*descripción de nuevo personaje*
Jesús: 1.65 de alto, rellenito, moreno, ojos cafés oscuro y cabello negro y corto.
*fin de descripción*
Seguí contándole más cosas a Sebastián y el amo, como en la escuela era el único lugar donde nos mirábamos y la mayoría de los alumnos eran muy molestos y nonos dejaban hablar a gusto, Sebastián y yo nos íbamos a detrás de la brigada viejas (la escuela es internado para hombre y las brigadas es donde duermen, pero esas ya no las usaban solo a veces como almacén) y ahí platicábamos de todo.
Paso cerca de un año, era principios de febrero otra vez, y ya estábamos en tercero de secundaria, estaba hablando con Sebastián detrás de las brigadas, me doy cuenta de que lleva rato intentándome besar, pero yo no me he dejado, sigue intentándolo hasta que yo me canso y dejo que me bese, después hago como si me lo hubiera robado y le pregunto.
Emily: ¿Por qué lo has hecho?
Sebastián: ammmm, la verdad fue porque un amigo me lo aposto, lo siento
Emily: mmmm, esta bien.
Sebastián: y no era solo uno.
Emily: ¿Qué?, ¿Cuántos son?
Sebastián: ammm, 10 – dice algo apenado mostrándome los dedos de la mano.
Emily: ¿enserio?
Sebastián: no, son solo 5.
Emily: está bien.
Después me comenzó a besar me dio 7 besos, y después se levanta y dice.
Sebastián: lo siento me pase.
Emily: ya me di cuenta, vámonos nos regañaran por llegar tarde.
Sebastián: cierto, ammmm y ¿no quieres otro?
Emily: ammm, no- dije con la cabeza abajo.
Y parece él no me escucho porque me volvió a besar cuando ya casi nos íbamos del lugar donde estábamos.
Emily: te dije que no.
Sebastián: ¿enserio?, no te entendí jaja, pero te gusto.
Yo solo baje la cabeza ya que me había puesto un poco roja y pensé – no es el beso, es quien lo da- después el entramos a la clase que nos tocaba.
*al día siguiente*
Estaba sentada en una banca junto a mis amigas cuando un amigo me habla (se llama Jesús, él le hizo la apuesta a Sebastián.)
Jesús: Emily, ben te tengo que preguntar algo.
Emily: - voy a donde esta- ¿Qué cosa?
Jesús: ¿Cuántos besos te dio Sebastián?
Emily: ammm, 8 ¿por?, ¿Cuántos eran?
Jesús: que loco, era 1 el que te tenía que dar.
Emily: ¡¿qué?! ¿entonces por qué me dio más?
Jesús: quien sabe.
Emily: okay, entonces ya me voy, al rato.
Jesús: bueno, al rato.
Durante el receso le dije a mis amigas, Karen y Sofía acerca de lo que paso y ellas me dijeron.
Karen: ¿Qué?
Sofía: ¿y por qué no le preguntas porque te beso más de lo que debía?
Emily: no lo sé, cuando lo vea y estemos solos se lo preguntare.
Karen: exígele que te lo explique.
Sofía: si y ya no te dejes.
Emily jajja muy bien ps.
Sofía: vamos ya se acabó el receso y nos toca historia.
Karen. Haaaa, me aburro en esa clase.
Emily: yo también pero ni modo hay que ir o nos ponen reporte.
Sofía: si vamos.
Las tres nos fuimos al salón. Después de eso ya no mire a Sebastián hasta la hora de salida lo mire en la puerta, al parecer ya se iba así que le grite...
Emily: ¡¡¡¡Sebastián!!
Sebastián: que pasa- dijo mientras se volteaba a verme.
Emily: espérame, quiero preguntarte algo de camino.
Sebastián: okay.
Cuando alcance a Sebastián nos fuimos y me pregunto.
Sebastián: ¿qué me ibas a decir?
Emily: hable con Jesús y me dijo que solo era un beso.
Sebastián: si escuche cuando te hablo, ¿eso te dijo?
Emily: si, ¿Por qué me besaste más beses de las que eran?
Sebastián: no lo sé, solo se me antojo y lo hice jaja.
Emily: jajaj no te quedas con ganas de nada ¿verdad?
Sebastián: algo así, ¿te molesta que te allá besado más veces de las que eran?
Emily: la verdad no, eres tu así que no me molesta, si hubiera sido alguien mas no lo hubiera dejado, al primer beso que diera lo empujaría y me iría.
Sebastián: ¿y por qué conmigo no?
Emily: porque confío en ti y te quiero.
Sebastián: mmmm, yo también te quiero chaparra, prepotente.
Emily: no me digas así.
Sebastián ¿Cómo?, ¿chaparra o prepotente?
Emily: de ninguna de las dos.
Sebastián: okay pequeña jaja.
Emily: mmmm, me rindo contigo jaja.
Así continuamos todo el camino de regreso.
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la vida de una suicida
Rastgeleesta es la historia de Emily, una chica q ha sufrido y pasado por momentos muy duros.