama.

-¿Dónde vas?- dijo regresando a ver-

-Dormir- respondí de la misma forma en que él lo había hecho con anterioridad-

Ni siquiera tenía ganas de dormir pero volví, vi que seguía en el marco de mi puerta observándome...

-¿No te habrás enojado por el 'Hola'... cierto? Dijo Lay-

Me levante enfadad de mi cama y camine hacia él, tome la puerta y cerré casi pegándole en la cara... camine de vuelta a mi cama y el apareció al frente antes de que pudiera acostarme de nuevo.

-¡Eres estúpida! Estuviste a punto de golpearme en la cara-

-¡Pues lo tienes bien merecido!-

-¡¿Qué?!-

-Nada, nada... además de idiota eres un grosero-

-¡No me trates de esa manera! No es mi culpa de que te enojes por todo-

-No me enojo por todo... tengo demasiada paciencia para evitarte pero tu insistes en aparecer en mi vida-

-¿Y ahora que te dio con migo? ¿Qué te hice?-

-No lo sé, será porque ayer desapareciste y volviste ahora... me estas cagando la mañana-

-Para tu información... dormí contigo así que básicamente no volví hoy-

-Eso no es cierto, me hubiese dado cuenta-

-Durante la madrugada hacia frio ¿Pasaste frio en la madrugada?-

-Pues...- Pensé, creo que decía la verdad- Independientemente de eso no debes acostarte conmigo; ya sabes lo que sucede cuando me acerco a ti-

-Las marcas no te salen cuando me acerco a ti- Dijo acercándose a mí, acorralándome contra la pared-

Era verdad.

Comenzó a acercarse más de la cuenta; inesperadamente me beso, bueno no tan inesperadamente; era presa de sus labios... de sus apasionantes besos; pero lo extraño era que no me dolía, nada; un impulso me hizo tomarlo del cuello y acercarlo aún más a mí.

-Para...para- Dijo el tratando de separarse de mi- Te dolerá si seguimos-

-No me duele- Dije separándome de apoco-

-Lo sé, no te duele cuando nos besamos te duele cuando lo pienso...- lo mire extrañada ¿A qué se refería?-

-No entiendo-

-Cuando fui donde Dios a convencerlo de llevarte conmigo, pensé en eso; estaba tan cegado que solo le rogaba y pensaba en aquello; cuando nos besamos anoche también le pedía en mi mente llevarte conmigo-

-¿Y porque quieres que valla contigo?-

-No lose; solo quiero... pero tampoco quiero que te conviertas en uno de los míos...- Comenzó a acercarse más a mi tomándose de mis cadera –Algo me hace... desearte- Dijo y aparecimos en la oficina de Dios- Por la mierda ¡Ya déjame tranquilo!- Se separó de mí y se puso delante mío-

El pecado de un Ángel [LAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora