Capítulo 13

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Intento correr con los tacones de doce centímetros que me estan matando los pies hasta el coche, cuando logro entrar en la parte del conductor meto las llaves corriendo y empiezo a conducir hacia la fiesta guiada por el GPS del coche.

-Ashley, ¿puedes señalar el destino mientras vamos a la gasolinera?- me estaba quedando sin gasolina así que tengo que hacer una parada obligatoria en la gasolinera.

-Claro.

Mientras echo la gasolina, Ashley ya ha marcado el destino y además me mete prisa porque quedaban diez minutos para que empezara la maldita fiesta. Nunca he ido a una fiesta como esta, sería la prinera vez y estoy algo nerviosa porque no estoy acostumbrada a ver tantos borrachos apelotonados en una casa. Llegamos a la casa en donde ya hay un par de borrachos tan solo a las ocho de la tarde.

-Joder, ya hay borrachos...

-¿Y qué pasa, Ashley?

-Pues que nada más llegar ya nos van a dar por culo porque estando borrachos hasta se fijan en un orco de mordor.

-Qué bien- digo irónica.

-La casa está llena.

-¿Cómo lo sabes?

-Se ve a través de las ventanas.

Cuando me fijo en las ventanas hay una gran cantidad de gente apelotonada. Gente apelotonada más alcohol, no es que sea muy buena mezcla en mi opinión.
Entramos a un ritmo ligero en la casa, nada más entrar está el anfitrión de la fiesta, Connor.

-Hey Ashley, ¡sientete como en tu casa guapa!- dice Connor siendo amable con Ashley, cuando derepente, sus ojos miran fijamente los míos haciendome sentir incómoda.

-Hey Mariam, pensaba que no vendrías.

-Y, ¿eso por qué?

-No sé, pensaba que este no era tu estilo, bueno divierte- me dice con una sonrisa timida.

-Eso haré- le dirigí la palabra con una expresión de maldad.

La gente cree que soy una niña mimada, aburrida o algo por el estilo ¿no? Bien, van a saber quién es Mariam Morgan.
Di una vuelta por toda la casa para no perderme cuando estuviera muy borracha.
Fui al salón, había una mesa con un montón de botellas y vasos de plástico en forma de tubo. Cogí la primera botella que vi y vertí el liquido en todo el vaso conjunto un poco de cocacola.
Era lo más fuerte y a la vez dulce que había probado en mi vida.
Seguí y seguí bebiendo dando vueltas por la casa para encontrarme con Ashley, al cabo de media hora la encontré mucho mas borracha que yo y ligando con un tío, que por cierto, estaba buenísimo.

-Heeeeeeeey, ¡Mariaaam! ¡Sientate con nosotros anda! Mira este es Jona.

-Hey, Mariam- me saluda con una sonrisa, gracias a Dios que él no esta tan borracho como nosotras.

-¿Qué paaaasa, tía? Hooola Jonaa- digo arrastrando las palabras riéndome como si estuviera loca.

Me siento de golpe en un sofá cercano en el que todavía tenía contacto visual con ellos, derepente noto que el sofa me quema el culo pero no le doy importancia. A los dos minutos no aguantaba. Me levanto del sofá y noto cómo mis piernas dejan de tener fuerzas y finalmente me desplomo con la suerte de darme en la cabeza con una mesa de cristal.

Me despierto en mi cama con el pijama puesto y con un gran dolor de cabeza.

Entro al salón y veo a Ashley tumbada en el sofa junto a Jona durmiendo, y también veo a alguien que no esperaba ver.

-¿Connor? Que cojones...- digo mientras me restriego las manos contra los ojos.

-Es una larga historia, si quieres que te la cuente sientate.

Le hice caso y me senté junto a él para que me contará qué cojones había pasado y por qué estaban ellos allí, bueno, lo de Jona lo entiendo un poco, ¿pero Connor? ¿qué hace Connor aquí?

-Yo no soy de emborracharme cuando la fiesta es en mi casa, sólo bebo poco. Y decidí dar una vuelta por la casa para ver si estaba todo bien y bueno pasé por el salón justo cuando te ibas a levantar. En segundos te desmayaste en el suelo y te diste en la cabeza con la mesa de cristal.

-Joder.

<<Ahora ya sé por qué me dule la cabeza>>.

-Jona me avisó de lo sucedido y como no podía controlar a dos borrachas y una de ellas con una brecha en la cabeza, fui a ayudarle.

En ese momento me toco la cabeza y noto una enorme cicatriz.

-¿En serio?

-Sí, tuviste un coma etílico.

-¿Cómo?

Joder podría haber muerto, ¿en qué coño estaría pensado?

-Pues eso, lo que oyes, me debes una, te salvé la vida.

-Mmm esto, gracias, en serio.

-No hay de qué para eso estamos los amigos. Y sí ya te voy conociendo más gracias a que tuve que ponerte el pijama.

En ese momento me sonrojo lo más posible.

-Que no te de vergüenza, anda- me dice en un susurro seguido de un beso en la frente.

<<¿Qué cojones?, en fin>>

Voy a por una pastilla a la cocina debido a mi querida brecha en la cabeza.

-Me dijo el médico que te lo cures una vez por día.

-Vale, muchas gracias.

Cuando me tomo la pastilla decido ir a curarme la brecha.
Pero cuando intenté curarla no podía verla bien.

-Joder...- suspiré.

-¿Te ayudo?- me dijo Connor.

-Sí, gracias.

-Vale, trae que te ayude.

Le di el algodón con desinfectante que había preparado.

-Menos mal que te he ayudado, no quieras ver esto.

-Joder, ¿está muy mal?

-Bueno, no está tan mal. Tu estás muchísimo mejor.

Me sonrojo al instante por lo que me ha dicho.

-¿Qué pasa, Mariam?- me dice con tono de burla.

-Nada, nada.

-Bueno, pues esto ya está.

-Gracias Connor.

-Nada, deberías ir a descansar por lo del coma etílico.

-Ah sí, estoy fatal.

-Bueno, descansa pequeña alcolica.

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