Han pasado varias décadas desde que vio por última vez a Francesco , su victimario , creador y el demonio con el que conoció el sexo . Paseaba por Londres ensimismado en sus pensamientos , caminado por aquellas calles oscuras y tétricas de esa época . Le hacía gracia como los periódicos escandalizaban sus acciones . Lo llamaban Jack el destripador , el citado apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias, y como resultado de su difusión por los medios de comunicación, dicho nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general, cuando el solo bebía su sangre y jamás los destripaba , pero todo era sensacionalismo y morbo para los humanos , él lo sabía muy bien ahora después de recorrer varias épocas en las que sufrió de hambre por sus ideales aun humanos que tenía .Pero ahora era diferente cambio radicalmente después de encontrarse con el amante de Francesco , Jinki . Con el conoció el odio y el amor hacia un monstruo como él se solía decir. Pero este le abrió los ojos.
Flash Back
La cama impregnada de un olor metálico y un rojo tan brillante que Minho miro con asco la escena. Francesco aplaudía desde su asiento, irónico y con esa maldita sonrisa que no se borraba de su rostro. En segundos estaba sentado a un lado de Minho, de nuevo en esa posición que ha el sacerdote le incomoda pero ahora ya no le parece tan extraña. Lo toma de la barbilla y quiere jugar con él, es jodidamente perfecto para jugar, tan inocente, tan puro .Ni un niño lo había hecho sentir esas ganas de divertirse con tanto ahínco.
Minho lo mira con ojos temerosos pero perdiéndose en la profundidad de ellos y sin reaccionar cierra los ojos por instinto, como novia enamorada al recibir su primer beso. No espera mucho al sentir la boca de Francesco sobre él y sentir como un líquido escapa por la comisura de sus labios. Sin importar que es él bebe con ganas y prueba el líquido viscoso que emana la boca de su victimario, se deja estar cuando siente las manos frías sobre su cuerpo tibio. Estaba tan preocupado por tantas cosas en ese momento que el estar desnudo bajo las sabanas fue uno de los menores problemas que ocupaban su cabeza. Francesco hizo lo que quiso con él, lo beso, lo lamió y rasguño cada trozo de piel expuesta por las sabanas. El sacerdote estaba enloquecido en el placer que sentía, jamás había sentido tantas ganas de tocar a alguien y se entregó por completo sin remordimiento y sin pensar en las consecuencias de sus actos. Francesco dio una estocada sin aviso, sin preparación y con toda saña que un ser humano podría tener, porque estamos hablando de un monstruo y no un ser humano común y corriente. El sacerdote soltó lágrimas de dolor , pero la sangre de un lamia produce un enamoramiento fuerte , te hace sentir amado y que necesitas a esa persona para vivir .La sangre de Francesco corría por las venas del sacerdote desde el momento en que tomo ese sorbo de la copa y cuando lo beso, el mismo Francesco se mordió su labio y le dio a beber con un dulce beso sangriento y Minho sin darse cuenta estaba en el éxtasis y aun así el dolor que sintió lo hizo suyo , trago sus lágrimas y pidió más . Porque no podía tener menos que eso, él quería aún más como un enfermo adicto a su victimario. Francesco al escucharlo se excito más y siguió embistiéndolo de manera que el sacerdote sentía partirse en dos, pero era tan placentero sentirse pleno y lleno que el mismo empezó con un movimiento de pelvis más frenético, subiendo las piernas a su cadera y arqueando su espalda cada que Francesco tocaba ese punto dulce que lo enloquece. Una unión que jamás olvidaría Minho pues estando en el punto máximo del placer , Francesco mordió de nuevo su labio y lo sangro a tal punto que el beso era demasiado húmedo y dejando rastros de sangre en la boca de Minho , siguió su beso por el cuello y ambos mordieron sus cuellos bebiendo mutuamente y ahí fue donde llego al punto culminante del placer Minho , fueron segundos en los que sentía morirse de éxtasis pero desapareció en segundos para seguir con un dolor insoportable por todo su cuerpo , pues estaba muriendo por dentro , la transformación había empezado cuando Francesco se corrió dentro de él .
