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-Te juro que nunca lo pensé, el aprecio de la nada y de pronto comencé a sentir cosas hacia él-

-No te juzgo además él tampoco fue de una muy buena ayuda... él te beso lo cual hizo confundirte aún más-

-¿Qué debo hacer?- dije y ella me sonrío-

-Linda, de seguro se te pasa pronto; ahora tienes que concentrarte en otras cosas... en el último humano-

-Lo sé pero... no lo encuentro-

-Yo te ayudaré-

-¿Cómo iras conmigo?-

-Hablaremos con Dios-

Dios nos había dicho que pasáramos un día en su reino y había aceptado que Gema sea mi acompañante en la Tierra.

Había extrañamente soñado lo cual nunca me había pasado en la vida... Extrañaba locamente a Lay mi ser lo necesitaba deseadamente... y fue justo en ese instante en el cual supe que si dormía conmigo toda las noches porque ahora pasaba las noches y madrugadas más frías que nunca; supongo que me había acostumbrado a su calor corporal.

Aparecimos nuevamente en mi departamento, solo que ahora estaba remodelado; tenía 2 habitaciones y había ropa tanto para Gema como para mí aparte del baño que era uno para cada uno.

Los días pasaban y ya había acabado a la segunda semana desde que estábamos en la Tierra con Gema; recorríamos toda la ciudad buscando el último humano... y si lo admito habías momentos en los que pasaban cosas hermosas.

-A veces pienso que el último humano es el mismo Diablo- Dije contentándola mientras caminábamos por un parque-

Ella me observo asintiendo con la cabeza.

-Sabes que también he estado pensando lo mismo; pero viéndolo bien es algo imposible ya que él no es humano-

-Pero lo fue...- dije comiendo mi helado haciendo que se detenga-

-Es imposible. Una porque no es humano, es el Diablo. Dos porque no tiene las características correspondientes... simplemente las sobrepasa-

-Debes conversar con Dios... para estar seguras de que Lay es el último al que debes cambiar-

-¡Te dije que no lo nombras mientras este frente a ti!-

-¡Lo siento! Pero tienes que admitirlo su nombre es exquisitamente irresistible-

-¡Cállate!- Dije retomando mi caminata-¿Gema? ¿Desde cuándo te convertiste en un ángel confianzudo?- pregunto y ella rió-

-Desde que comencé a ver la televisión (reíamos a carcajadas) ella había cambiado demasiado desde que piso La Tierra pero me gustaba su manera de ser... alocada, confianzuda, pervertida pero aun así seguía sus principios como la Gema buena y educada de siempre, la que me da consejos y me anima a no rendirme.

-Esa cosa, sí que me ha ayudado a entender a los humanos- Dije llegando a mi departamento... estaba por abrir la puerta cuando sentí la presencia de alguien...

-¡Espera! ¿Sientes eso?- le pregunté yo-

-Si... pero ¿Quién es?-

-No es igual que el Lay ¡Mierda! No podía pronunciarlo- Abrí la puerta por completo y había ahí alguien registrando entre mis cosas... su maldad invadía el lugar haciendo que me erice justo cuando lo vi de espaldas-

-¿Quién eres?- pregunte al darse la vuelta-

-Mi nombre era Jim Ismael hasta que entre al inframundo y mi identidad paso a ser Jimin... en fin soy un amigo de Lay-

El pecado de un Ángel [LAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora