Tanto Julián como yo la miramos con desconcierto, en cuanto a mamá, solo la miró y entornó los ojos
- Vaya, creí que Fliptirne era un apellido no muy conocido.
Emilia, Alondra, vecina, loca o como quieran llamarle, rió y dijo:
-Si, lo es. Gina si me permites...
Se hizo el silencio. Tal vez Alondra guardó silencio al ver nuestras expresiones. Esta mujer sabía el nombre y apellido de mi madre. Me recorrió un escalofrío. Mamá y la extraña dama se sentaron, Julián y yo aún no procesábamos lo que sucedía.
-Perdone, ¿como sabe mi nombre?
Alondra, parecía estar incomoda.
-A eso vengo, debo explicarte unas cuantas cosas. Por favor no me juzgues, escúchame y no me llames loca.- mamá no reaccionó, ni yo tampoco. Al ver que nadie hablaba, comenzó:
-Gina Fliptirne es mi verdadero nombre. Al nacer me confundieron con una bebé que había nacido al mismo tiempo que yo. La diferencia entre esa pequeña y yo, es que ella murió en cuanto nos pusieron en el cunero. Papá y mamá en verdad creyeron que yo estaba muerta. Dejaron de buscar y raptaron a una bebé que vieron en la entrada de una casa; tu. La familia que me crió no fue buena pero tampoco mala. Decían cosas que yo me negaba a creer. Entonces comencé a indagar.- la mirábamos sin creer una sola palabra, aunque hacía sentido, siguió narrando y seguíamos sin creer-
"A los 25, cuando supe mi verdadera identidad, cambié mi nombre a Alondra. Me casé dos años después y adopté un nuevo nombre y el apellido de mi marido; Yano. Abrí un consultorio de psicología y una de mis primeras pacientes fue Una niña con apellido Cooperfilled- me miró de reojo.- Cuando oí el apellido Fliptirne cuando te presentaste, quise decirte todo y localizar a tus padres de inmediato. Meditando la situación un poco después, decidí no hacerlo. No quería sembrar un sentimiento de culpa por haberte raptado. Quedé viuda y vine aquí con mi único hijo y los dos sobrinos de mi difunto esposo. Creí haberme escapado de todo esto. Entonces llegaron ustedes. Entré en pánico pero ya no quiero escapar de los problemas.
-No puedo creerlo. No lo creo-Dijo mi madre, desconcertada. ¿Como sabes todo eso? ¿Quien te lo dijo? Estas son cosas que no pueden investigarse...-Alondra la interrumpió de golpe.
-Doce años de indagar. Fui al hospital y me dijeron que confundieron apellidos. Fliptirne y Flipperwin. Busqué como loca los periódicos de ese entonces, "Bebé desaparecida" concuerda perfecto con el caso. Con solo saber el apellido, pude investigarlo todo. Créeme. Gina, te lo suplico.
Todo mi cuerpo se despolomó en el sillón. Mi respiración por fin descansó.
-¿Por qué si lo sabías no dijiste nada?
Ella solo negó con la cabeza y suplicó perdón. Yo aún no le creía al cien por ciento pero creo que coincidía perfectamente con el diario de Tía Reneé y la razón de mi tía Mara al querer que yo conservará el libro.>>Caso cerrado<<
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Los vecinos de la casa 213
Teen FictionCambio de país, cambio de casa, de amigos y ambiente. Libia es una joven de 16 años que debe dejar todo atrás y empezar de cero en otro país con su madre y sus tres hermanos, todo parece ir "bien" hasta que conoce a sus bastante atractivos vecinos q...