V.

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Justin:

Hace dos años estuve muy mal y caí en depresión. Me dejé llevar por las malas influencias, caí en las drogas, estaba metido en problemas todo el tiempo y no pensaba bien las cosas. Ahora me encuentro muchísimo peor. Por lo menos te tenía a ti. Tú me ayudaste a salir de esa mierda y estuviste ahí siempre, apoyándome incondicionalmente. Sin juzgarme, sin hablar mal de mí, sin reclamarme por todo, sin recordarme mis errores. Fuiste mi soporte. Entonces dime, ¿ahora qué haré sin ti? ¿Quién me sacará de este hoyo en el que poco a poco estoy cayendo? ¿Quién me salvará? ¿Quién se quedará hablando conmigo hasta las tres de la mañana? ¿Quién me dará abrazos y besos sin pedirlo? ¿Quién me aconsejará? ¿Quién me querrá como lo hacías tú?

No existe ni existirá nadie como tú, Loreley.

¿Acaso hay alguien allá fuera que está dispuesta a hacer todo lo que hacías por mí? Lo dudo mucho. No creo que cualquiera aguante todo lo que tuviste que aguantar cuando empezamos a salir en público. Claro, como amigos. Recibiste mucho odio, inventaron muchas porquerías sobre ti, te insultaron en público, dijeron que sólo te querías aprovechar de mi fama. Pero tú nunca fuiste así. Nunca fuiste igual que las demás. Eras diferente, nunca lo dudé. Tu sinceridad y lealtad me llevaron a quererte demasiado. Ocupaste un lugar dentro de mi corazón sin siquiera pensarlo, tú llegaste a mi vida y llenaste ese vacío que sentía en mi pecho.

Y, nuevamente, ese vacío está presente en mi vida. Lo siento aquí en el pecho.

El nudo en la garganta me está matando. Siento... Siento como si me fuera ahogar en un vaso de agua, ¿me explico? Como si me costara respirar. Y cada vez que recuerdo que tú ya no estás en este mundo, quiero gritar. Puedo sentir como mi alma se desgarra por dentro. Jamás había experimentado este tipo de dolor emocional. No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Yo pensé que esto nunca me sucedería a mí, pero estas cosas pasan y no puedes evitarlas. Claro, nunca deberían pasar, sin embargo, pasan y tienes que tragártelo... Así te estés muriendo por dentro, como yo me siento en estos momentos.

Tragándome lo que nunca dije.

Dejando el tema de lado... Sí, claro que recuerdo cuándo y cómo nos conocimos. Fue en una fiesta privada a mediados de marzo o abril. Tú tiraste tu trago sobre mí y una amiga, pensé que me enojaría y toda la cosa, pero cuando vi tu rostro... Olvidé cómo se respiraba. En ese momento, todo a mi alrededor se detuvo y fue como haber visto un ángel. Me pareciste tan hermosa que te invité unos tragos y yo ni siquiera bebía, pero tenía que hacer algo para no dejarte ir. Quería conseguir tu número e invitarte a salir. Aceptaste por cortesía y bebimos muchísimo. También bailamos y nos reímos como dos adolescentes. Una noche inolvidable.

Texteame algún día, te extraño mi Lore.

Text me, I miss youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora