XXXVI.

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Justin:

Debes estar muy feliz, ¿no? Estoy haciendo todo lo que me pediste y creo que no lo hago tan mal; estoy poniendo todo mi esfuerzo para mejorar. Los doctores dicen que me recuperaré pronto. Pero dudo que vuelva a ser el mismo Justin... Después de tanto sufrir, la gente cambia. Ya sea para bien o para mal. Obviamente que yo lo haré para bien porque no quiero causarte más disgustos y bueno... No me gusta cuando me regañas. Me siento como un niño pequeño. Aunque puedes hacerlo si quieres, sabes que te daré la razón. Prometí que no volvería a pelear contigo y lo cumpliré, y lo sé, no puedo verte pero puedo sentirte y sueño contigo casi todas las noches así que puedes regañarme cuando quieras.

Con tal de sentirte, no me quejaré de nada.

Tú sólo sigue aquí conmigo. Quédate y no me dejes otra vez, por favor.

Mi dulce, hermosa y adorable Loreley... ¿Recuerdas cuando bailamos en mi habitación mientras escuchábamos una vieja canción romántica? Era una de tus favoritas. Creo que la cantaba Ed Sheeran. Tú rodeaste mi cuello con tus pequeños y frágiles brazos y yo puse mis manos alrededor de tu cintura. Estábamos tan cerca... Y se sintió tan jodidamente bien. Recuerdo también que me sentí un poco extraño, como si algo nuevo estuviese creciendo dentro de mí y era amor. Yo me estaba enamorando de ti y ni siquiera me di cuenta. Que triste que me haya dado cuenta demasiado tarde. Sé que debería dejar de lamentarme tanto, no obstante, es inevitable pensar en todo lo que pudimos hacer juntos y por mi orgullo se echó a perder. Desgraciadamente, no puedo devolver el tiempo.

Y para poder avanzar, tengo que dejar el pasado atrás. Seguir mi vida.

No pensar demasiado en ti. 

Se me hace mucho más difícil porque todo el maldito tiempo estoy recordándote.

Texteame tan pronto como puedas y veas este mensaje, te extraño. Y te amo mucho, mucho y voy a seguir esperándote, pacientemente. 

Text me, I miss youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora