—Ary, ¡Inicio de clases!— Exclamo Michi.
Tape mi rostro con la almohada, esa chillona voz de Michi por las mañanas es abrumador, me levante de la cama y camine hasta el baño arrastrando mis pies.
Al terminar elegí unos vaqueros ajustados con una sudadera y mis vans, cogí mi mochila y camine hasta llegar al aula de diseño gráfico.
—Buenos días alumnos, mi nombre es Ricardo Brenson, profesor de diseño gráfico...— Sonríe.
Vaya este profesor si esta muy entusiasmado por empezar su martirio de clase... ¿Que clase de universidad le añade diseño gráfico a la profesión de Arquitectura?... Oh si claro, la mía.
La primera clase termino normal, camine hasta la cafetería en donde estaba Michi, Mark en una mesa camine hasta donde ellos y me senté acompañándolo con un suspiro.
—¿Vas a ir al partido de hoy?— Pregunta Michi entusiasmada.
Michi mira a Mark de una manera cómplice por lo que hace que me confunda y me abrumen mas de lo que ya estoy.
—No lo se, estas clases son muy agotadoras.— Apoye mi barbilla en mis manos.
—Vamos...— Hace un mohín.
—No, ¿Que clase de "no" no entiendes?— La mire seria.
—Mala amiga, después cuando me digas Michi acompañame a la biblioteca no lo voy a hacer.— Se encoje de hombros.
—Esta bien iré, pero solo porque quiero que mañana me acompañes a la biblioteca. — Sonreí.
Michi sonrió de manera tenebrosa, terminamos de desayunar y otra vez ir a los martirios de clase, todos los profesores sin excepción alguno estaban tan felices pero era obvio que el motivo de su felicidad era porque ya estaban dispuestos a dejarnos con muchos trabajos.
Al terminar todas mis clases, cogí mi almuerzo para comerlo en mi habitación junto con Michi, la cafetería estaba llena y no había lugar en donde hacernos.
—¿Te vas a poner la camisa que te dio Matt?— Pregunta mientras se mete un bocado de su sándwich.
—No lo se, a lo mejor su tal Lexie también tenga una igual a mí. — Blanquee mis ojos.
—Eres una idiota, el mismo Matt te dijo que ella era su pasado tu seras su pasado y su presente, ahora te vas a poner esa camisa y vas a alentar a tu hombre.— Habla firme.
—Estoy llegando a pensar que quieres que vaya al partido para que me reconcilié con Matt ¿Verdad?— Alce una de mis cejas.
—Claro que no, solo que tu se lo prometiste y las promesas no se rompen.—Sonríe.
—Esta bien, me la pondré. — Blanquee mis ojos.
El día se paso rápido y ahora nos encontrábamos Michi y yo en las gradas alentando a nuestros "novios" como dice ella.
—Están todos sexys con esos uniformes... Me dan ganas de quitárselos y hacerles el amor ahí mismo. — Bromea.
—Eres una zorra. — Sonreí.
Sentida que todos tenían la mirada puesta en mí por un momento llegue a sentirme incómoda, saque mi móvil para revisar la hora, escuchó como la gente grita el nombre de Matt levanto mi mirada y veo que todos los jugadores forman una linea incluyendo el equipo contrario, quitaron sus camisas para dejar una que decía "¿Quieres ser mi novia?", con mi mirada buscaba a la chica afortunada a quien le estaban dedicando aquella y cursi sorpresa.
—Mira a las porristas. — Señalo Michi.
Alce mi mirada y cada porrista sostenía mi nombre, las personas que estaban a mi alrededor me entregaron rosas de color rojas y blancas, el entrenador del equipo de Matt me tomo de la mano y me arrastró hasta el campo en donde estaban todos.
—Acercate, es el momento.— Susurro el entrenador en mi oído.
Las lágrimas querían salir, no podía creer que Matt hubiera planeado todo esto para solo pedirme ser su novio y de verdad, me acerque hasta donde estaban los gorilas de fútbol americano, una luz blanca me iluminaba mientras otra iluminaba a aquella persona que iba a salir entre el medio.
Tape mi boca al ver a Matt arrodillarse frente a mí, en su rostro podía ver lo nervioso que estaba, las personas gritaban mi nombre junto con las animadoras.
Todo el mundo hizo silenció al ver que Matt tomó mi mano y la beso.
—Ariadna Sanders, quiero hacerte una pregunta que cambiara nuestro camino y también cambiara nuestras vidas...— Trago.— ¿Quisieras concerderme el honor de ser mi novia?
No sabía que decir, era obvio que quería ser su novia pero ¿Sera la decisión correcta?... Pero para saberla tienes que enfrentarla con la frente en alto.
—¡Si, Matt quiero ser tu novia!— Grite.
Se levanto del césped, sus manos rodearon mi cintura elevando mis pies del suelo para luego tomar sus labios con los míos envolviéndolos en un beso lleno de felicidad y amor.
—No quiero perderte Ary, nunca mas.— Susurra cuando terminamos el beso.
—Nunca me volverás a perder, Matt.— Bese sus labios.— Ahora ve y da lo mejor de ti para tu novia.— Sonreí.
Asintió, todos volvieron a su lugar, volví al lugar en donde estaba antes con Michi quien sonreía de felicidad y ternura.
—Ya me las olía, tranquila que me las pagaras.— La fulmine con mi mirada.
—No seas tan mala.— Sonríe nerviosa.
Dirijo mi vista hacía Matt quien lleva el balón pero uno del equipo enemigo lo golpea.
—¡Idiota, me las pagaras por golpear a MI novio!— Grite.
Matt me mira y me manda un beso en el aire, las demás personas sonríen con cariño.
El partido ya se había acabado, Michi me había arrastrado para ir a los camerinos en donde estaría su novio a y también mi novio.
—No creo que sea lo correcto Michi, deberíamos de dejarlos descansar.— Hablé.
—No seas tan pesimista.— Habla.
Tocamos la puerta, mis nervios estaban a flor de piel, el entrenador abre y nos ve con cara de querer matarnos.
—Si ves Michi te lo dije.— Gruñi.
—Matt y Mark, sus novias están aquí. — Anunció el entrenador.
Matt salió acompañado por Mark quienes sonreían, mi corazón quería salir Michi y Mark se abrazaron y intercambiaron un poco da saliva mientras Matt me veía esperando quien sabe que.
—¿Vas a dejar a tu novio con los brazos abiertos?— Habla con su familiar voz ronca.
Me acerque a el y envolvi mis brazos en su cuello mientras el me tomaba por la cintura y unía nuestros labios.
—Te amo.— Susurro en mi oído.
—Yo también te amo.— Susurré.
— Deberías de irte ya, el entrenador no querrá que su mejor jugador se quede con su novia haciendo cursilerías.— Habla divertido.— Te veo en tu habitación.
—Esta bien, ya te extraño. — Hable.
Matt beso por ultima vez mis labios para luego ingresar de nuevo a los camerinos, Michi y yo ya nos encontrábamos en nuestras habitación.
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Jugando A Ser Novios.
RomansaAriadna Sanders, una chica de diecisiete años, comete una de sus mayores locuras en una fiesta de su mejor amiga Michi Evans. Conoce a Matt Knight, quien se convierte en su peor juego y en su mayor locura.