Perseverancia (KageHina parte 1)

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-Jaja, pero mira el capullo –gesticulo el levantador de karasuno- ¿Necesitas ayuda con el amor? Tu tsukishima esto es nuevo, el "Sin sentimientos" me pide a mí que le ayude... Jaja –dijo con una sonrisa engreída y prosiguió a mirarle ridículamente.

-... -no tenia palabras para decir, estaba perdiendo su orgullo solo por el idiota de Yamaguchi, le frustraba y le enojaba, desvió la mirada con fastidio, cuanto le desagradaba hacer esto, pero no se atrevería a preguntarle a daichi ni a suga, eran sus sempais y tal vez le considerasen patético por no saber resolver asuntos de este tipo "especial".

-Pues estas hablando con un experto... -dictamino con presunción.

-Si claro, dime cuantas veces fracasaste para conseguir a tu "reina" –contesto ante su auto alago con sorna y el otro le miro con irritación, como era propio de él.

-C-claro que no –Pero bien sabia kageyama que le había costado una vida entera y media conseguir que Hinata le viera como él lo veía, fue una ardua labor pero al fin valió la pena- ¿¡Quieres que te ayude o no inepto!? –grito con exasperación.

-No quiero, necesito, así que cállate y sin tanto alardeas de que no te costo nada estar con ese... esa cosa que se considera persona entonces ponte las baterías y ayúdame –El rubio había cruzado el límite de la paciencia de kageyama, una cosa era insultarle y otra muy diferente era que difamase y ultrajase a su pareja en su propia cara.

Le impacto el puño en su cara tirando sus lentes al piso luego de esto tsukishima respondió y los dos se proporcionaron varios golpes, haciéndose daño mutuamente. Luego de un rato de la riña, llegaron varios del club y los intentaron separar.

-¡Kageyama! ¡para ya ahora¡ -entre la multitud se vio a un pequeño chico de cabellos naranjas y escuchar esa advertencia fue lo único que necesito kageyama para que se retirase de ese enfrentamiento, un preocupado Yamaguchi también estaba presenciando la escena pero no hizo nada, juraría que antes hubiera corrido a auxiliar a tsukii, ahora le dolía verle en ese estado, lleno de moretones y sangre, pero no le incumbía si quería olvidar al chico debía evitarlo y eso haría, ignorarle, pretender que nunca existió una fiel amistad entre ellos.

En un aula vacía se encontraba la pareja más problemática de karasuno, nadie sabe cómo se entienden, Hinata curaba con destreza cada herida en el cuerpo de su amado, le cuidaba como si fuera oro.

-Eres un idiota, un imbécil, te pudiste a ver puesto peor, y ya no podrías levantar para mi, por tu culpa se suspendieron los entrenamientos, y también por culpa de ese estúpido de tsukishima – pronuncio su nombre con asco y desaprobación, mientras concentraba toda su atención en un cardenal que había en el ojo de tobio.

-Cállate, no sucedió nada –desvió la mirada furioso, estaba de mal humor y eso nadie se lo quitaría.

-¿Por qué se golpearon? –interrogo el peli naranja y le dedico una mirada llena de desaprobación.

-Te ofendió en mi cara, ¿crees que dejaría las cosas así? Seria patético que no hiciera nada, que antes agradezca que no le propine un golpe mortal.

-¿M-me defendiste? ¿Tu kageyama? –Pregunto asombrado.

-S-si –Evito la mirada de su novio y un sonrojo adorno sus pálidas mejillas, sintió unos débiles brazos que le rodearon fuertemente y el correspondió ante el contacto del más pequeño, y recordó el día en que le había conocido, y las cosas que tuvo que hacer para que Hinata se enamorara de él, fue trágico, desastroso y mágico.

~~Flash Back ~~

Insensato, la palabra perfecta para describir a el hábil rematador de karasuno, el pequeño cuervo de primer año, o como le decía la mayoría "la carnada definitiva", bueno al menos eso pensaba kageyama tobio, estaba confundido, al conocer a Hinata por primera vez en ese partido de la escuela media se sintió desesperado, como podía ese idiota desperdiciar todo ese talento que poseía, esas habilidades, oh, cuanto las envidiaba, y su reacción al verle por segunda vez cuando entro al equipo de karasuno, se había pensado, "ahora no solo tendré que competir con él, tendré que hacerle de mi aliado" no solo tenía que odiarle, también ver su cara todos los maldito días, estúpida suerte la mía, pensó en ese entonces, ya había pasado algunos meses y su forma de ver al señuelo había cambiado por completo, le quería, se había enamorado y es el sentimiento mas jodido del mundo, pero él era el increíble y genial kageyama, ¿quien le diría que no?

Tú eres mi estrella. (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora