Capítulo 1

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Advertencia: el capitulo puede contener referencias a hechos violentos y auto mutilación.

La lluvia golpeaba fuertemente el parabrisas de la camioneta y la mirada de Emma se perdía en la interminable y desértica ruta. Todavía no lograba comprender como la vida podía cambiar tan rápido. En el período de un mes su vida dio un giro de trecientos sesenta grados. Ingrid, la madre adoptiva que había tenido desde hacía un año, había muerto. Y ahora, un mes después, se estaba mudando a la otra punta del país ya que sus padres biológicos la habían encontrado y habían decido hacerse cargo de ella.

Flashback

Emma estaba en la habitación del hospital, sola y triste. Todavía no podía creer que Ingrid había muerto. Al parecer Emma nunca iba a tener suerte cuando se trataba del amor en su vida. Ingrid había sido la primera persona en hacerla sentir querida, pero no duro por mucho, al morir también la había abandonado como muchas personas lo habían hecho antes. Emma no entendía porque ella había sobrevivido. Ella había recibido un disparo, igual que Ingrid. ¿Por qué ella sobrevivió e Ingrid no? A veces a Emma le habría gustado no sobrevivir.

De repente la puerta de su habitación se abrió y entró Megara, su trabajadora social. Emma se sorprendió al ver que estaba acompañada por un hombre y una mujer. ¿Cómo podía ser que ya estén pensando en mandarla a una nueva familia cuando no había tenido tiempo de recuperarse de lo de Ingrid? Aparte Emma tenía dieciséis años, casi diecisiete, ¿Cuál era el sentido de ir a una nueva familia, si cuando cumpliera dieciocho años quedaría libre del sistema?

- Hola Emma. – La saludó Megara. - ¿Cómo te sentís? – Preguntó.

- Como si me hubieran pegado un tiro. – Respondió Emma en una forma que suponía ser chistosa, pero no lo era. - ¿Qué haces acá? – Cuestionó mirando a los extraños sospechosamente.

- Vine a presentarte a estás dos personas... - Comenzó a decir Megara.

- ¿Realmente Meg? – La interrumpió Emma. - ¿Pensas qué tengo fuerzas y ánimos para seguir haciendo ésto una y otra vez? – Preguntó.

- Emma no es lo que pensas. – Protestó Megara.

- ¡No quiero una nueva familia, ni quiero nuevos padres adoptivos! – Exclamó Emma enojada. - ¿Por qué no me envías a un hogar para niños huérfanos? Estoy segura que eso es lo mejor para mí. – Propuso en un tono serio y frío.

- Emma ellos no son padres adoptivos. – Informó Megara.

- ¿Qué hacen acá entonces? – Preguntó Emma algo sorprendida y curiosa.

- Yo soy Mary Margaret. – Se presentó la mujer morocha de pelo corto.

- Y yo soy David. – Se presentó el hombre rubio. – Somos tus verdaderos padres. – Agregó tímidamente.

- ¿Ésto es una broma? – Preguntó Emma a Megara.

- No, es la verdad. Les hicimos las pruebas de adn y coinciden perfectamente, ellos son tus padres. – Respondió Megara.

- Sigo sin entender que hacen acá. – Comentó Emma después de un largo silencio, donde todos estaban esperando a ver su reacción.

- Queremos que vengas a vivir con nosotros. – Dijo Mary Margaret.

- ¿En serio? – Preguntó Emma horrorizada. – Me abandonaron durante dieciséis años y de repente pretenden que vaya a vivir con ustedes como si nada. ¿Están locos? – Cuestionó, sobrepasada por la situación.

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