Estaba acostada en mi cama esperando a que Matt viniera a verme después de la plática de su entrenamiento, Michi no paraba de hablar por celular con su madre quién ha viajado a Italia por asunto de trabajos.
-¡Ya me estoy empezando a irritar!- Exclamó.
Su madre no dejaba de darle indicaciones para que fuera una gran empresaria como ella, Michi quería ser veterinaria y su madre quería que fuera Gerente de empresas.
-Solo cuelga y ya.- Hable de manera obvia.
Michi asintió y mintió a su madre diciendo que necesitaba y con urgencia al baño.
-Ya me estaba cansando con tantas indicaciones para llegar a ser "la famosa empresaria de la familia Evans", tu misma sabes que mi pasión son por los animales.- Se acuesta en la cama.
-Lo se Michi, solo dile eso a tu mamá. - Me senté a su lado.
-¿Y que se forme la tercera guerra mundial? No, gracias.- Suspiro.
Me quede pensando por unos segundos hasta que tocaron en la puerta.
-Son Mark y Matt.- Aviso Michi con desdén.
Me pare de la cama y camine hasta la puerta abriéndola de enseguida.
-¿Michi?- Pregunta Mark.
-Esta en su cama... Te recomiendo mucha discreción, esta un poco enfadada.- Susurré.
Mark suspiro y entro a la habitación, camino hasta donde estaba Michi y se acostó a su lado.
-Hola, Ary.- Saludo Matt.
-Hola, Matt.- Sonreí.
¿No son novios?... Dios mío tendré que darte unas clasesitas, Ariadna.
-¿Quieres salir un rato?- Pregunta.
Mire en dirección a Michi quién tenía una cara de zombie enojado, camine hasta mi mesita de noche y agarré mi móvil y las llaves de la habitación.
-Si, será mejor dejarlos solos.- Me encogi de hombros.
Matt asintió, salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mí, Matt entrelazo su mano con la mía y luego la enredo en mi cintura para atraerme a el y besar mis labios.
-Creiste que iba a dejar a mi novia sin un beso.- Habla divertido.
-Por un momento si lo pensé. - Sonreí.
Negó su con su cabeza divertido, caminamos hasta el estacionamiento, Matt abrió la puerta del coche permitiendo la entrada en éste, luego el rodeo el carro montándose en la parte del piloto.
-Matt, ¿Si nos dejan salir a esta horas de la noche?- Pregunte.
-Solo deja que yo te guíe ¿Esta bien?- Pregunto.
Asenti dando a entender que estaba en acuerdo con su respuesta, su mano estaba entrelazada con la mía mientras el manejaba.
Llegamos a un estilo de mirador muy parecido al que fuimos por primera vez en nuestra falsa cita.
-Es muy hermoso, Matt.- Bese la comisura de sus labios.
-Lo sabía. - Rió con arrogancia.
Blanquee mis ojos, seguí mirando la ciudad que se podía divisar de aquel mirador. Al lado de Matt me sentía segura de si mismo, lo amaba con todo ni corazón que no me importaba si hace dos años fue el chico que rompió mi corazón en miles de pedazos.
-Te amo, nena.- Beso mi cuello.
-Yo también te amo, amor. -Sonrei.
Sus manos rodearon mi cintura, dejandome por delante y el atrás mío, éramos la única pareja que estaba en aquel mirador.
(...)
-Me gusto mucho nuestra segunda cita, Amor.- Sonreí.
Matt asintió mientras tenía su mirada en la carretera, estábamos de regreso a la universidad.
Después de unos largos minutos, llegamos al estacionamiento de la universidad, caminamos hasta mi habitación.
-Fue un gusto pasar contigo, nena.- Besó mis labios.
-También el mío.- Sonrei.
Unimos nuestras bocas en un beso de despedida, al terminar Matt se fue por los pasillos de la universidad perdiéndose entre ellos, entre a mi habitación y me encontré con Michi llorando.
-¿Donde estabas cuando mas te necesite, perra?- Sollozo.
-Matt y yo estábamos por los pasillos de la universidad, Michi.- Metí un mechón de pelo detrás de su oreja.
-Me siento vacía... - Susurra.
-¿Que paso entre Mark y tu?- Pregunté.
-Se enojo cuando mas necesitaba su apoyo, Ary.- Una lágrimas cayo por su mejilla.
La aferre a mi pecho, enrede mis brazos en su cuerpo, acunandola para que dejará de sufrir por el idiota de Mark.
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Jugando A Ser Novios.
RomantizmAriadna Sanders, una chica de diecisiete años, comete una de sus mayores locuras en una fiesta de su mejor amiga Michi Evans. Conoce a Matt Knight, quien se convierte en su peor juego y en su mayor locura.