XXXVIII.

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Justin:

Esa última vez que soñé contigo... Estaba tan sensible. Algo dentro de mí me decía que era la última vez que te sentiría tan cerca. Y fue absolutamente hermoso. Te dije que te amaba. Y que no podía vivir sin ti. Estábamos en una habitación, pintada de blanco y casi todo era del mismo del color, y tú estabas acostada en la cama y yo encima de ti. Te miraba fijamente a los ojos, contemplando tu belleza, memorizando cada facción de tu rostro, acariciando tu piel y amándote. Simplemente amándote. Tú estabas serena, no decías nada... Sólo me mirabas a los ojos. No dijiste nada, pero tampoco esperaba que lo hicieras.

Bastaba con tenerte en mis brazos.

Luego nos arrodillamos en la cama y me abrazaste tan fuerte que ya no me sentí roto por dentro. Me sentí amado. Fue una sensación inexplicable, mi estómago se sentía como fuegos artificiales, tus ojos reflejaban ternura y amor, tu cuerpo se sentía tan cálido junto al mío y mis manos encajaban a la perfección con las tuyas. Rompí los centímetros que nos separaban y te besé lentamente, disfrutando de tus dulces labios como si no fuera a saciarme de ellos. Claro que antes de hacerlo te pedí permiso con la mirada y tú dijiste que sí en silencio. Porque en el fondo, a pesar de que no decías nada, sentías lo mismo. O eso creí. 

Pero no me importaba porque todo se sentía tan real.

Finalmente te estaba amando. Como debí haberlo hecho desde que empecé a sentir ese calor en mi pecho cada vez que te veía. O cuando tú te acercabas demasiado a mí y yo sentía los nervios a flor de piel. O todas esas veces que tú sonreías y yo me quedaba mirándote como un idiota. Preguntándome si eras real o si se trataba de un sueño. Sólo quería tenerte cerca todo el tiempo. Y cada vez que tocaba algún instrumento o escribía la letra de alguna canción, pensaba en ti. Lo primero que se me venía a la cabeza cuando me levantaba por la mañana, eras tú.

Debí haberme dado cuenta que te quería desde el primer momento que sentí mi corazón acelerarse por ti.     
 
Perdón, no pretendía enamorarme de ti pero pasó.

Texteame ahora que tengo tiempo libre, te extraño. Si te dan ganas de buscarme, hazlo, porque yo también estoy con ganas de encontrarte.

Text me, I miss youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora