Road.

Capítulo 10

Domingo
Me despierto de la siesta por los ronquidos de Jack, he de decir que aunque sean ronquidos, son los mejores ronquidos que he oido en mi vida. Jack esta pegado a mi garrandome por el estomago <<se le notan un montón sus músculos>> como una garrapata, es tan mono. El pelo rubio le cae sobre su frente haciendo que poco a poco abra sus preciosos ojos verdes.<<Se le notan un montón sus músculos>>.

-Jack, mañana es Lunes recuerda que tenemos que ir a la universidad.

-Joder, es verdad. ¿Tienes la ropa o tenemos que ir a tu casa?

-Pues la verdad que no tengo camisetas limpias, me podrias dejar una tuya y no tendríamos que ir

hasta la residencia.

-Vale, voy a por ella- se levanta adormilado dando pequeños tumbos hacia la habitación.

<<Pobrecito mío>>.

-¿Te gusta esta?- levanta la camiseta en la que ponía Nirvana.

Ese grupo me encanta, soy más de rap, pop y un poco de rock y heavy metal.

-¡Sí! Me encanta ese grupo Jack.

-¿Sí? Entonces me alegro de haber acertado, nena.

-Y ¿a ti te gusta Nirvana?

-Es uno de mis grupos favoritos, si no, no tendría esa camiseta, nena. Anda, vístete a ver cómo te queda.

-Voy- le digo con una sonrisa.

Antes de levantarme me da un apretón y un beso; me encantan sus suaves labios. Cuando rozo la piel de sus labios es como adentrarme en un nuevo universo desconocido lleno de sensaciones, donde las estrellas fugaces vienen y van y mientras nuestras almas tratan de reencontrarse en ese universo tan perdido.

Diez minutos después ya he terminado de vestirme del todo.

-Venga, nena, que tardas un año luz en vestirte.

-¡Ya casi estoy!- le digo atándome el cordón que me queda y mientras riéndome a carcajadas.

Oigo cómo puede reírse, su risa es puta droga, es esa droga que me daría igual tener el mono, lo necesito y mucho.

Salgo por el pasillo y lo veo sonreír con los ojos cerrados.

-Por fin, amor- me dice sonriendo aún más.

-¿Que tal me queda?

Me metí la camiseta dentro del pantalón. era demasiado larga.

-Date una vueltecita para mí, nena.

Le hago caso y doy una vuelta en mi sitio.

-Madre mía, nena; cómo me pones joder.

Viene hacia mí y me coge del culo mientras me besa, acto seguido me levanta y me pega contra la pared mientras me hace chupetones en el cuello.

Da pequeñas embestidas contra mí, joder, estoy a tope, ¿cómo cojones es que me ponen tan rápido y tanto?

De la pared vamos al sofá. Me quita la camiseta y los pantalones y me toca las tetas mientras estoy debajo de él, es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Jack es lo que me alegra la vida, definitivamente, lo amo demasiado, es un amor rápido pero intenso. Es como volver a revivir de las cenizas, como el ave fénix.

Empieza a rozarse conmigo y cada vez queremos ir a más y más.

-Joder Mariam, no sabes cuanto me pones- y me da un pequeño cachetazo en mi culo descubierto.

-Y tu a mi Jack- empezamos a gemir ligeramente, esto tenía que ir un poco más allá, no podemos con el calentón que nos estamos dando- Jack, quiero hacer algo, joder, me esta dando un calentón.

-Y... ¿qué quieres hacer?¿quieres empezar por algo básico?- le costaba decirlo por el roce y el calentón.

-Sí, por favor.

-Eso está hecho, nena.

Ahora mismo estoy en ese momento de elegir qué quiero hacer, tengo diecinueve años y soy una santa ó tener diecinueve años y empezar ya.
Creo que elegiré la segunda opción, ya está bien de ser la santa.

Jack me lleva a su dormitorio y me tumba en la cama de matrimonio.

-¿Quieres que empiece, nena?

Respiro hondo y asiento.

-¿Estás segura?

Asiento de nuevo, no quiero decir nada porque si no me podría echar para atrás y esa no es la meta de la segunda opción.

Jack me baja lentamente las bras mientras me mira a la cara, menoS mal aue ayer me dio por depilarme mientras me duchaba...
Estaba muy concentrado en mi cara hasta que se fijo en mi parte baja. Se quedó de piedra.

-Joder Mariam, lo tienes como a mi me gusta- me dice mientras se le ponen los pelos de gallina.

Yo me sonrojo al segundo.

Jack también se quita los boxers.

-Para que tengas un poco de excitación, no quiero ir tan rápido aunque tengas diecinueve años.

Y joder si era excitante, era lo más excitante aue había sentido y visto en mi vida.

Jack empieza a meter un dedo y lo mueve suavemente hacia dentro y hacia fuera. Despues de cinco movimientos así, empiexo a sentir mariposas en el estómago. Joder eso era lo más placentero y sólo había metido un dedo, poco a poco metió dos dedos y así hasta tres o cuatro, había perdido ya la cuentas de tanto placer que estaba recibiendo por parte de él. Sus dedos eran magia Po ura me hacian sentir genial. Desdepués de unos minutos iba a llegar al cielo. Ya habia empezado con los orgasmos y la corrida.
Este momento no lo olvidaré jamás.

-¿Qué tal, nena?- me dice mientras cae rendido en la cama.

-Lo mejor que he vivido sin duda- me sentía como flotando en una nube sin preocupaciones y con Jack haciéndome dedos.

-¿Lo mejor? Tu espera a que esto vaya a más, vas a delirar.

Despues de un rato tumbados en la cama decidimos cenar algo ligero.

-¿Quieres que cenemos ensalada?- me dice con una sonrisa mientras estamos en la cocina pensando qué hacer.

-Me parece bien.

Empezamos a preparar la ensalada juntos, él detras mía cortando la lechuga y yo delante conrtando el tomate ya que él es muy torpe y no sabe.

Cenamos y nos acostamos, ese día habia sido muy intenso para los dos. Teníamos que descansar para mañana ir a la universidad.

Lunes

-Joder Mariam estás guapísima con mi caniseta y muy sexi además.

-Gracias, amor, te quiero.

-Yo te amo, mi vida- me dijo dandome un beso en la boca- por cierto, el viernes te esperan más clases como las de ayer- me dice con una sonrisa pícara mientras me acaricia el cuello con las dos manos.