Dañino

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Fresas, tsukishima kei amaba las fresas y eso lo sabía muy bien el pecoso, y podría jurar que no importaba si tsukii aun no se mejorara del todo, porque él nunca olvidaría su obsesión por estos deliciosos frutos rojos.

-Mama, ¿podrías hacer un pastel de fresas? –pregunto Yamaguchi a su madre quien se encontraba envolviendo unos chocolates para su padre.

-¡Ah! claro hijo, ¿Por qué de repente te dan ganas de comer pastel? Si mal no recuerdo a ti te gustan los cupcakes de lima –dijo su madre poniendo una mano en su barbilla algo pensativa.

-Sí, pero el pastel es para tsukii, el siempre fue un amante de este bocadillo, tal vez así... pueda recuperar parte de sus recuerdos.

-Aww claro, ya mismo lo hago –la dulce mujer salió casi corriendo hacia el refrigerador para sacar los ingredientes, era muy similar en todos los sentidos a su hijo, física y sentimentalmente, ambos tenían esas hermosas estrellitas adornando su cara, su pecho, su cuello y su espalda, cabello marrón y lacio, ella era de una estatura considerablemente baja, quedando así por los hombros del pecoso, su personalidad, ambos eran dulces y tímidos, eran perseverantes y amaban las cosas que les causara entusiasmo.

Por otro lado el rubio se estaba carcomiendo la cabeza, ¿Qué podría darle a tadashi de San Valentín? El podía recordar bastantes cosas, sin embargo se le dificultaba mucho cuando se trataba del el azabache, solo recordaba las confesión y los momentos juntos, tomo camino hacia un pastelería que quedaba cerca e inspecciono cada dulce uno por uno sin llegarle a parecer atractivo ninguno.

-Malditos pasteles –murmuro viendo los aperitivos, ya molesto por no encontrar uno para tadashi, a lo lejos pudo divisar que recién salían del horno uno pequeños pastelillos si mal no recuerda su madre le dijo que se llamaban cupcakes, olían a lima, el olor se impregno en sus fosas nasales y le pareció casi exquisito, eso le producía una sensación especial y los recuerdos de el comprándole a tadashi cuando salían los fines de semanas, inundaron su mente, compro rápidamente media docena de esos muffins y se los dieron en una caja decorada.

Ese día tsukishima había quedado de ir a casa de tadashi, su madre le dejo en la puerta ya que aun no conocía muy bien el camino.

-Hey tsuki, ¿Cómo te va? –pregunto desinteresado Yamaguchi mientras jugaba con sus dedos por el nerviosismo de tener al megane-kun frente a él.

-Bien –respondió frio como siempre, subieron a la habitación de tadashi, el silencio se volvió incomodo aunque ya era algo monótono entre ellos.

-Hey ... tsukii, y-yo ... feliz san Valentín –susurro avergonzado el más bajo mientras le extendía una pequeña cajita con el pastel que le hizo su madre, un leve sonrojo adorno las mejillas de tsukishima, el no esperaba tal atención de el menor solo por unas semanas de haber recuperado su memoria, las recibió con agradecimiento y desviando la mirada entrego su obsequio en manos de tadashi,

-Feliz San Valentín –susurro audiblemente para el moreno quien sorprendido, sonrojado y feliz recibió los pastelillos.

-¿D-de lima? Tsuki, mis favoritos, ¿Te acordaste?¡ -grito entusiasmado el azabache.

-Sí, no grites –se escucho un lo siento de Yamaguchi, estaba feliz, tsuki se acordaba de él, le había dado algo de san Valentín, cosa que no era propia de él.

Las horas transcurrieron con total normalidad, la hora de partir de kei había llegado pero lel llamada de su amigo le había detenido por unos segundos.

-Tsukishima –Hablo fuerte y decidido.

-¿Qué sucede? –respondió de la misma manera, tardo segundos para que el pecoso volviera a articular palabra.

-¿Por qué te acordaste de mi? ¿Por qué ahora en san Valentín? –se quedo impactado ante su pregunta.

"Porque te amo y me gustaría gritártelo a los cuatro vientos" simplemente no podía decir eso, su orgullo no le dejaba confesarse, ya no tenía el valor que tuvo en ese entonces en el que grito te amo en su cara, lástima que solo sean recuerdos.

-... -no respondió a la pregunta, tadashi le miraba inquisitivamente, el deseo y sus instintos le ganaron a la poca cordura que le quedaba, y es que verle hay tan frágil, sonrojado y con la poca luz que se colaba bajo las cortinas fue el momento perfecto para besarle y así lo hizo unió sus labios de manera dulce y apasionada, Yamaguchi no puso resistencia, necesitaba esto, era diferente a su primer beso, este no era un beso iracundo, era suave ambos llevaban su vaivén, tadashi dulces como el mismo y tsukishima apasionado y deseoso, los roces no estuvieron de mas, cada uno recorrió el cuerpo de el otro con sus manos, las batallas entre lenguas el intercambio de saliva y el ambiente caliente que comenzaba a hacerse presente, tsukishima masajeaba por encima de la ropa los pequeños botones rosas de Yamaguchi mientras este masajeaba el trasero del contrario el primero en ponerse duro fue tsuki, ambos sabían que había gente abajo y por más que quisieran no podían continuar esto se separaron lentamente y respiraron agitado por la falta de oxigeno.

-Tadashi –el primero en hablar fue tsukishima, le miro provocativo mientras recuperaba el ritmo de su respiración.

-kei... -le miro con ganas de mas, pero era simplemente imposible.

El más alto salió por la puerta sin articular otra palabra, dejando a un excitado Yamaguchi, quien se tocaba placenteramente con la imagen de los labios y los movimientos de tsukii, el no fue el único que hizo cosas pervertidas en esa noche de San Valentín.

Al otro día espero a Yamaguchi como siempre, pero este no llego nunca, no asistía al colegio y el no tenía el valor para ir a su casa, ya se cumplían dos semanas y tadashi había desaparecido por completo, escucho a sugawara hablando con daichi, diciéndole que tadashi se encontraba bien, y eso fue lo suficiente para dejar su orgullo e ir a casa de su mejor amigo.

Insistió varias veces en la puerta y luego de un largo rato le abrió la persona que mas esperaba ver.

-vete –estaba perplejo, el no era Yamaguchi, ni lucia como Yamaguchi, parecía un estereotipo de alguien marginado y dañado.

-P-pero tadashi ... -hablo torpemente por la sorpresa.

-Lárgate –le empujo con fuerzas, tirándolo al suelo, cerró la puerta de un azotón, dejando hay a un tsukishima confundido.

Yamaguchi se sentía mal, ¿Nadie podía curar su corazón?, ¿Por qué tsuki jugaba con él? Era injusto, se hacia estas preguntas a diario, tenía que alejarse, mostrarse indiferente y no permitir que le dañaran más de lo que estaba. 

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Tienen el derecho de asesinarme por hacerles sufrir tanto xd, tranquilas ya casi todo se solucionara, en fin, el especial kagehina de san valentin lo subiré de hoy a mañana y el de Daisuga Pasado mañana. 

Para Daisuga habrá Lemon :3 

¿Quiere un poco de lemon en kagehina? :3 

Pdta: La unica sorpresa de el tsukiYama fue el beso, eso es un avance :3 

Tú eres mi estrella. (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora