Capítulo 16

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Hay un lapso en la vigilia en el que nuestras mentes se sienten flotar entre la bruma, podía sentir mi cuerpo frío y mi mente no era completamente consciente de eso. Cuando se despierta, hay un momento en el que no se sabe nada, como si se tratase de una computadora que se enciende lentamente, así pues, cuando abro los ojos no sé dónde me encuentro, al procesar aquella información me di cuenta de que realmente no lo sé y todo mi cerebro se alerta de inmediato. Veo todo a mí alrededor y sólo hay oscuridad, mis ojos intentan adaptarse y pronto veo todo con claridad.

Es un cuarto, las paredes son de madera, hay diferentes muebles, una silla, cajonera y finalmente donde estoy yo, la cama. Me fijo en mi cuerpo que ha sido amarrado cuidadosamente con diferentes sogas y cadenas, al parecer se pensaron muy bien esto. De repente un flashazo viene a mi cabeza, recordando lo que había sucedido antes, el grito de Zen. 

"Zen" intento llamar en mi cabeza, pero no hay respuesta. Intento meter más en ello, buscando encontrar su consciencia.

—La estás buscando ¿cierto? — parpadeo al escuchar una voz en el cuarto. Abro los ojos de repente y parado enfrente de la cama se encuentra un hombre que me ve con la cabeza ladeada — ustedes los Do, son interesantes — susurra, lleva sus dedos a sus labios — capaces de tener vínculos mentales.

No digo nada, lo mejor es quedarse callado, ya él me revelará sus planes, se nota que es esa clase de persona. Se pone a mi lado, no le veo y me mantengo viendo hacia enfrente.

—Bueno, creo que no dirás nada, está bien, yo tampoco pienso decirte más — se da la vuelta y sale de ahí.

Me quedo un buen rato pensando en lo que sucede, ¿quién es él? ¿qué buscan exactamente? Porque quizá él no me haya dicho mucho pero algo sí noté enseguida, es un vampiro.

¿Qué buscará un vampiro en Zen?

***

Y pasa un día, dos y tres. Mi ansiedad crece a cada minuto, porque no siento a Zen del otro lado, tengo miedo de lo que haya pasado, sé que no está muerta sin embargo lo que me más me desespera es que no haya comido. Si sigue así podría suceder algo muy malo...

Nadie ha venido a verme, ni a dejarme comida, lo que me ha dejado la sensación de que sólo quieren dejarme débil y lo están logrando. Las cuatro paredes de la habitación comienzan a aburrirme y aunque he intentado romper las cadenas, están hechas de un material demasiado resistente, ni mi fuerza puede hacer gran cosa.

Sumando mi debilidad, simplemente no tengo opciones.

No dejo de pensar en que quizá esos lobos nos traicionaron, tal vez todo el tiempo estuvieron de acuerdo con ellos, en hacernos perder el tiempo y finalmente nos dieron a esas personas. Porque si no era así, ¿entonces dónde estaban ellos?

Siento que mis ojos se pierden, los mareos aumentan y no puedo sostener por mucho tiempo mi cabeza, si sigo así me desmayaré. En eso la puerta se abre de un golpe, mis pupilas con dificultas suben a ver de quién se trata y cuando veo su rostro los vuelvo a bajar, no tengo ganas de verle.

— ¿Cómo te sientes? ¿Cansado? — Pregunta él enfrente de mí — supongo que con esa pose no puedes dormir bien y debes tener mucha sed, un humano normal ya se hubiera deshidratado — no alzo la vista y me mantengo viendo mi regazo — ya, entiendo que no me hablarás pero hoy debo trasladarte, creo ya estás listo

Un par de hombres entran al cuarto, todos son vampiros y se encargan de tomarme de los costados, como parezco un capullo no les cuesta moverme. No me opongo, me queda muy poca fuerza como para intentar algo que será inútil, en cambio sigo en silencio observando cómo me sacan al pasillo. Todo se ve viejo, con pocas luces y las paredes tiene moho, hay un aroma extraño en el aire que me hace arrugar la nariz. Algunas luces titilan por lo que hace lucir todo aterrador, como una casa del miedo.

Me llevan hacia el cuarto del fondo que tiene doble puerta como si fuera un quirófano y al entrar me doy cuenta que así es. Mi vista se posa rápidamente en la persona que está en una plancha desnuda.

— ¡Zen! — luego de mucho mi voz vuelve a salir así como mi ira.

Me retuerzo en las manos de aquello hombres, no puedo dejar de verla mientras grito con fuerza. Varios cables y un respirador así como un monitor están conectados a ella.

— ¿Qué le han hecho? — pregunto mientras todos ellos tratan de contenerme. Aquel vampiro se va hacia donde está Zen y la ve tranquilamente.

—Nada, sólo he investigado un poco sobre ella — pasa sus dedos por su rostro — los vampiros de la realeza poseen poderes que me causan intriga

— ¡Quita tus asquerosos dedos de ella! — Le grito y él sonríe mientras sigue haciéndolo.

—En especial ella porque tiene algo que yo quiero — deja de tocarla y se acerca a mí.

— ¿Qué cosa? — mis dientes rechinan mientras lo veo con el único deseo de matarlo.

—A ti Do Kyungsoo — responde mientras toma mi mentón — quiero tu Sangre Real

Mi ceño se frunce. No entiendo a lo que se refiere pero la mirada que me da causa un escalofrío dentro de mí.

Royal Blood / (Kyungsoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora