Royal Blood / (Kyungsoo)

Capítulo 19

— ¡Malditos! ¡¿Qué hacen aquí?! — grita alguien a lo lejos.

Escucho alarmas que suenan a todo lo que dan, luces rojas intermitentes brillan y mis ojos parpadean bastante molestos por eso. Veo a mis lados y con la vista algo movida, veo que son los chicos que han aparecido a rescatarnos.

— ¿Estás bien? — pregunta Hoseok a mi lado quitando el montón de cadenas que me tiene aprisionado.

—Creo que sí — le respondo — ¿Y Zen?

—Ahí — señala hacia donde está Namjoon convertido en lobo, ella está detrás de él y me ve con alivio — vamos, debemos irnos de aquí de inmediato, creo que activaron alguna clase de autodestrucción

— ¿Qué? — me levanto de inmediato cuando las últimas cadenas se van.

Varios vampiros pelean contra los chicos pero no encuentro a mi verdadero objetivo. Me acerco hacia Zen que parece darse cuenta de algo, en cuanto llego a su lado me toca la frente.

—Tienes una luna en la frente — me dice, toco donde lo ha hecho y sonrío.

—Es la marca de que has sido bendecido por la luna — explica Hoseok que se pone en la misma esquina en la que estamos — por cierto, creo que esto es tuyo — me entrega mi espada y me alegro de tenerla en mis manos.

—Perfecto, ahora díganme a dónde se fue ese maldito vampiro loco — les pregunto, se ven entre ellos algo preocupados.

— ¿Por qué quieres saber eso, Kyunggie? — me pregunta Zen algo asustada, suspiro.

—Ese vampiro fue el que mató a mi hermana y debo ir a darle muerte yo — ahora ella es la que suspira.

—Eso ya lo sé pero... es peligroso, apenas pudimos escapar y— tomo su mano, me ve directamente a los ojos.

—Ayúdame Zen, si lo hacemos juntos sé que lo lograremos — me durante algunos segundos en los que piensa aquello, finalmente asiente.

—Háganse a un lado — pide de repente.

Todos los lobos obedecen de inmediato porque su voz ha sonado completamente autoritaria y llena de fuerza. Aquellos diez vampiros que están en su modo demoniaco se preparan para atacar porque Zen se ha puesto enfrente de ellos, no comprendo exactamente lo que hará hasta que siento la corriente.

Es como si toda la humedad del ambiente se fuera, todo se vuelve seco y hay algo, un olor a quemado que inunda el lugar. Me fijo en las manos de Zen, pequeñas corrientes eléctricas le recorren, en el momento justo en que el que esos vampiros se deciden a atacar, un perfecto y letal rayo se forma en las manos de ella.

Lo lanza hacia ellos y todo se acaba en cuestión de segundos. Siento un enorme calor emanar en toda la habitación e incluso los lobos parecen algo aturdidos por lo sucedido. El cuerpo de Zen cae de rodillas, corro hacia ella.

—No te preocupes, sólo me he deshidratado, corre a buscar a ese vampiro — me dice agitando la mano.

—Pero, no has comido en días y

— ¡Corre, maldita sea, ve a matarlo de una vez! — alza la voz, es la primera vez que escucho que dice una grosería.

—Entendido — veo hacia Namjoon — cuídenla — me asiente en respuesta.

Corro a pisando las cenizas de lo que eran aquellos vampiros y cuando doy la vuelta en la puerta, veo de reojo una ligera sonrisa de ella, realmente es muy fuerte.

***

Me encuentro vagando por varios pasillos y mi mente intenta buscar la de ese hombre. Pasan varios minutos en los que sólo estoy pensando en si Zen estará bien, quizá debí quedarme. Aunque la idea de ese hombre intentando escapar y que siga viviendo me consume.

Termino saliendo del lugar, la fría y blanca nieve es lo que me recibe de inmediato. Cuando me encuentro buscando a los alrededores, veo un carro que va avanzando lentamente, sin dudarlo corro hacia ahí y lo primero que hago es saltar encima del carro. Logro mantenerme en equilibrio puesto que se dieron cuenta de lo que estoy haciendo, tomo mi espada y la clavo justo en el cofre del carro, haciendo que del motor salga humo.

Se detiene bruscamente y yo salgo aventado hacia delante. Impacto justamente en un árbol, aquello hace que mi hombro se disloque, eso podría ser mi perdición puesto que sigo débil.

—Vaya, así que te has atrevido a querer hacerme frente — dice ese vampiro mientras sale del automóvil — no creo que sea buena idea teniendo en cuenta tu estado actual

— ¿Cuál estado actual? Puedo hacerte frente cuando quiera —le digo con confianza a pesar de que no es cierto — por cierto, ¿cuál es tu maldito nombre? Quiero saber el nombre del asesino de mi hermana — alza las cejas con sorpresa, al parecer eso no se lo esperaba.

—Supongo que si ese es tu último deseo, podré concedértelo...mi nombre es Kim Junmyeon pero suelen decirme, Suho — de alguna forma su nombre me suena de algún lugar — sí, mi nombre te ha de sonar, he sido famoso por cierto accidente pero bueno, eso no importa

Se acerca lentamente a mí. Me paro lo mejor que puedo mientras sujeto mi hombro lastimado e intento mantener mi espada hacia enfrente.

—Tienes el hombro lastimado — susurra.

—No importa, mi fuerza sigue siendo la misma

— ¿En serio? ¿Luego de no comer por cinco días? — Frunzo el ceño — oh, no te has dado cuenta que pasaron dos días más en ese extraño estado mental

Pienso ello con claridad, puede que sea cierto. Caigo cuenta entonces que Zen ha pasado muchos días sin comer y ha usado parte de su fuerza en usar sus poderes.

—Me pregunto cómo estará tu vampiro porque perdiste tu vínculo con ella, ¿no? No creo que puedas saber si tiene hambre ahora — su maldito discurso me da dolor de cabeza.

— ¿Cómo sabes que perdimos nuestro vinculo? — él sonríe.

—Digamos que lo noté cuando dejó de servir el aparato que inventé para ponerlos en ese estado mental, es muy complicado para que alguien como tú lo entienda — se encoje de hombros — te propondré algo, yo me iré de aquí y tú irás por tu vampira, no creo que puedas pelear de todas formas — gruño un poco.

—Eres inteligente — acepto con todo mi odio — pero no creas que te has librado de mí — jadeo un poco, el cansancio me está poniendo en mi límite.

—Lo que tú digas — dice.

Y así es como dejo escapar a mi enemigo. Rechino los dientes y con la poca fuerza que me queda me voy de ahí, necesito encontrar a Zen.

No se lo esperaban, ¿o sí? Yehet. Ya casi acabamos...