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El amor es complicado, pero no imposible. Es extraño como es el amor. Es extraño como el amor se da entre personas completamente distintas, personas plenamente opuestas...

Dios me había llamado; según el ángel de los mensajes ya que no soy buena para memorizar nombre no tengo ni la menor idea de cuál es el nombre en real del ángel. Ahora si me hallaba en aprietos, supongo que se enteró de la broma que le hice a uno de mis compañeros. Sentí como una corriente eléctrica recorría toda mi espina dorsal mientras ideaba cada una de las consecuencias que me serian anunciadas... pero... ¿si se ahorra de castigarme como normalmente lo hace y me envía abajo con el Diablo?... No, no debería pensar en eso, ni siquiera tengo el menor anhelo en ir, Dios no es tan exigente conmigo; soy muy feliz aquí arriba.

Fui a uno de los salones de rezo, donde me retracte y aplique mi rezo antes de ir con Dios, además también lo hacía por la Virgen María ya que le vendría bien un tiempo sola se había ido a París. Ella siempre ha sido mi confidente, en la única persona en que puedo confiar, mi madre... bueno 'como mi madre' ya que no tengo; pero y Jesús... no lo había visto durante varios días y me preguntaba ¿dónde estaría en estos momentos?

~Después de varios minutos~

La puerta ampliamente grande blanca en su totalidad con manillas gruesas de oro, gire lentamente una de ella tomando en cuenta de lo que Dios me diría apenas entre.

Llevaba un vestido blanco un poco más arriba de las rodillas a tiras, flores del mismo material pegadas unas a otras arqueaban en la parte de mis pechos; mi cabello estaba atado con una cinta blanca en forma de una coleta alta; no me gustaban los zapatos que fabricaban aquí así hace mucho tiempo le había pedido a María que me trajera unos de la tierra y como siempre tendrían que ser blancas; continuamente llevaba puesta en mis muñecas las pulseras que Dios me había regalado cuando nací, eran de oro y también cargaba un collar que tenía la imagen de María.

Lo vi sentando en su escritorio como siempre, todo pacífico y sosegado aunque tendría algunos problemas con los de la tierra no los demostraba al instante o en frente de sus súbditos el creía que también les afectaría por lo que persistía en pasar el tiempo sobre su escritorio y por lo general solo. El me miro y yo lo hice de igual manera pero con el rabillo de mis ojos casi casi viéndolo de reojo, no completamente.

-¡Abril! Que gusto me da verte- dijo el invitándome a pasar-

-Dios ¡Le juro por mi María que la idea no fue mía! Gema me convenció de hacer... ya sabe...- me interrumpió-

-Abril, hija, no te llame por la travesura que has hecho- dijo con pasividad, tomando el aire varias veces antes de proseguir- es porque te he encomendado una ocupación- Yo solo asentí, rodeando los ojos-

-Oh! Bien, haré lo posible para complacerlo-

-Es Lay, me tiene preocupado desde hace ya varias semanas- esta vez lo dijo un poco de angustia por lo que opto por levantarse de su gran sillón-

-Discúlpeme, ¿Lay? ... ¿Quién es Lay? - Dije titubeando el nombre de tal individuo-

-Cierto, ustedes no lo conocen por su nombre real- dijo el chasqueando los dedos-

De que hablaba ¿Quién es Lay? ¿Por qué de repente al pronunciar tal nombre o lo que sea mi piel se sentía fría y mis bellos se estiraban continuamente de la nada? No existía razón alguna para que eso ocurriera ¿acaso ya lo conocía?

-Es el Diablo, mi niña- dijo con un poco de suspenso-

Entonces era él, ya había escuchado del Diablo entre conversaciones de mis compañeros tanto de clase como del grupo de oración, pero nunca escuche ni el más mínimo susurro sobre su nombre real 'Lay' ni tampoco que el Diablo tuviera un nombre

-¿Por qué de tantos ángeles aquí arriba tengo que ser yo quien me ocupe de él? - Dije demostrando imprudentemente mi cobardía-

En verdad no me gustaba para nada el hecho de que lo mencionara mientras me asignaba mi ocupación en la cual estaba involucrado, ya que según por lo que me han contado es muy malvado en la escala del 1 al 10 pues el 11 está claro que es el diablo pero... no se...

-Abril, eres el ángel más bello de todos, la más hermosa, la más imperativa, la más alegre, la más paciente, la más inteligente, la más ágil en todo y además tienes un gran corazón-

-Gracias por sus cumplidos, pero...- dude en decidir pero su mirada me entregaba toda confianza existente en el aire-

Aun así tengo miedo, aunque me ha rebosado de palabras hermosas se le olvidó decirme que soy cobarde ya que sabe cómo es exactamente el Diablo.

-¡Tranquila! Él no te hará daño. Lay es completamente inofensivo-

-Pero si es el Diablo... ¿Cómo podría ser inofensivo? -

-Créeme lo es... si no lo fuera no te estaría enviando allí, así que anímate-











El pecado de un Ángel [LAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora