*James*
Ashley me da miedo. No cuando guarda silencio y me mira fijamente, lanzándome dagas mortales con sus ojos verdes; ni siquiera cuando pierde la cabeza y comienza a chillarme. No, me da miedo ahora.
Está parada a pocos metros de mi. Su llamativo cabello rosa está recogido en un moño, y sus ojos están pintados de un intenso color negro. Tiene los ojos cerrados y la cabeza baja mientras se concentra. Sus manos, hechas puños a sus costados, comienzan a desprender una aterradora niebla.
Bien James, hora de enfrentarte a tus miedos.
Permito que la esencia divina que tanto he tratado de esconder en mi interior se desborde y me cubra, cambiándome hasta el punto de formar parte del mundo de las sombras; transformando mi inmortalidad en la fuente de poder.
El golpe de Ashley es fuerte y me deja sin aliento, pero me recupero rápido. Una fuerza que nace de lo más profundo de mi ser se apodera de mi. Abro los ojos y veo como todo a mi alrededor comienza a ponerse más y más brillante.
- Mal, James - niega Ash.
Suspiro, frustrado e impotente, y vuelvo a esconder bajo llave todo ese poder en mi interior.
Cada vez que intento utilizar mis recién adquiridas habilidades especiales ocurre lo mismo. Todo en la sala se vuelve de un brillante color dorado, y si lo dejo esperar mucho tiempo las cosas comienzan a desintegrarse hasta no dejar huella de su existencia. En la mayoría de los casos es inofensivo, pero cuando hay personas implicadas eso podría resultar mortal. Pero no mortal en el sentido de morir y aparecer en el Inframundo. No, me refiero a desaparecer para siempre, sin Inframundo. Simplemente... desintegrarte en el aire.
- De nuevo - insiste ella, preparándose para enviarme otra vez el hechizo de ataque.
Ashley tiene la firme convicción de que, con el entrenamiento adecuado, podré controlar eso. Que podré desintegrar algo sin desintegrar también lo de a su alrededor. Sin provocar explosiones de polvo dorado como en el Tártaro.
- Estoy cansado - la digo.
- Siempre estás cansado. Además, no me vale. Los dioses no se cansan - se queja con un mohín.
- Agotado mentalmente, Ash. No es tan fácil adaptarte a... - miro mi cuerpo de piel oscura y las alas negras que se agitan a mi espalda - lo que sea que es esto.
Suspira, pero no me reprocha nada. Ahsley no es de quejarse y montar escenitas por todo. Tal vez por eso Nicole estaba tan enamorada de ella.
Automáticamente pensar en Nicole me pone triste, y al ver la comprensión en sus ojos sé que ella saben que estoy pensando. Extraño muchísimo a mi amiga, pero para ella debe de ser un infierno.
- Necesito que te tomes enserio esto, James - me dice con voz calmada - Aunque me encanta que te dejes golpear, estar al borde de la muerte tantas veces tampoco es lo que yo llamaría un día ideal.
Abro la boca para pedirla disculpas, pero Katie Gardner irrumpe en la Cabaña de Hécate de golpe. Se dobla sobre si misma, apoyando las manos en sus rodillas mientras respira desesperada rápidas bocanadas de aire.
- Hey, Kat - Ashley se acerca a ella y la ayuda a incorporarse -¿Qué ocurre? ¿Quién ha muerto?
Katie me mira, tratando de hablar. Me señala con la mano.
- Yo - ella asiente. Luego señala mis alas - ¿Alas? - niega con la cabeza - ¿Volar?
- Tha... - jadea - Tu padre.
ESTÁS LEYENDO
La Campeona de Hades (Nico di Angelo)
FanficLos semidioses han conseguido llevar a cabo con éxito la peligrosa misión. Han ido al tártaro y han vuelto. Ha habido perdidas, pero también nuevo amigos. Aliados que les ayudaran. Pero aún queda mucho por hacer. El equilibrio ha sido restaurado de...