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Lay desapareció dos semanas enteras, me había encariñado con el de un momento a otro.

Hasta ahora no he encontrado a nadie... o es que los humanos estaban más buenos o que mi don no funcionaba.

Me desperté por el exquisito aroma, tan solo con mis short cortos y mi polera beige... Salí de la cama y fui hasta la cocina está feliz de verlo de nuevo... seguía igual incluso más relajado.

-¿El Diablo cocinando? - Dije detrás de él, se asustó y sonrió... su sonrisa traviesa me dejo completamente loca-

-¡Ah! Debo estar hecho un asco, por las mañana siempre estoy así- sonrió una vez mas-

Entre al baño y me asee. Poco a poco iba aprendiendo de los humanos en la TV. Salí del baño y el ya no estaba, me vestí comúnmente y Salí a dar una vuelta, tenía que cambiar al mundo pronto aunque disfrutase esta entre los humanos.

~Después de varios minutos~

Iba caminando por la calle y vi a un niño robar, me extraño bastante así que lo seguí y vi que compraba comida; me acerque a él sin que se diera cuenta... el me miro y yo le sonreí supongo que tendría 4 años me agache y lo arregle.

-¿Porque hiciste eso? - Dije y el niño se puso nervioso- No te haré daño, tampoco le diré a nadie lo que hiciste y lo hiciera ya te hubiera delatado desde el momento en que te vi robar-

-Es que... tengo... hambre-

-¿Tus padres? -

-No tengo-

-¿Dónde vives? -

-En la calle, no tengo casa-

-Hmmm... ¿Quieres que te lleve a dejar a un lugar? -

-Bueno-

Este niño era muy fácil de convencer, cualquier humano podría haberle hecho daño... Caminamos por un rato y vi a una señora con un señor, se veía muy humildes y rescatados... me le acerque.

-Disculpe, necesito saber si hay una casa especial para niños sin hogar-

-Claro que la hay, queda a la vuelta ¿Por qué? -

-Me encontré a este pequeño y dice que no tiene padres además vive en la calle así que no quiero dejarlo solo ya que es muy fácil de convencer y pues la gente de ahora podría hacerle daño-

-¿Dónde está el pequeño? -Me pregunto la señora, me recorrí hacia un lado y el pequeño está detrás de mi comiendo un dulce-Que pequeño más hermoso, mira amor (mirando al señor) quedémoslo ¡por favor! -Sonreí ampliamente para ellos-

-¿Seguro que quieren quedárselo? Es mucha responsabilidad-

-Yo no puedo tener hijos, querida. Lo quiero, lo amare como a mi propio hijo-

-Pues deben cuidarlo es un regalo de Dios, de seguro-

En ellos existía una bondad muy grande, estaba segura de que ellos eran perfectos.

-Cómo te llamas?- Le preguntó al pequeño agachada hasta su altura-

-Me llamo Nicolás- dijo el -

-Nicolás ¿quieres un helado? - Preguntó la señora y el asintió-

-Muchas gracias señorita- dijo el señor y se fueron-

Otro más, solo me queda unos más y completare mi ocupación. Lay apareció a mi lado mirando serio como si estuviese enojado, supongo que debió haber visto todo, me pregunto porque se molesta tanto... si sabe que eso es lo que vine hacer en la Tierra... al mundo humano.

El pecado de un Ángel [LAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora