Road.

Capítulo 8

Acabo de despertarme, Jack esta a mi lado agarrándome la mano mientras duerme. Le empiezo a acariciar el pelo, me encanta su pelo, rubio, largo y algo alborotado de haber dormido. Es mi puta kriptonita conjunto con sus ojazos verdes claros. Todo su cuerpo y su alma es mi kriptonita.

<<La puta kriptonita de mi vida>>.

<<Mañana de sábado, las once y media, hoy podré descansar todo el día de la semana tan dura que he tenido en la universidad>>.

Jack se ha despertado.

-Buenos días, mi vida.

<<¿Mi vida?, eso es nuevo>>.

-Buenos días Jack.- le digo acariciándole el pelo y besándole en los labios.

Ashley se ha ido con Axel a su casa a dormir unos días, por eso Jack se ha quedado aquí toda la semana.

-Nena, esta noche tengo una sorpresa para ti- <<¿cómo?, ¿me va a dar una puta sorpresa?>>- pero para ello, necesito que pasemos todo el día juntos, creo que te va a gustar.

-Vale, pero todavía quiero seguir aquí en la cama contigo un rato, anda.- le digo enterrando mis dedos en su pelo y haciendo que nuestras lenguas se den los buenos días.

-Bueno, vale- me dice besándome la frente- súbete encima mía, anda, que tengo frío.

-Venga, vale- me despego de mi lado de la cama, me subo encima de su cuerpo y me tumbo, él me abraza y me aprieta contra él. Empieza a darme mordisquitos y besos por el cuello; yo le acaricio su pelo rubio, es mi debilidad.

-Te amo, nena.- <<Joder, y yo también, no sabes cuanto>>.

-Y yo, mi vida- le digo riéndome en sus labios.

-¿Mi vida? ¿Eso es nuevo, no?-<<Y que lo digas>>; me sonrojo un poco.-Me encanta tu sonrisa, nena.

-¿Y a mi la tuya no?- le beso de nuevo.

Y nos quedamos dormidos hasta las dos de la tarde. Todavía sigo encima de él, noto cómo me acaricia el pelo.

-Nena, hay que levantarse para nuestro día.

-Vaaalee...-le digo arrastrando las palabras a causa del cansancio.

-¿Y ese "vaaalee..."?- me dice riéndose mientras nos vestimos para ir a comer.

-Estoy cansada...-le digo con una media sonrisa.

-Tranquila, ahora se te quitará el cansancio mientras comemos en el chino.

-¿Me vas a llevar a un chino?- le dije muy ilusionada.

-Si, ¿nunca has ido a un chino?

-Nunca.

-Pues hoy es tu día de suerte, nena.

Cuando ya estamos listos bajamos al parking y nos subimos en su coche. Antes de que yo pueda abrir mi puerta alarga la mano y la abre por mi.

-Pase señorita- me dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Le sonrío y entro en el coche. Una vez dentro los dos arranca y me pone la mano en mi pierna, <<me encanta>>.

Llegamos al restaurante chino, la comida estaba buenísima, pedimos shushi, arroz a las tres delicias... demasiadas cosas. Él insistió en pagar, es así, cuando se pone cabezota no hay quien le diga lo contrario.

Salimos del restaurante y subimos al coche.

-Ahora vamos a ir al cine, ¿te parece?

-Me encantaría- le digo con mucha ilusión, hace mucho tiempo que no voy al cine, desde que mi madre murió no he pisado un cine.

Jack conduce hasta el cine, hacemos cola para entrar, compramos algo para comer y entramos a la sala. Hemos entrado a ver "the revenant". Subimos a nuestra fila, hemos cogido la más alta, nos encanta ese sitio.

Cuando acaba la película la comentamos, parecemos putos frikis hablando. Pero me encanta, tenemos una conexión increíble.

Salimos del cine y ya son las nueve.

-Hoy no vamos a dormir en la residencia, nena.

-¿Y, dónde vamos a dormir?- le digo un poco extrañada.

-Ya lo verás.

En ese momento los nervios y el miedo me invadían por dentro, como un virus que a cada paso que da infecta todo. Y él se había dado cuenta.

-Tranquila, nena, no te voy a violar ni nada parecido- me dice riéndose a más no poder.

Entonces yo me relajo al instante, además, es imposible que él no hiciera algo así.

-Ya lo se cariño- me empiezo a reír ligeramente.

-¿Cariño? Al parecer hoy estás innovando.

-Joder, Jack eres de lo que no hay-me sigo riendo.

Empezamos a contar historias graciosas de nuestra infancia y entre historia e historia me quedo dormida.

Una hora después ya hemos llegado a ese tal sitio, y hemos aparcado en un parkining. Salimos del coche y entramos a un edificio.

<<No puedo creer que este edificio sea el que creo que es>>.

Subimos las escaleras y llegamos a la puerta 2.B

Jack abre la puerta con su llave. <<Vale, sí, es su casa>>.

-Pasa, nena.

Paso por la puerta y miro todo a mi paso, tiene los mismos gustos que yo, casi todo negro.

-Con que tu piso, ¿no?

-Si, esta un poco desordenado- me dice sonrojado, había un boxer tirado en el suelo.

Me empiezo a reír con ganas mientras los recoge rápidamente. <<Me encanta>>.

-Muy bonito todo Jack- le digo sonriendo.

-gracias, gracias- me dice riendose.-Bueno, ¿tienes sueño?

-Todavía no.

-¿Quieres que veamos la televisión mientras comemos palomitas?

-Vale.

-Echate en el sofa y ponte cómoda, voy a hacer las palomitas.

-Vale Jack.

Al cabo de unos diez minutos Jack sale de la cocina con las palomitas en un cuenco.

-Nena, voy a ponerme el pijama te dejo una camiseta mía.

Jack va a su habitación y me trae una camiseta negra. Él se va a ponerselo en su hanitación y yo me la pongo en el salón.

Para cuando he terminado él sale de la habitación.

-Madre mía, nena, estás buenísima- me dice mirandome lo poco de culo que queda al descubierto por culpa de la camiseta.

-Tu tampoco estás mal- un bulto ha crecido debajo de su pantalón.

Se mira el bulto un poco avergonzado. <<¿Tanto le pongo?>>

Jack se tumba al lado mía mientras nos quedamos dormidos viendo la tele. Un rato después noto como Jack me coge en brazos y me lleva a su cama junto a él. Una vez metidos en la cama oigo un susurro.

-Buenas noches, mi vida, mañana sabrás la sorpresa.

La luz me despierta y a la vez me ciega, decido levantarme de la cama e ir a desayunar.
Cuando pongo un pie en el suelo noto algo frío, es un papel: "sigue el rastro de corazones".

<<No queda más remedio>>. Sigo el rastro de corazones hasta el salón, cuando llego al final, encuentro algo escrito con los corazones: "¿Quieres formar parte de mi vida?"

Jack estaba en frente mirandome con esos ojos verdes esmeralda.

-¿Y bien, nena?