Especial de Halloween.

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-Esto es verdaderamente ridículo -se quejó el pecoso haciendo un mohín. 

-Pero si te ves adorable -contestó un rubio arreglandole con cuidado las orejas para que no se cayeran. 

-Al menos podrías haberme disfrazado de un gato, no sé, pero de conejo, ¿estás demente? ¡Que vergüenza! 

-Deja el teatro te ves divino -rió con burla al terminar de preparar a su novio para la fiesta de disfraces que se llevaría a cabo en casa de Kenma y Kuroo, estaban invitados todos los de el ex Karasuno y Aoba johsai, era como una reunión de reencuentro pero gracias a que era halloween la temática era ir vestido con algún disfraz. 

-Pero no es justo, tu te ves muy masculino y atractivo con ese disfraz de detective ¿por qué yo tengo que ir así? me parezco al conejo de Playboy. 

-Porque tu mi querido Yamaguchi Tadashi, llegaste tres horas tarde a nuestra cita de aniversario y me quedé como un idiota en el restaurante esperándote, estás castigado. 

-¡Ya te dije que fue por la universidad, además de que  Momo me pidió que la ayudase con ese ramo que no entendía! -le recordó el azabache mirándose al espejo. 

-Maldito el día en el que nació tu amiguita, no la soporto, es tan pegajosa. 

-¿Celos, Tsukii? -el más bajo sonrío divertido mientras apretaba las mejillas de su novio. 

-Tch -el aludido rodó los ojos con molestia y se zafó del agarre de su pequeña fresita-. ¿Y si mejor nos vamos? -ahora el que sonreía era el megane pensando en la cara que pondría Yamaguchi cuando llegaran a la fiesta y todos se quedasen mirándolo. 

-Ash, odio esto. 

Tomaron camino hacia la casa de los ex estudiantes del Nekoma haciendo una que otra broma, al llegar todos los saludaron con amabilidad y hubo uno que otro comentario referido al disfraz de Yamaguchi que no hacían más que poner rojo al pecoso. 

-Oh, pero si es el Rey -dictaminó Tsukishima con una sonrisa cargada de sorna. 

-Ahh, miren es la farola -el pelinaranja defendió a su novio sacandole la lengua al rubio. 

-La carnada no habla -dedicó otra mirada burlona al dúo raro.  

-Hinata, Kageyama -el pecoso corrió a saludar al pelinaranja y le sonrío al azabache. 

-Jaja no me digas que este animal fue el que te hizo disfrazarte así -comentó Tobio haciendo sonrojar a Tadashi.

-No me digas Hinata que fue el animal de tu novio el que te hizo vestirte de lolita -contraatacó el de lentes haciendo sonrojar ahora al pequeño hiperactivo. 

Los más altos se quedaron lanzándose maldiciones mientras Hinata hablaba con Yamaguchi ya que no querían ser participes de las idioteces de sus parejas. 

-¿Por qué Tsukishima te hizo vestirte así? -preguntó Hinata riendo por el disfraz del más alto. 

-Celos, y llegué bastante tarde a la cita de aniversario, y a ti ¿Por qué pareces una niña con ese gran moño en la cabeza? ¿qué fue lo que hiciste para que Kageyama hiciese eso contigo? -le respondió entre risas. 

-Fueron dos cosas también, la primera perdí una apuesta y la segunda... accidentalmente boté su balón favorito al otro lado de la montaña el día que fuimos a acampar -ambos intercambiaron algunas palabra más y decidieron ir por sus parejas para pasar un agradable momento. 

Yamaguchi y Tsukishima caminaron tranquilamente hacia la parte trasera de la fiesta sentándose en uno de los sillones y tomando un par de bebidas en sus manos, observaron a cada una de las personas que habían en esa fiesta, estaban ahí incluso Daichi y Sugawara que ya les habían ido a saludar hace un rato. 

-Todo ha cambiado tanto desde la ultima vez -comentó el pecoso mirando con nostalgia a todos reunidos, algunos bailando, otros tomando, un par discutiendo como siempre y a un chico de cabellos plateados preocupado por todos los ex cuervos del Karasuno. 

-Si, ahora es más ajetreado todo. 

-Me estoy haciendo anciano, Tsukii -el azabache lloriqueó y apretó la mano de su pareja. 

-Sólo han pasado cinco años. 

-¿Sólo? ¿te parece poco? ya casi cumplo los veintiuno, me siento viejo. 

-Yo ya los tengo y no me quejo, escucha, es inevitable que el tiempo pase. 

-Pero ha pasado tan rápido que es como si se esfumara en un momento, hemos estado cinco años juntos y siento como si fuesen sólo dos. 

-Pero nos queda toda una vida juntos, ¿cuál es el afán? -el rubio le dedicó una de esas sonrisas sinceras que sólo tenía para el azabache el cual sonrió y se tiró a los brazos de su amado aspirando su aroma. 

-Hueles tan bien... 

-Aunque tu disfraz sea ridículo tengo que confesarte algo -el megane se acercó al oído del pecoso y susurró coquetamente-. me pone verte así, espera cuando lleguemos a la casa, alístate -dicho eso el pecoso se sonrojo y dedicó una mirada avergonzada. 

-Dios... -se acercó al rostro de su pareja y buscó sus labios desesperadamente, cuando los encontró los beso como si fuese la primera vez-. te amo tanto -susurró separándose por la falta de aire. 

-¿y crees que yo no?, joder Tadashi, eres mi jodida vida -el rubio le abrazó con fuerza y dejó un beso en su cabello, se sentía feliz, eran esos momentos en donde el podía abrirse totalmente al azabache, le amaba tanto que no sentía miedo en expresarlo todo-. también te amo, te amo tanto -le dio un casto beso en los labios y se quedaron en el sillón abrazados, ambos disfrutaban tanto del silencio, ellos no necesitaban mil halagos para sentirse amados tan solo la compañía del otro, sentir su cuerpo contra el suyo en un gesto protector. 

Ambos sabían que no sería el último Halloween juntos, pero si estaban seguros de que sería uno de los más especiales, sellaron su amor con un último beso y se miraron, diciéndolo todo sin tener que decir nada y dándose cuenta por enésima vez que son el uno para el otro. 





Tú eres mi estrella. (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora