Un mes después, papá llamó para decir que llegaría hasta la próxima quincena, dijo que sentía defraudarme y que todo estaría bien. Que volveríamos a casa pero no tan pronto. Por otra parte se compensaba un poco; las cosas con Aarón, volvían a surgir. Me invitaba a salir y por una razón ilógica yo aceptaba. Estaba enamorándome de el. ¡De él! De ese extraño. No tardé nada en contárselo a Lotty.
-¿Podemos comprar esto?-Dijo Minna mientras tomaba una caja de cereal y la aventaba en el carrito.
-Si, lo que sea-Respondí mientras me aferraba al teléfono y hablaba con Lotty.
Esa mañana, mamá trabajó con el tío Ronald y no hubo clases. Julián aprovechó para invitar a salir a una chica llamada Rebecca y yo tuve que ir con las gemelas por la despensa semanal.
-¡Solo acepta! Nena, hay hermanos que se han casado entre sí. Que salgas con el no tiene nada de malo. Tú lo has dicho. No comparten ni la misma sangre ni el mismo apellido.- Lotty siguió hablando pero los gritos de Minna ahogaban su voz tras el teléfono.
-Disculpa, no te oí. ¿Irás a una fiesta con quien?-Repetí alzando la voz. Minna tiroteaba mi brazo y me era imposible oír a mi amiga. Acabe por colgar abruptamente y me dirigí furiosa a Minna.
-¿No ves que hablo con Lotty?
-¡Libia. Ellie no aparece!- dijo frustrada y a punto del llanto
Entré en pánico. Comencé a gritar su nombre y a buscarla al rededor de los estantes y los gigantescos pasillos que había en el supermercado. Tomé con fuerza la mano de Minna, ella se quejaba por mi brusquedad pero no me importaba. No perdería a otra gemela. Al cabo de media hora, le pedí a los oficiales que me ayudaran a buscarla. Consultaba a las personas que vagaban por el lugar y cuestionaba a todos.
-¿Han visto a una niña pequeña con una playera blanca y jeans? Es igual a ella. Solo que un poco más bajita. Llevaba una coleta con un moño enorme. ¿La han visto?-Mi desesperación llegaba a un punto en el que me sentía a punto de ahogarme.
-Lo siento, no
-No recuerdo haberla visto
-Para nada
-que yo recuerde no
Solo eso respondían. ¡Solo eso lograban decir!
Al final un policía me pidió que fuera a casa y que lo dejaran todo en sus manos. Por supuesto que no lo escuché y yo seguí por mi cuenta. Me tomaron de los brazos y me condujeron a mí y a Minna a la patrulla.
-¿Dirección? -Preguntó uno de los policías. No me quedó más remedio que responder. En el trayecto, Minna empezó a llorar incontrolablemente y la culpa inundaba mi rostro.
>>Fue mi culpa<<
>>Es mi culpa<<
Pensé mil cosas horribles sobre el paradero de mi hermana. Cerré los ojos y rogué con todas mis fuerzas que apareciera.
Llegando a casa, noté que el auto de mamá no estaba. Suspiré y sentí un gran alivio. Llamé a Julián.
-¡¿Qué hiciste que?!- respondió extremadamente furioso
-La perdí de vista un segundo. De verdad no sé cómo pasó
Colgó y llegó a casa 15 minutos después. El oficial seguía en la puerta interrogando a Ellie y a mí. Lo siguiente: los vecinos.
Llamo a la casa 213.
Christian abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. En sus brazos llevaba a Bob.
-Oficial- le oí decir- De verdad no robe nada
-No estoy aquí para eso. Su vecina... Elizabeth Cooperfiled, ¿la ha visto?
Río largamente y giró un poco el cuerpo justo antes de decir a los cuatro vientos
-¡Ellie! Ven un segundo.
La sin vergüenza de mi hermana, salió brincoteando de la casa como si nada. Sin dudarlo, salí disparada a la puerta y la abracé con una laguna de lagrimas en mis ojos.
-¡Estás bien! No vuelvas a hacer eso. ¿Oíste? Me asuste. ¡Me asustaste muchísimo!
La zarande, la abracé y cuestioné como había llegado hasta ahí.
-Me vine caminando. Sin que ninguna de las dos se diera cuenta. Quería venir a jugar con Lila pero como Minna no quiso, vine solita.
El oficial de despidió y le dijo a Ellie que nunca jamás volviera a hacer eso. Se volteó hacia mí y clavó su mirada en mis ojos.
-Si va a cuidar a menores, deje a un lado el teléfono. Se subió a su auto después de que Julián lo abrazara y le diera las gracias.
-Gracias por cuidarla Chris.-dije una vez que Minna corrió a darle un abrazo a Julián y a Minna. Por encima de su hombro, logré ver otra casa. Tenía un piso nuevo, la cocina estaba perfectamente limpia y los escalones tenían una madera preciosa. Me extrañó mucho. La casa lucía bien.
-Me dio vergüenza que hayas entrado a mi casa y la hayas encontrado así de mal. Así que le dije a Aarón que me ayudara a arreglarla. Ahora solo falta el jardín y repintar el pórtico y quedará magnífica.
¡Así que lo sabían!
Me dio muchísima vergüenza.
Le di un fuerte abrazo, di un beso a Bob y antes de cruzar la calle, Aarón me detuvo.
-¿Hoy a las ocho en el cine?
Tragué gordo, sonreí y acepté le eché los brazos al cuello. El Terminó el abrazo para comenzar un beso que no duró más de dos segundos. Me separé de el, lo miré, me sonrojé y entré corriendo a la casa.
-¿Qué fue eso?-Dijo Julián cuando estuve por fin dentro.
-Un beso. Respondí radiante. Subí las escaleras corriendo
-¡Le diré a mamá lo que pasó con Ellie!-gritó en mi dirección. Entré a él cuarto de mis hermanas y las abracé
-Perdónenme. Debí cuidarlas, agradezco a Dios que estén a salvo. Las dos. No sé qué hubiera hecho si alguien te hubiera raptado.- dije dirigiéndome a Ellie.
Ellie me abrazó y susurró
"Eres la mejor hermana del mundo"
Me conmovió tanto que las abracé más fuerte a las dos y les dije:
-Nunca se separen otra vez. Juntas las dos. Son gemelas. Las gemelas están juntas siempre. Las adoro.Llegó mamá y se armó el gran lío. Me regañó como jamás lo había hecho y yo no dije ni una sola palabra. Recibí el sermón, lo acepté y le juré jamás hacerlo de nuevo. Abrazó a mis hermanas y dio una buena nalgada a Ellie.
-No vuelvas a separarte nunca de tus hermanos ¿claro?
-Claro mamá.-respondió con la mirada clavada en el suelo.
Al cabo de las ocho, Aarón llamó a la puerta. Mamá no accedió y justo cuando iba a recordarme que estaba castigada por dos meses, el teléfono sonó.
Respondió Julián.
-¡Adam, hermano!- dijo sonriente. Su sonrisa desapareció al instante
-Libia. Es para ti.
Extrañada, me acerqué a el teléfono y respondí
-Adam, ¿todo bien?- su voz era totalmente apagada, estaba nervioso y su voz sonaba rasposa
-Esta en el hospital.- no tuvo que decir más para que yo supiera a quien se refería; Lotty, Lotty estaba en el hospital. Solté el teléfono y estuve a punto de caerme. Mis piernas no respondían.
Aarón corrió a sostenerme y mi hermano continuó hablando con Adam. Cuando colgaron, Julián dijo a mamá:
-La atropellaron. No responde. Perdió mucha sangre.
Lloré con amargura. Era suficiente por hoy. Todo en una noche. Llamamos a el tío Ronald para decirle que saldría y que no asistiría a la cena familiar. Era importante pues nos presentarían a el prometido de Liza, la hermana de tía Zenda. Preguntó la razón, se la dijimos y dijo que el pagaría el avión de ida y vuelta. El bien sabía que mamá no tenía dinero para eso.
Subí a preparar maletas y recordé el libro que había armado con ella; lo empaqué.
Salí al otro día por la mañana acompañada de Julián. Mamá estaría mejor sabiendo que había alguien que me protegiera y que me apoyara.
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Los vecinos de la casa 213
Teen FictionCambio de país, cambio de casa, de amigos y ambiente. Libia es una joven de 16 años que debe dejar todo atrás y empezar de cero en otro país con su madre y sus tres hermanos, todo parece ir "bien" hasta que conoce a sus bastante atractivos vecinos q...