Pasaron dos semanas desde que conocí a Sebastián, estaba en mi casa cuando me llego una solicitud de amistan por Facebook de él, lo acepte y de inmediato me comenzó a hablar.
*Conversación por FB.*
Sebastián: hola.
Emily: hola >_<
Sebastián: ¿estas enojada?
Emily: nop.
Sebastián: ¿y por qué la carita?
Emily: nomas, me gusta esa carita.
Sebastián: no, estas enojada!
Emily: noooo!
Sebastián: no me grites.
Emily: no te estoy gritando :P
Sebastián: prepotente.
Emily: ¿eso qué?
Sebastián: pues estas enojada.
Emily: que no!
Sebastián: no me grites, prepotente.
Emily: que no.
Sebastián: jajaja, oye, ya me voy.
Emily: oki.
Sebastián: al ato, prepotente.
Emily: al rato, no me digas así, carajo!
*Fin de la conversación.*
Al día siguiente en la escuela nuestra "discusión" fue la misma, me seguía llamando prepotente y yo me seguía negando aceptaron. Así me jodio durante días.
Un día yo no me sentía emocionalmente bien, tenía problemas en mi casa y muchas cosas en las que pensar referentes a la escuela y últimamente veo a Christian en todas, todas partes -eso es imposible, el ya no está aquí- me repetía una y otra vez. Desde que el murió yo me corto más seguido, veo más claramente los recuerdos del pasado, esos que tanto he querido borrar de mi mente, ya no tengo a nadie a mi lado, nadie en quien confiar, nadie que me entienda, nadie como Christian.
Ese día fue al muelle de la escuela, había algo así como un puente así que fui y me sete en la orilla, saque mi navaja y comencé a cortarme, de repente sentí que alguien se acercaba, cuando guarde la navaja, ya era tarde, ese alguien estaba detrás de mí, mire hacia arriba y era Sebastián, se sentó a un lado de mí y comiso a hablar conmigo.
Sebastián: ¿por qué lo haces?
Emily: cosas- dije mientras escondía el rostro con mi cabello-.
Sebastián: no está bien hacer eso.
Emily: tú no eres nadie para juzgarme o decirme lo que está bien o está mal.
Sebastián: mira- me enseño sus muñecas, tenía algunas cicatrices- yo también lo hacía tenía problemas con mi mama, bueno aun los tengo.
Emily: ... - solo me quede callada mirando hacia el agua-.
Sebastián: te contare...
Emily: no tienes que contarme si no quieres.
Sebastián: pero, quiero contarte.
Emily: e...está bien te escucho.
Sebastián comenzó a contarme su historia, mientras yo solo callaba y escuchaba, cuando termino su historia me dijo.
Sebastián: no tiene sentido cortarse, no te lleva a ningún lado, solo te lastima más.
Emily: pero me ayuda a calmarme y a distraerme de mis pensamientos.
Sebastián: si, pero eso no hace que tus problemas desaparezcan.
Emily: mmmmm
Sebastián: ¿por qué lo haces?
Emily: ... -Me quede callada unos momentos, pensando si contarle o no-.
Sebastián: este bien, no tienes que contarme si no quieres.
Emily: lo are, tú me contaste tu historia, lo justo es que yo te cuente la mía, además hay algo que me dice que puedo confiar en ti.
Subastan: si, confía en mí, te escucho.
Comencé a contarle todo lo que me ha pasado, hasta el más mínimo detalle como el hiso conmigo, por primera vez en mucho tiempo sentí que podía volver a confiar en alguien. Cuando termine la historia el hablo.
Sebastián: has pasado por mucho, no sé cómo logras soportarlo.
Emily: tú también has pasado por cosas duras.
Sebastián: entonces estamos igual de jodidos jajaj.
Emily: jajaja, parece que sí, ¿puedo pedirte un favor?
Sebastián: si, ¿Qué es?
Emily: no le digas nada a nadie.
Sebastián: descuida no se lo diré a nadie, puedes confiar en mí.
Emily: está bien.
Sebastián: tú tampoco digas nada de lo mío.
Emily: no te preocupes, nunca diría algo, tú también puedes confiar en mí.
Sebastián: lose, bueno vamos a clase antes de que nos regañen por llegar tarde.
Emily: es cierto, lo había olvidado jajaja vamos.
No levantamos y nos fuimos cada uno a su respectiva clase.
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la vida de una suicida
Randomesta es la historia de Emily, una chica q ha sufrido y pasado por momentos muy duros.