Cosas terribles.

Capítulo 11.

Emily.

Los días en Los Angeles eran demasiado calurosos, no los soportaba. Me encanta el frío, ¿qué hago aquí entonces?

Esperaba a Casey que en estos instantes está dándose una ducha. Ya llevaba 20 minutos en el baño, ¿por qué no ha salido?

Me acerqué lentamente a la puerta del baño y puse mi oído en ella. No escuchaba nada. Ni la ducha abierta. Ni movimiento. Nada.

- Casey, ¿estás bien? – Toqué la puerta e intenté abrir. Tenía seguro.

- Sí. – Dijo ella tosiendo un poco.

Escuché como se levantaba del suelo y abría la puerta. La empujé con un brazo, y empecé a toser de tanto humo que había en el lugar.

- Mierda Casey. No te encierres si vas a fumar, por favor. – No dejo de toser, el humo se fue directo a mis pulmones.

- Lo siento. – La vi sonriendo. Esa sonrisa tan linda que tiene, joder.

- Tienes asma y fumas. Te estás jodiendo a ti misma. – Me acerco a ella y agarro el cigarrillo que tiene en la boca, mientras lo tiro al suelo para apagarlo.

- Lo siento. – Seguía sonriendo mientras me mira a los ojos. Sus ojos verdes, joder...

- Eh... No importa. – Empiezo a balbucear, joder. – Mañana retomamos las clases, por cierto.

Casey salió del baño con su toalla envuelta al cuerpo y dio media vuelta para mirarme de nuevo.

- ¿Te vas a bañar? Haré el almuerzo.

- ¿En serio? ¿Cocinas? – Fingí estar sorprendida tapándome la boca con la mano.

- Jódete. – Me miró con el ceño fruncido, pucheros y cruzada de brazos; se veía demasiado tierna de esa manera.

- Es broma. – Reí a lo que ella hizo lo mismo. – Iré a bañarme, ya, largo. – Me sonrió por última vez y se fue supongo que a la cocina.

Me desnudé y entré a la ducha. Luego de 10 minutos de agua, jabón y shampoo cerré la ducha, salí de ella y puse la toalla alrededor de mi cuerpo. Tenía mi vista hacia la ducha y sentí unas manos en mis ojos; no cerré la puerta del baño. Sonreí cuando sentí su tacto.

- Casey. – Sus manos se alejaron de mis ojos y di media vuelta. El rostro que vi quitó mi sonrisa de inmediato.

- Ah, ¿la chica que hay aquí se llama Casey? Lindo nombre. - Era Ayleen, mi ex novia. Joder. Joder.

- ¿Qué mierda haces aquí? – La miraba seria. Pero esa no era la pregunta que quería hacer. - ¿Le dijiste a ella que eres mi ex novia?

- No. Simplemente me dejó pasar. Le dije que soy tu amiga. – Sonreía falsamente y me guiñó el ojo.

- Bien. – La dejé parada en el baño y me encerré en la habitación.

Ayleen fue mi novia un año antes de conocer a Casey. Estuvimos juntas por 5 meses. Terminamos por problemas psicológicos que tuve, ella se lo tomó a mal, me engañó, y luego se mudó. La verdad, cuando terminamos me sentí aliviada. No me dejaba salir con mis amigos o amigas, no podía hablarle a chicas. Me sentía amarrada a ella.

Me vestí rápidamente, no pensaba dejar a Casey y a Ayleen solas allá afuera. Cuando al fin salí, estaban sentadas en la sala mirándose fijamente, en un silencio incomodo.

- Bueno... - Ambas me miraron, y Ayleen se levantó.

- Hola Emily. – Fue a abrazarme fuertemente e intentó darme un beso, pero la alejé. Vi como Casey la miraba con furia.

Vi en la mesa dos platos con spaghetti, coca-cola y unas velas, que por lo visto, habían sido acabadas de apagar. Casey hizo todo esto, para que Ayleen venga y la cague.

Casey sacó un cigarrillo de su caja que tenía en el bolsillo de su camisa y sacó su encendedor.

- Uh, ¿fumas? Que desagradable. – Ayleen la miraba con asco. Olvidaba que ella odiaba ver a alguien fumar.

- Sí, ¿algún jodido problema? – Casey estaba muy enojada. No sé si por el almuerzo o por el simple hecho de que Ayleen aún no se suelta de mi.

- Sí. Eso jode tu salud, deja tus dientes amarillos, te da can... - Casey se acercó muy rápido y estuvo a punto de golpearla.

- ¡CASEY! No, por favor. No la golpees. – Estoy cubriendo a Ayleen con mi cuerpo, pero es porque no quería que Casey se ganara un problema por homicidio o algo así.

Dejó su mano en el aire. Se podía ver el dolor en sus ojos, piensa que cubro a Ayleen porque la quiero. No, por favor, no pienses eso, yo te amo a ti...

Suspiró, dejó caer su mano pesadamente y fue a su habitación; cerró la puerta de un portazo.

- ¿Qué mierda quieres de mi? – La halé a la cocina mientras susurraba para que Casey no escuchara.

- Vengo a por ti. Te sigo amando. – Ayleen me miraba pícaramente, odio esa mirada.

- No volveremos, ni soñando. – La miraba fríamente. Odiaba ser fría con las personas, pero ella no se merecía nada bueno de mi.

- ¿Tu novia se pone celosa si me quedo aquí unos días? Eres tan gran persona, no tengo a donde ir y sé que no me dejarías en la calle. – Me sonreía hipócritamente mientras acariciaba suavemente mi rostro. El único tacto de esta clase quiero que lo haga Casey.

- Me importas una puta mierda. Lárgate de mi casa.

Escuché un portazo de la puerta principal. Mierda, Casey.

Una sonrisa malévola de mi ex novia aparecía en su rostro. Luego se fue de la casa.

Pasó una hora desde que Casey se fue. Su habitación está vacía, aunque solo tenía pocas prendas y sus cuadernos del colegio. 5pm y aún no vuelve. Estoy desesperada, ¿la busco, o espero a que vuelva?