Salió de el sin ninguna delicadeza, Minho se sintió vació pues aparte del dolor físico, sintió como se apodero de el un dolor en el alma al verlo partir y decir sus últimas palabras -Espero lo hayas disfrutado como yo, ya no hay seres humanos como tu tan dulces, es todo y espero no mueras ya que no todo humano soporta la transformación - Y se fue dejándolo en una cama llena de sangre, sudor y oliendo a sexo. Solo, sin saber que era lo que venía después, pero Minho era un hombre fuerte y joven aunque su corazón en ese momento no soportaba esa despedida.
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Londres estaba húmedo por las intensas lluvias y Minho no podía estar más que relajado bajo esta, sentir las gotas correr por su cuerpo sin un atisbo de frió y así cubrir sus lágrimas pues recordar a Francesco aun le dolía. Después de su transformación decidió buscarlo para matarlo, porque monstruos crueles como el no merecían vivir, así terminaba con la peste y también con el mismo. Pero no contaba con la aparición de Jinki frente a él, rápidamente se puso en alerta al sentir su aura y recordó esa sonrisa pero ahora era una persona diferente, sin embargo no sintió miedo pues ahora era uno de ellos y entre los lamia no puede haber muerte, serian castigados por los demás vampiros pues al parecer era un pecado mortal matar a tu propia especie.
Jinki lo saludo sabiendo quien era y él porque es que estaba ahí. Francesco le había hablado de el hace ya muchos años y el verlo vivo fue un gran impacto pues los humanos mueren al transformarse y más sin ninguna ayuda. Pero ahí estaba bajo la lluvia con él y esperando a tener una larga charla y saber cómo es que había sobrevivido a tal hazaña. Fueron a la habitación de hotel que Jinki habitaba en esos momentos. Jinki se presentó omitiendo que conocía a Francesco, pues él conoce el vínculo que hay entre un humano y un vampiro ya que tarda años en desaparecer y probablemente a Minho todavía no se le quitaría el enamoramiento por su amante.
Minho hablo con él con cortesía, era el primer vampiro que veía después de su transformación y tenía muchas preguntas que hacerle. Jinki no titubeo en responderle, hasta que las preguntas lo empezaron a incomodar. Todas se basaban en como matar a uno de tu especie y que pasaba contigo después de haberlo hecho. Jinki sabía ahora que era lo que estaba buscando Minho y a quien se lo haría. Era empático con él pues Jinki sabía lo que el enamoramiento podría acarrear y siempre se lo dijo a Francesco pero este jamás le prestó atención, el hacia lo que quería para eso era un sangre pura y no le tenía miedo a nada.
A pesar del peligro que era Minho, Jinki respondió a él no sin antes advertirle que el moriría cuando hiciera esto. Su charla duro varias horas , hablando de si él podía convertir humanos ya que no era un sangre pura , pero Jinki le dio que si podía pues había sido convertido por uno y que ahora su sangre era tan pura como la de su creador . El nombre de Francesco iba y venía de labios de Minho sin percatarse de las reacciones de Jinki al nombrarlo. Le advirtió que Francesco pudo también haberse enamorado de el pues al compartir su sangre la reacción pueden tenerla ambos , pero Minho dudo mucho que esto le pasara a Francesco . Le comento que el enamoramiento se iría cuando encontrara a su amante , pero Minho no le dio importancia a este hecho pues el solo podía pensar en cómo asesinar a el primer hombre que robo su corazón y lo dejo para que muriera , aun sabiendo ahora que todo era por la sangre que corría por su cuerpo pero aun así amaba y odiaba tanto a su creador que gruñía cada de mencionaba su nombre de nuevo .
Jinki lo acompaño por varios años , siendo su amigo , su compañero de sexo y quien le enseño a no tener mas esos sentimientos humanos , que los dejara ir ya que solo eran un estorbo al momento de alimentarse . Los humanos solo sirven para dos cosas , calmar las ansias de sexo y lo más importante alimentarse de ellos .
