Dolor

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La situación en casa de Taemin era un poco caótica. Key se había ido de viaje con Jonghyun, según ellos por cuestiones de trabajo. Marisol se había quedado a cuidar a Taemin, aunque ya no era necesario, su actitud había mejorado. Taemin moría de celos todas esas veces en las que Minho llevaba su comida a casa. El solo veía entrar y salir a mujeres y hombres del departamento de este. Después de alimentarse iba por Taemin y a pesar de tener el coraje de decirle que no, que mejor se quedara con todas aquellas personas que había llevado en toda la semana, Taemin siempre cedía ante el tacto del desgraciado vampiro. Solo una vez fue lo suficientemente fuerte para negarse y era más por el dolor ajeno que por los celos que lo carcomían. Ya había pasado más de medio año de aquella vez que entro a su departamento después de no verlo por varios días. Pero hubiera sido mejor así y no encontrarse con tal escena que lo dejo frio y al borde de la muerte. Taemin toco las heridas de sus manos y se hizo un ovillo en su cama.

FLASH BACK

Había pasado una semana desde que Carmen había llegado a su vida, era una gran amiga y se había convertido en la confidente de todos, incluyendo de Taemin. Ella era la única que sabía de la existencia de Minho.

Carmen por su parte estaba segura que Minho era vampiro, pero ante la inocencia del chico no quiso decirle la verdad, él vivía en su mundo de fantasía y mientras no le hiciera tanto daño, ella estaría bien. Además que no podía descubrirlo sin ella delatarse. Jamás se conocieron en persona ya que para Carmen sería peligroso por el aroma que emanaba, imperceptible para los humanos pero tan fuerte para los vampiros.

Viernes 18 de Julio, el cumpleaños de Taemin. Key y Jonghyun le habían mandado una postal desde Londres y una caja enorme con ropa de diseñador exclusiva para él. Marisol le había preparado un delicioso pastel y Carmen le había comprado un lindo teléfono. La tarde la pasaron con él, pero por la noche todos tenían planes. Taemin tenía que ir a ensayar una de las tantas obras en las que participaba, Carmen como todos los viernes se iba a ver a su manada y Marisol iría a ver a su familia todo el fin. Cada uno salió a la hora que le correspondía. Pero Marisol no contaba con encontrarse con el vecino misterioso de al lado.

Saliendo con su mochila, se cayó por accidente el suéter que llevaba en sus manos. Antes de que ella pudiera inclinarse a recogerlo, una mano se lo tendía frete a ella. Al ver el rostro y lo alto que era la persona que detenía su suéter, da un paso hacia atrás de la impresión. Era un hombre guapo, de piel morena clara, atlético y con unos ojos enormes bellísimos. Sus labios eran de un rojo carmesí que daban ganas de morderlos. Cada uno de sus pensamientos se revolvían en su cabeza. Minho sabía lo que provocaba en los humanos y mucho más en las mujeres, así que paso su lengua por entre sus labios, dejándolos brillosos por su saliva para después morderlos un poco y decir buenas noches. Marisol tomo su suéter con las manos temblorosas, pues el adonis que se encontraba frente a ella estaba coqueteándole y ella cayó rendida a sus pies.

Minho la invito a tomar un café a su departamento y ella accedió casi inmediatamente, sin poner resistencia, el vampiro solo torcía su sonrisa. Siempre era tan fácil conseguir algo y a veces eso le aburría. Pero hoy tenía hambre y el aroma de esa chica lo estaba volviendo loco. Los viernes eran de Taemin después de sus ensayos, pero un aperitivo antes no le caía mal a nadie y mucho menos a él. Trataba de alimentarse antes de verlo pues no quería ponerse frenético y matarlo por la sed. Amaba a Taemin mas que a su vida, pero eso no le quitaba lo hijo de puta que era con él.

Entraron al departamento y Marisol quedo impactada por las obras de arte que había en este, ella bebió café y hablaron por mucho tiempo. Minho jamás había hablado tanto con su comida, pero hablar con ella era interesante. Después de una charla larga, Marisol vio la hora y trato de irse pero Minho al despedirse de ella le dio un beso en la boca, casto y sin ninguna intención (eso es lo que ella creía). Fue ahí donde la desarmo más, la tomo en sus brazos y empezó a quitarle la ropa lentamente, recorrió su piel lechosa y olisqueo ese aroma que tanto lo embriagaba. Sí, ese aroma lo reconocería a kilómetros pues era el aroma de Taemin. Marisol había ocupado su perfume y traía una playera de él puesta. Minho se dejó llevar por el aroma y poseyó a Marisol como si tratara del mismo Taemin. Solo había una pequeña y puta diferencia, ella era mujer y no hombre como Taemin. Bebió muy poco, el sabor de su sangre no era el mismo pero su mente le jugaba una mala pasada, su maldito aroma llenaba sus fosas nasales y no podía controlar ese calor y esa punzada en el pecho al estar con Tae. Y si sabía que era estúpido confundirlo pero tenía tantas ganas de él que tomo a Marisol y la empotro en la pared, la penetraba de tal manera que ella se sentía morir de la excitación, sus gemidos y gritos llenaban el departamento.

CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora