capítulo 10

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- O dios mio - repetí aun sin creer lo que veían mis ojos. Era una Emily diferente a la que conocía pero seguía siendo yo, aunque tenga otro corte. Tenía un corte en punta que me hacia ver hermosa y mi pelo estaba aun mas sedoso de lo que recordé. No me cortaba el cabello desde que paso lo de mi padre así que hace mas de 2 años que me lo dejaba crecer.

- Emily estas hermosa, este chico hace magia en sus manos - río Kerlyn. Que le pasa, no soy tan horrible para que dijera eso.

- No soy tan fea amiga - voltee dándole un pequeño golpe en el hombro.

- Sabes que tienes el brazo un poco duro y me duele cuando me golpeas- dijo. Creo que era verdad pero es que me encanta hacer eso en especial con la tonta de Kerlyn. - Ya mejor vamos a tu casa que deben estar preocupados contigo. Tome mi bolso y agarre de la mano a mis dos amigas, la gente nos miraba como si fuéramos lesbianas pero que les importa a ellos, compren una vida.

Subimos a un taxi y las chicas dijeron la dirección de mi casa. Era hora de regresar a la normalidad. Por suerte mañana no tenia escuela y podía tener el placer mas lindo de la vida, comer y dormir all the day. Que lindo es eso, si pudiera yo me casaría con la cama y la comida sería mi amante.

Llegue muy pronto a mi casa, las chicas no quisieron quedarse así que siguieron en el taxi. Fui directo a mi habitación y me tire como morsa arriba de mi cama. Saque mi celular y lo conecte para escuchar música, me puse mis audífonos y empecé a bailar. Sentí que algo se movió en el árbol de afuera, pero no estaba segura. Volví a sentir un ruido pero están vez había una sombra ahí así que estaba lista para enfrentar a el extraterrestre. Busque en mi habitación algo para pegarle al ser extraño ¡bingo! Tengo una escoba y no tengo miedo a usarla. La sombra cada vez se acercaba mas a mí y el miedo estaba invadiendo las venas de mi cuerpo poco a poco. Ya esta voy a morir, no tengo escapatoria, moriré, los invitó a mi funeral. El extraño cuerpo entro a mi cuarto y como la mujer valiente que soy lo tuve que enfrentar.

- Atrás que tengo una arma muy peligrosa y letal, no te acerques - casi grito, aun no podía ver su cara - Mamá se metió otro pejelagarto - retrocedí.

La misteriosa figura se saco el gorro y recién ahí pude respirar de alivio, era Félix. El cuando tenia 14 solía pasarse a mi habitación por el árbol del vecino pero ya hace bastante tiempo que no lo hacia esa es la razón por la cual me asuste un poco.

- Tranquila Emily, no te voy a comer y tampoco soy un pejelagarto para tu información querida- se sentó en mi cama.

- Y, ¿Se puede saber por que estas aquí?- trate de sonar seria pero no podía porque recién me había dado cuenta que tenía una araña caminando por su cabeza. Félix es aracno-fóbico debido a que cuando tenia 6 años su primo lo encerró en un armario un tanto viejo solo por molestarlo. Y lo peor es que en aquel armario había un nido gigante de arañas y estaban naciendo. El pobre chico quedo con trauma desde ese día.

- Porque estoy solo en mi casa de nuevo y quería venir a dormir contigo - se removió y la pequeña tarántula cayo en sus piernas. El pequeño pero potente grito se escuchó hasta el otro continente. Su cara representaba tanto horror como si estuviera viendo morir alguien justo en frente de sus ojos. La piso al instante y me abrazo fuertemente.

- Quiero respirar y por favor no quiero morir - me soltó - gracias -. Note que se empezó a calmar y me quedo viendo fijamente por mucho tiempo, se relamió los labios y volvió a mirarme de la misma forma. - ¿Por qué me miras así?- termine por decir.

- Te hiciste un nuevo corte, te ves realmente preciosa, demasiado diría yo- me sonroje por lo que dijo.

- O bueno muchas gracias pero no seas exagerado- lo mire.

- Pero es la verdad ... Bueno ¿Me dejarás quedarme a dormir? - preguntó.

- Félix ¿Cuando te he dicho que no? - comienzo a sacarme la polera dejando mi espalda sólo con el sostén, podía sentir su mirada sobre mi espalda pero lo raro es que muchas veces lo había hecho y nunca me sentí tan observada como ahora. Me gire ya con mi pijama puesto y estaba a punto de babear. - ¿Qué tanto me ves?- levante una ceja.

- Eeeee yoo... Eeee... Estab... Eeee.. Plátano - dijo por fin. ¿Por qué dijo plátano?.

- ¿Plátano? ¿A qué te refieres? - lo cuestione.

- Es que yo ...... Yo.... Quiero un plátano , ¿Tienes alguno?

- Si abajo hay- le indique .

- Gracias aparte estabaasiporqueestasrealmentehermosa. - dijo muy rápido y salio apurado de mi pieza. Me quede pensando pero no logre descifrar lo que había dicho.

Aproveche el tiempo en que no estaba para abrir la cama y acostarme a un lado dejando un hueco vacío. Sentí a los pocos minutos que alguien se acostó sobre mí y me trate de hacer la dormida. Comenzó a acariciarme la mejilla tan suave que me relajaba.

- O querida Emily, estas cada día mas hermosa y bella de lo que siempre lo haz sido. Eres alguien maravillosa por dentro y por fuera, te ves tan tiernamente durmiendo que pareces un angelito así que mejor dejo de hablar para que durmamos tranquilos- beso mi mejilla. En mi rostro su asomo una sonrisa fugaz queriendo decirle las mismas cosas que el me había dicho. Pero si lo hacia posiblemente podría acabar con nuestras amistad para siempre. Decide solo cerrar mis ojos y caer en el sueño.

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Hola mis queridas lectoras
esperó que les haya gustado este capítulo y voten.

Una Novia De Mentira ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora