Road.

Capítulo 5

-Y tu eres lo mejor que me ha pasado en mi vida- y nuestras bocas vuelven a estar unidas, es la mejor combinación del mundo.
-Te quiero- le digo con un susurro mientras beso su cuello y lo abrazo de éste mientras estamos en el agua.
-Yo más, con toda mi alma.- le beso con dulzura.

Me separo de él un instante y le salpico agua.

-¡Ey!¡Te la voy a devolver!
-¡Ven hasta aquí si puedes!

Cuando está viniendo hacia mi...

-¡Ah!- grita de dolor
-¡¿Qué te pasa?!- voy hacia él lo más rápido que el agua me lo permite.
Cuando llego hacia él tiene la cabeza bajada, le cojo la cara y se la levanto, se está riendo, mejor dicho, se está partiendo.

-Joder Jack, ¡me has dado un susto!
-¡La venganza, nena!- me dice riéndose

Me coge de la muñeca y se acerca aun más a mi y me coge del culo de nuevo mientras me besa. Cuando menos se lo espera lecojo yo a él también del culo.

-Vaya culo tienes, nena- me sonrojo.
-Tu no te salvas- le muerdo el labio inferior.

Me enrolla mis piernas a su cintura y me lleva a la superficie, allí nos secamos con las toallas.
Una vez que me he secado le digo que voy a cambiarme mientras él se cambia también. Cuando ya estamos los dos vestidos nos reunimos.

-Vamos, nena, se está haciendo tarde.
-Vamos.

Volvemos por el camino que nos ha llevado hasta aquí y volvemos al coche, le doy mis llaves para que conduzca, ya que no me sé el camino de vuelta a la residencia.

-¿Cómo te lo has pasado, nena?
-Muy bien Jack.- le digo dandole un beso.
-Bien, me alegro.
-Te quiero.
-Yo más.

Me pone su mano en mi muslo, me quedo dormida mientras regresamos a la residencia, ha sido un día muy largo y de muchas emociones nuevas. Me gusta esto. Y espero que no se acabe nunca.

-Nena, despierta- me dice en un susurro sobre mi cuello, pero mi cuerpo me impide moverme, está demasiado cansado. Oigo cómo se abre y cierra la puerta del asiento del conductor, y a continuación se abre la mía. Me desabrocha el cinturón y me coge con los brazos de manera que mi cabeza se apoya en su pecho, cierra la puerta con el pie, lo que me produce una sonrisa. Oigo cómo se abre la puerta de mi habitación; supongo que habrá cogido la llave de la mochila de las toallas que estaba en el maletero. Me deja en la cama y me echa una manta.

-Voy a por las cosas del coche.

Me quedo callada, he gastado toda mi energía hoy en el lago.
Después de diez minutos estoy levantada y se abre la puerta, es Jack con la mochila.

-He cerrado el coche, tranquila.
-Vale- me levanto hacia él y le beso.
-Te quiero- me coge de las caderas.
-Y yo.-le digo con una sonrisa de oreja a oreja.-Oye, por qué no me has despertado?- Estaba como en un trance mental pero me podría haber levantado.
-Estabas preciosa durmiendo, nena.- me dice con su sonrisa y dientes perfectos.

<<Le quiero demasiado, no puedo negarlo, pero esta pregunta no deja de repetirse en mi cabeza: ¿Irá a más?>>

-Nena, voy apedir pizza ¿vale?- me dice dandome un beso en la mejilla y llevandose el movil a la oreja para llamar a Telepizza.
-¡Vale!- le digo muy ilusonada.

Veinte minutos después el telepizzero ya está en la puerta de mi habitación con una pizza de jamón york en la mano. Jack es el que paga, como siempre: no me deja pagar, tiene un trabajo en una librería.

-¡A comer, Mariam!- me llama desde la puerta.

Nos sentamos en la cama y cenamos mientras vemos una peli, El diario de Noa. Es mi segunda película favorita. Cuando terminamos de cenar nos metemos en mi cama y nos damos caricias, abrazos y besos mientras nos quedamos dormidos viendo la película.

Por la mañana me levanta con besos por el cuello subiendo lentamente hacia mi boca, haciendome cosquillas en la espalda y agarrándome por el torso.

-Buenos días, nena.
-Buenos días Jack- le beso en la comisura de sus labios lentamente hasta llegar a su boca donde nuestras lenguas se dan también los buenos días.

-¡Buenos días chicos!¡Toma, he ganado la apuesta!¡Sabía que iban a estar juntos!- dice Ashley gritando a pleno pulmón.
-¡Joder ahora te debo cinco putos pavos!- le responde Samanta.

Jack y yo nos reímos y nos escondemos debajo de las sábanas a seguir durmiendo, nos duele la cabeza un montón será de todo el jaleo de ayer. Mientras Ashley y Samanta nos dicen dónde han estado y que han hecho.

-Ayer salimos de fiesta, nos invitaron unos amigos a su apartamento- dice Ashley matando a Samanta con la mirada.
-¡Ashley se folló a un tío!- dice a modo de altavoz y con un tono de niña pequeña chivandose a su profesora de parvulitos.
-¡Joder, Samanta callate!
-Lo siento, fue muy divertido observarlo con Carl- ríe Samanta.

-Vaya dos- decimos al unísono debajo de las sábanas.

-Bueno chicos vamos al bar de abajo a desayunar, si bajáis estaremos allí.
-Vale, luego bajaremos.- le dice Jack con su voz soñolienta y grave es tan sexi. Está sin camiseta y en boxer, joder, ¿que más puedo pedir?

<<Que salga contigo>> me recuerda mi subconsciente.

Tras unos besos y caricias, nos levantamos y nos vestimos.
Jack baja al bar a por unos cafés y unas tostadas para llevar, si, en este bar se puede hacer eso; mientras yo recojo el cuarto y hago la cama.
Diez minutos después ya está en la habitación de nuevo con el desayuno y nos sentamos en dos sillas junto al escritorio para desayunar.
-Está muy bueno Jack- le digo sonriendo.
-Pues igual que tu, nena- me sonrojo al oír sus palabras- ven aquí anda.

Me acerco a él y le doy un beso largo. Recojo el tetrabrik y los vasos de poliestireno de las tostadas y de repente me da un cachete en el culo.

-Me encanta tu culo, nena- le sonrío.

Me vuelvo a sentar en la silla junto a él.

-Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Claro, nena.
-¿Qué pensaste cuando me viste y me fuistes conociendo?