"Iba corriendo por un pequeño valle, lleno de hermosas flores rodeando por todas partes, no se como había llegado allí pero me sentía más feliz que de costumbre. Comencé a saltar por los costados de este hermoso lugar, me tiré al suelo y mire el hermoso cielo despejado. Cada nube representaba algo totalmente distinto, unas parecían corazones, otras estrellas, y otras figuras abstractas. Levante la vista un poco y logré divisar una figura lo lejos, parece la figura de un hombre pero no estaba segura. Cada vez se iba acercando más y tuve claro quién era... Mi padre. Estaba asombrada por lo que veía, sin previo aviso las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, los sentimientos encontrados eran notables. Me levanté lo más rápido que pude y comencé a correr en su dirección. Lo pude abrasar, por todo el tiempo que lo necesite lo abrase una vez más. No recordaba lo bien que se sentían sus abrazos, me sentía segura, amada. Levante la mirada y me tope con los ojos que mire durante los 13 años de mi vida.- Hola cariño - dijo mi padre.
- Te extrañe tanto papi, no me dejes de nuevo - comencé a sollozar.
- No llores mi vida, estaré protegiéndote toda la vida, estoy bien y no me pasara nada - me acarició el pelo.
- Papá, quiero quedarme contigo - le dije.
- Mira Emily, donde tú estás hay muchas personas que te quieren, como por ejemplo tu madre, tus amigos, Félix... - respondió a lo que yo fruncía el ceño algo confundida.
- ¿Cómo conoces a Félix? - pregunté.
- Yo puedo ver todo de aquí princesa, lo bueno que te pasa y lo malo también. ¿Recuerdas la vez que unos tipos malos te acorralaron con tus amigas en el mall? - asentí - Pues yo estaba protegiéndote en aquel momento, para que no te ocurriera nada malo, siempre estaré para ti. Si en algún momento te sientes sola, no dudes en ningún momento en hablar conmigo, yo te ayudaré a orientarte en la vida, sonríe que eres hermosa.
- Te amo papi - una lágrima de felicidad rodó por mi mejilla.
- Yo también te amo hija, pero ahora me tengo que marchar y tu tienes que empezar a abrir esos hermosos ojos marrones que tienes - me dio un beso en la cabeza.
- No te vayas papi - decía.
- Emily despierta - dijo.
- Que haré con mi vida después de esto.
- Despierta
- No se como lo solucionaré
- Despierta!! **
Poco a poco comencé a abrir mis ojos para acostumbrarme a la luz de aquella extraña habitación. Los abrí por completo, recorría con mi mirada cada espacio de esa habitación, al parecer estaba en un hospital. Estaba todo absolutamente cubierto de blanco, me daría miedo si me quedara despierta en la noche. En un rincón de la habitación se podría ver una persona con la cabeza gacha y sus manos sobre la cara, conseguí distinguirlo al instante.
- Fe..lix.. - dije apenas con un hilo de voz. Me preparé para hablar más fuerte - Félix - dijo lo más fuerte que podía hacerlo y el levantó la cabeza. Tenía los ojos rojos e hinchados, con pequeñas ojeras bajo sus ojos, parecía haber llorado.
- Emily - se sorprendió. Tan rápido como dijo esto se levanto y me abrasó más fuerte de lo usual. - Que bueno que estas bien princesa, me tenías muy preocupado. - me sostuvo mejor en sus brazos, se alejó un poco de mi y me miró a los ojos.
- Estoy bien - pensé - Cómo se supone que llegue a aquí? - le pregunté mientras me acomodaba en mi cama.
- ¿Recuerdas cuándo estabas en la piscina? - Asentí - ahí ocurrió todo, fue mi culpa, no debí haberte dejado meterte sin avisarte, me siento tan mal, te juro que todos estos días que has estado aquí, no me he separado en casi ningún momento. - Su voz se quebró y sacó algunas lágrimas que sacó enseguida.
- No fue tu culpa, sólo fue un accidente que a cualquier persona le pudo haber pasado, no te sientas así, lo bueno es que ya me encuentro bien - lo consolé.
- Me tenías muy nervioso, no se que abría pasado si te hubiera perdido.
- Estoy aquí, y no me iré, te lo prometo. - me miró a los ojos y empezó a bajar su mirada hacia mis labios, la distancia empezaba a molestar en ese momento. Comenzó a acercar su rostro al mio y yo no puse oposición, estábamos centímetros de cada uno.
- Que bueno que ya despertaste niña - dijo una señora entrando a la habitación - interrumpí algo?
- No... Nada - dijimos Félix y yo al unísono. Sentí mis mejillas arder demasiado.
- Bueno entonces vendré en unos minutos para hacerte más exámenes y ver si ya puedes ir a tu casa, vuelco en seguida.
Abandono la sala y nosotros nos quedamos callados por unos segundos. Desperdicie la oportunidad de volver a besarlo, sentir esos lindos labios, perdí mi disyuntiva.
- Vi a mi papá - dije a Félix.
- ¿Estas segura?
- Te lo juro, fue tan real, sentí todo tan real, pero se que de alguna forma el se comunicó conmigo y de que desde el cielo me protege.
- Que bueno Em.
Nuevamente la doctora entro en el cuarto en donde estaba.
- Todo en tu sistema está bien, así que puedes retirarte e irte a tu casa, si tienes algún problema recurre enseguida ¿De acuerdo? -
- Si - con ayuda de mi amigo, me levanté y comenzamos a caminar hacia la salida del hospital.
Me ahogaba el tipo de ambiente de hospital, más bien me da un poco de pena, pero ya estoy afuera y espero no volver mas. Sentí una mano agarrar la mía, estaba frío pero poco a poco empezó a entibiar.
- ¿Quieres ir a comer a alguna parte? - pregunto mi Amigó.
- Me gustaría comer Pizza, hace tiempo que estoy antojada de comer eso.
- Pues pizza se a dicho - tomamos un taxi y en menos de 10 minutos ya estábamos en mi casa. Me gustaba volver a mi hogar, era reconfortante.
- Te parece si mientras encargamos la comida veamos una película?
- Me parece una grandiosa idea - sonreí.
- Pues tu eliges, hoy estás de consentida. - Se tiro sobre el sofá.
- ¿Emm qué te parece si vemos Amanecer parte 2 ? - puse ojos de cachorrito.
- Pero si esa ya la has visto muchas veces - reclamo.
- No te quejes que tu me dejaste elegir esa película.
- Bueno pero ven aquí conmigo que hace frío - Señaló el espacio vacío al lado de él.
- Bueno - me sitúe a su lado y pasó un brazo por mis hombros. Levante un poco la mirada y me encontré con sus ojos azules mirándome fijamente, tan lindos como siempre. Empecé a sentirme nerviosa cuando se empezó a acercar, Podía sentir su respiración chocando con la mía, y entonces pasó... Junto nuestros labios en un tierno y dulce beso. Sus labios cada vez más se convertían en una adicción para mí, algo a lo que no me Cansaría por mucho tiempo. Nos separamos por la falta de aire. Dejamos juntas nuestras frentes mientras nos mirábamos.
- Me alegra que ya estés bien - sonrió.
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Nuevo capitulo, el beso es a petición de una lectora mía, espero que les guste, voten y comenten.
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Una Novia De Mentira ©
ספרות נוער¿Qué harías para conquistar a tu mejor amigo? Posiblemente lo mismo que yo. Sería el tipo de chica ideal, que lo haría feliz las 24 horas del día... Pero ese no es el problema, es que yo no le gusto. ¿Estarías dispuesta a ser su novia falsa para con...