Prudence
Evan debía venir a mi casa para hacer un trabajo en equipo, la idea de que conociera a mi madre y a mi hermana no me entusiasmaba ni un poco.
El timbre de mi casa sonó a las 3 de la tarde tal como habíamos acordado, desafortunadamente mi hermana se adelantó a abrir la puerta
— Buenas tardes.—Al oír el saludo de Evan no pude evitar que mi corazón se acelerara, jamás me había pasado eso con ningún chico y no sabía cómo sentirme al respecto. Camine hacia la puerta
—Hola, tú debes ser el novio de Prudence.— Dijo mi hermana y no pude evitar sonrojarme
—Evan, pasa.—Traté de evitar que mi nerviosismo se notara.
Mi madre se asomó y Evan saludo
— Buenas tardes tú debes ser Evan, Prudence nos ha hablado de ti. Me llamo Elizabeth Mitchell.
Había pasado un año desde su divorcio y aun no me acostumbraba a oír a mi madre usar su nombre de soltera.
—Evan Shepard.
—¿Eres hijo de los doctores Shepard? Yo soy enfermera, conocí a tus padres en el hospital.—Dijo mi madre tratando de entablar una conversación con Evan.
— Evan y yo tenemos trabajo que hacer.— Dije para evitar más vergüenza.
Mi madre nos sonrió y se fue a la cocina pero mi hermana siguió sentada en un sofá en la sala.
—Ven, Evan, vamos a trabajar a mi recamara.—Dije mientras lo dirigía por las escaleras.
—¡No olvides dejar la puerta abierta!-Gritó mi madre desde la cocina. Evan se queda con los ojos abiertos y nos sonrojamos.
—¡mamá!—Me queje .De verdad mi madre es especialista en dejarme en ridículo. —Parece que disfruta avergonzarme.
— No tienes nada de qué avergonzarte, mi familia es peor.— Dijo Evan
Entramos en mi habitación y trabajamos en el cuento y después decidimos tomar un descanso
— Eres muy buena escribiendo. ¿ Desde cuándo lo haces?
— Desde que era niña me gustaba imaginar historias, pero doce mis padres discutían demasiado y comencé a escribir para imaginar que mi vida era mejor.— Tomé un cuaderno que estaba sobre mi mesita de noche y se lo di a Evan para que lo leyera. Nos sentamos en el piso mientras el leía.
— Es fantástico, realmente creo que serás una gran escritora.
— Gracias.
Me miró fijamente a los ojos y añadió
— Tienes unos ojos hermosos.
—Gracias.— Fue alfo que no esperaba, no supe bien que responder.
Después hubo un silencio incomodo, ambos evitamos volver a mirarnos a los ojos.
—Debería irme.
*****
Evan
Llegue a casa de Prudence alrededor de las tres de la tarde. Su hermana abrió la puerta
— Buenas tardes.- dije tratando de no parecer nervioso
— Hola, tú debes ser el novio de Prudence.-
El comentario de su hermana me tomo por sorpresa ¿acaso Prudence había dicho que éramos novios? ¿Eso significaba que le gusto?
—Evan, pasa.- en ese momento Prudence llego a la puerta. Al mismo tiempo su madre me saludo.
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Dear Prudence
Teen Fiction"¿hay alguien que quiera oír mi historia, todo sobre la chica que vino para quedarse? Ella es la clase de chica que quieres tanto que lo lamentas, y aun así no te arrepientes ni un solo día..." ...