Enamorado De Mi Hermanastra

Capitulo 2- Sus Ojos

Narra Josh.

Me desperté por un sonido en el primer piso, bajé sin ni siquiera entrar al baño, cuando miré que había alguien la cocina, me asomé un poco para que no notaran mi presencia y vi a Lily asiendo el desayuno, vi como caminaba de un lado para otro, decidí subir a lavarme la cara, cuando me doy media vuelta ella dice.

—Si crees que no me di cuenta que me espiabas... — me sorprendo y volteo.

—No lo creí— la interrumpí —,Te veías tan concentrada en lo que hacías y noté lo hermosa que te ves ¿todos los días eres así de hermosa?— dije con picardía, noté como ella se sonrojaba.

— Pues,  siempre me levantó temprano a hacerle el desayuno a Luisa, no sabía que eras tan coqueto— dijo nerviosa.

— No soy coqueto, creo que mejor iré al baño— dije y me retiré, subí las escaleras y fui directo al baño.

Me lave la cara, cepille mis dientes y me quede unos minutos mirándome en el espejo, por qué le dije eso, soné tan estúpido. Cuando bajé vi que ya se había levantado Luisa, estaban en la mesa desayunando, las dos posaron la mirada en mí, me di cuenta que no llevaba camiseta, me sonrojé y me senté.

—Buenos días, veo que las dos están muy lindas hoy— digo mientras tomo un sorbo de café.

— Gracias y tú estás igual de guapo que ayer— dice Luisa que pone su mirada en mi torso.

—¡Uhm! Gracias— dijo Lily nerviosa.

«Hermosa» dije entre mí.

Me levanté y lavé los platos que estaban sucios, subí las escaleras y antes de entrar a mi habitación alguien salió de la habitación de enseguida, dirijo mi vista hacia mi lado derecho y veo a Lily con su toalla Violeta y su ropa de cambio, me miro y camino por el lado mío para ir al baño.

La tome de la mano y ella volteo.

— Te he dicho lo hermosa que eres— le dije, ella se sonrojo aun mas de lo que estaba, escuche salir a Luisa de su cuarto.

—¡Ey! Creo que nunca miento— me dijo y solté la mano de Lily, ella se metió al baño y yo a mi habitación.

Me quede pensando en lo que había sucedido, por qué rayos esa chica me pone nervioso con tan solo mirarla a los ojos, esos ojos color marrón.

Salí de mi habitación y decidí ir a cocinar algo, cuando papá trabajaba yo era el que cocinaba, así que había aprendido un poco. Cuando estaba picando la cebolla note que alguien me miraba desde la puerta, eche un vistazo a quien me miraba y vi esos ojos marrón que me ponían nervioso.

— Así que sabes cocinar— Dijo ella, con esa voz tan dulce, delicada.

—No todos los hombres son un desastre en la cocina— dije y reí, ella también rió, esa sonrisa perfecta, ella era perfecta, se acerco a mí y miro lo que hacia. Mi corazón se aceleró, note cómo me erizaba, se acerco a mí y me miro a los ojos.

— Con lo que ocurrió ahora arriba, gracias por el cumplido— dijo.

— No era un cumplido, eres muy hermosa— dije y mi corazón se acelero aun más, parecía que se me iba a salir.

— Entonces gracias por el no-cumplido, tú.... igual eres hermoso— dijo nerviosa y se separó de mí.

— Gracias— dije y seguí con lo que hacia, ella salió de la cocina y cuando acabe de cocinar las llame para que bajarán.

Primero bajo Lily y después Luisa, el almuerzo estaba en la mesa y los tres estábamos sentados. Empezamos a comer en un silencio incómodo, las miradas que debes en cuando se cruzaban hasta que Luisa rompió el silencio