Capítulo 27

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"¡Maldita! Fuiste al cine y no nos dijiste, estúpida. Cuando llegues a tu casa voy a llamarte y me tendrás que recompensarnos por ello...Por cierto, Jennifer está preguntando por Félix, ¿Sabes dónde está?... ¡OH, ESPERA! ¡TÚ PEQUEÑA ENANA! Estás con él, ¿cierto? ¡Es obvio que estás con él! Tienes que contarnos qué pasó, ¿entiendes? Cambio y fuera.

Savka"

Reí ante su mensaje, guardando mi teléfono en mi mochila, fijando mi vista en Félix, quién estaba en la fila del cine para pedir las entradas y nuestra comida. Parecía estar impaciente, pues no dejaba de ver la hora en su reloj, y volteó a verme, inflando sus mejillas. Reí nuevamente, se veía tan tierno esperando. A veces me preguntaba si realmente él quería a Jennifer, pues a veces no demostraba eso y he notado que apenas la ha tomado en cuenta. Sé que es una chica bonita, que todos los hombres quieren, pero es demasiado manipuladora, si fuese hombre, nunca, pero nunca, me fijaría en una mujer como ella.

Mi sonrisa se esfumó al pensar en la posibilidad de que Félix se enamore de ella, y que yo quedé en el olvido, vagando en nuestros recuerdos, pues siempre uno estará recordando lo que otro –probablemente –ya olvidará.

Y no quería eso para nuestra amistad, aún cuando yo estoy tontamente enamorada de él.

-Disculpa, ¿Tienes hora? –La voz de un chico me sacó de mis pensamientos. Fijé mi mirada en él. Su sonrisa me estaba poniendo nerviosa, así que con dedos temblorosos, busqué mi teléfono y le indiqué la hora. –Rayos, he perdido la hora en que las entradas me decían.

Reí, y tapé mi boca ante ello. Él me miró, aún con una sonrisa, y se sentó a mi lado, escribiendo algo en su teléfono. ¿Por qué tienen que llegar chicos bonitos cuando uno está enamorada de otra persona? Es como si los hombres cayeran del cielo en busca de una mujer que está enamorada y para cagarla más, de su mejor amigo.

-Listo, le he dicho a mi mejor amigo que él compre entradas. He recibido un reto de su parte, pero valdrá la pena. –Comentó, sonriendo. Esbocé una sonrisa tímida, mirando mis dedos. -¿Estás esperando a alguien?

-Sí, mi amigo está en la fila comprando. –Apunté a Félix, quién ahora me estaba mirando con el ceño fruncido. Miré al chico a mi lado. –Está impaciente por ver la película.

-Lo imagino. Está de locura esto. –Rió, mirándome. Que deje de mirarme, por favor. Se provocó un silencio entre nosotros, pero él empezó nuevamente a conversar. –Soy Benjamín.

Lo miré, miré su mano y nuevamente lo miré a él. Cogí su mano, esbozando una sonrisa nerviosa y tímida.

-Y yo Emily.

-¡Benjamín! –Chilló una voz de otro chico, por lo que nuestras manos dejaron de hacer contacto para así ambos mirar en la dirección de dónde provino aquel grito. Un chico alto se acercaba con dos palomitas grandes, las bebidas y las entradas en mano, venía frustrado. -¿Dónde estabas, maldición? Estoy exhausto de estas cosas, y tú no estabas ahí para ayudarme.

-Perdón, amigo. Estaba conversando.

-Sí, sí, no me importa. La película ya va a empezar y debemos ir a la sala.

-Bien. –Se rindió, poniendo los ojos en blanco. Me levanté al ver que Félix ya venía hacía mí. –Me gusto haberte conocido, Emily.

-Igual. –Sonreí sin mostrar los dientes. Él se alejó de mí junto con su amigo, y Félix llegó a mi lado, con palomitas grandes y dos bebidas, más las dos entradas. Besé su mejilla dulcemente. -¿A qué hora es la función?

-Debemos subir ahora.

-¿Estás molesto?

-¿De qué? ¿Por verte con ese chico con el que estabas hablando o por el hecho de qué no dejaba de mirarte ni un maldito segundo?

-Es un chico, lo acabo de conocer. –Me callé al ver lo que estaba queriendo decir. Mis mejillas se sonrojaron al pensarlo y él me observó. -¿Me estás celando?

-¿Q-qué?

-¿Te estás poniendo celoso de un chico que no conozco? –Pregunté y al no recibir respuestas, me quedó claro que eso es más que un sí asegurado. –Tú y yo somos amigos, no entiendo por qué estás celoso.

-Porque me gustas, Emily. –Acercó su rostro al mío. Sentía mi corazón dar un vuelco, y mi respiración volverse loca por su cercanía. Su nariz rozó con la mía, sus labios también. Estaba en un sueño del que no quería despertar nunca. –Y me siento estúpido por sentirlo ahora. –Y dicho esto, presionó sus labios contra los míos, cerrando sus ojos a la vez. Oh...por...Dios.


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Antes que nada tengo que agradecer a todas las lindas chicas que leen esta novela. Nunca creí que podía sobrepasar los 1000 leídos y miren ahora, estoy feliz, gracias a todas. Nuevo capítulo, algo inesperado lo que dijo Félix a Emily, ¿Qué responderá? Esperen al otro capitulo. 

pd : Este capítulo me ayudo a escribirlo Suicide_Horan

  

Una Novia De Mentira ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora