Capítulo 17

722 100 2
                                    

— ¿Para qué querrías mi sangre? — intento preguntar, él me suelta y luego se da la vuelta.

—Eso no es de tu incumbencia — suelta. Chasquea sus dedos dando la orden a sus hombres de levantarme.

Bajo mi mirada incrédula, ellos me ponen en una plancha a lado de Zen. Observo como ese vampiro va preparando varios cables, se pone unos guantes y apenas me fijo en la bata blanca que usa. Se voltea a verme con una pequeña sonrisa y luego se acerca con un cable en la mano.

—Necesito revisar algo primero — dice y pega un cable en mi sien derecha — creo no te dolerá — sentencia y hace lo mismo del lado de Zen.

Un cable nos une de repente, no entiendo exactamente lo que sucede hasta que oprime un botón en el control remoto que me muestra.

Varias descargas eléctricas comienzan a pasar de mi cabeza a la de Zen, me agito y cierro los ojos con fuerza, no duele tanto pero es como si taladraran mi cabeza. Grito un poco, me niego a caer ante lo que sea que me está tirando hacia una oscuridad. Sin embargo el cansancio ha podido conmigo y pronto estoy yendo hacia donde ese maldito vampiro quiere.

***

Observo todo a mi alrededor algo confundido, alzo la vista hacia el cielo pero no encuentro al sol ni a las nubes, todo parece de un tono anaranjado como cuando atardece. Bajo la vista, varias flores de todo tipo se encuentran regadas en un campo, los arboles se agitan por el aire y a lo lejos veo un castillo, camino hacia él algo confundido.

No parece que avanzo mucho, cuando ya avancé diez metros me detengo algo confundido. Volteo a ver a hacia una arboleda y mejor me dirijo hacia ahí. Al llegar al primer árbol me detengo sin razón, algo me dice que me detenga y así lo hago.

— ¿Quién eres? — una dulce voz suena de repente, veo hacia las ramas del árbol y ahí sentada en una rama me la encuentro por fin — ¿De dónde has salido? — pregunta mientras mueve sus piernas.

—No lo sé — contesto con seguridad, realmente no sé. Ladea la cabeza y luego da un pequeño salto que la hace llegar a mi lado.

—Creo que te conozco — suelta mientras toca mi mejilla — tus ojos...los he visto en algún lado — susurra.

Hay algo en esa pequeña niña que me causa tranquilidad, sus ojos azules se ven bastante cálidos y su cabello rubio casi blanquesino que se agita con la brisa que hay me hace sentir nostalgia. Su vestido rojo se mueve con el viento y por varios segundos sólo estamos los dos.

—Yo también...creo que te conozco — respondo.

En su rostro se dibuja una gran sonrisa, toma mi mano y me jala con ella por todo el campo. Inevitablemente le sigo, sonrío y corro detrás de ella. Las flores se hacen a un lado cuando pasamos, el viento sopla lento lo que hace que el cabello de ella se agite, sus puntas llegan a rozar con mi mejilla causándome cosquillas.

Toma algunas flores y las lanza sobre su cabeza, hago lo mismo sin pensarlo mucho. Toma algunas flores para hacer una corona, la pone en mi cabeza con una gran sonrisa.

—Te ves bien — dice mientras toma mis manos de nuevo y me hace girar con ella por todo el lugar.

Entre risas giramos, su rostro sonriente, yo sonriendo y miles de cosas más se arremolinan es un espiral...cuando caemos al suelo aquella inocencia se ha ido. Por alguna razón comienzo a llorar porque he recordado todo.

—No quiero volver — susurra de repente — no me dejes — se hunde en mi pecho.

—Lo siento, Zen, ¿has estado muy sola, verdad? — Mueve su cabeza sin dejar de hundirse, mi pecho se humedece con sus lágrimas — debemos volver

—No...no quiero volver a estar sola — aquello me parte el corazón, quiero protegerla pero es imposible.

—No lo estarás Zen, espérame por favor, sólo unos años más y yo estaré contigo — alza su vista y me ve con sus ojos llorosos.

— ¿En serio? — Pregunta con la voz quebrada.

—Por supuesto — me levanto un poco y la sostengo entre mis brazos en m regazo — algún día nos volveremos a ver, yo seré algo huraño contigo pero tenme paciencia, no sabré como manejar todo ello — acaricio su cabello y suspiro — sólo ten por seguro que yo te amaré...porque brillas tenuemente, porque eres la persona más fuerte que conozco, así que no dudes nunca de ti, Zen, te convertirás en la mujer más hermosa que he visto

Asiente la cabeza varias veces. Me levanto con ella en brazos y comienzo a caminar hacia aquel castillo, esta vez sí avanzo. Su calidez en mis brazos me hace sentir bien, más completo, ella se ha quedado dormida en mis brazos y yo no hago más que admirar su pequeño rostro, enternecido por toda ella.

Cuando llego a estar enfrente del prominente castillo me encuentro con ella. Me sonríe ligeramente y sé que está feliz.

— ¿Tú sabías esto desde el principio? — pregunto mientras ella toma a la pequeña Zen.

—Algo así, tenía el ligero recuerdo pero no sabía que pasaría por todo esto — responde, se mira a sí misma y sonríe — siento que no he cambiado mucho

—Quizá en esencia no pero realmente te has vuelto todo lo que dije — sus mejillas se sonrojan y verla a las dos me parece casi mágico — comienzo a comprender qué clase de lugar es este y lo que busca ese vampiro

La expresión de Zen cambia, frunce el ceño para luego dejar a la pequeña Zen del pasado en una banca.

—Yo igual, creo que lo mejor será salir de aquí de una vez — dice, asiento ligeramente.

— ¿Sabes cómo?

—Tengo una ligera idea de cómo — sonríe.

— ¿En serio? ¿Cómo?

—Bueno, será algo complicado pero creo que podemos hacerlo — responde mientras toma mi mano.

Comienzo a darme una ligera idea de lo que busca.


Royal Blood / (Kyungsoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora