Todos en el velorio lloraban, menos yo. Había perdido el sentido y mis lagrimas estaban agotadas. ¿Llorar? No podía.
Fueron horas, días, dos para ser exactos los que duraron para despedir a esa querida persona que ahora estaba bajo tierra.
Yacía en su tumba. Se veía linda con ese vestido blanco y el collar que le había regalado un día antes de su muerte.
Al otro día, Yo estaba ahí, parada en medio del cementerio justo enfrente de la lápida de Lotty. En las manos llevaba un gran ramo de flores blancas y rojas. Justo como le gustaban a ella.
-Siempre juntas Berton.- me llevé la mano libre al corazón- no te escaparás de aquí. Gracias por todo
Abandoné las rosas en la lápida, di la vuelta y fui a casa.
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Los vecinos de la casa 213
Teen FictionCambio de país, cambio de casa, de amigos y ambiente. Libia es una joven de 16 años que debe dejar todo atrás y empezar de cero en otro país con su madre y sus tres hermanos, todo parece ir "bien" hasta que conoce a sus bastante atractivos vecinos q...