Capítulo 10: Adriana

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Yo había escuchado todo el relato, Thomas me lo había contado todo unos meses después de que volviera, supongo que porque las personas necesitaban sacarse algunas cosas del pecho. Para dejar las cosas ir o para aprender a convivir mejor con ellas. Pero esto era diferente, era algo privado, sus demonios, el momento que lo hizo quien es ahora, no debimos de haberlo visto.

Encontraba cruel hacerlo revivir todo solo porque su corazón puede más que su cabeza. Y los gritos de Athina ¿Cómo pudieron soportarlo? ¿Acaso no los escuchaban?

Todo vuelve al movimiento y en cuanto Thomas desaparece los monstruos comienzan a llegar, veo a Alinka correr a proteger a Athina, pero se detiene a punto de llegar.

Entonces el grito lo quiebra todo, Athina da un fuerte golpe con los puños y toda la oscuridad de ella sale a través de sus manos. Como cuando Thomas estallo en polvo de infierno y recuerdo que Athina está bendecida por la mayoría de los dioses y que es la más poderosa entre nosotros.

El edificio comienza a temblar y a podrirse desde donde esta ella. ¿Cómo es que los corazones ratos hacían tanto daño en un semidiós? ¿Dónde estaba nuestra inteligencia emocional?

Los monstruos se deshacen y llegan en una tormenta de arena gigante, los vidrios de las vitrinas y el techo se quiebran y todos comenzamos a correr antes de que nos alcance la avalancha.

Mi último pensamiento es que vamos a morir. Ahí. En menos de un segundo.


Amanecer de oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora