La “formación del personal” terminó a la tercera hora, pero nos dejaron irnos a casa.
Nos reunieron por la muerte de nuestro maestro de geometría, física y química, Edwin. Creo que nadie lo vio venir, él se veía tan joven y tenía tanto por vivir. Tenía unos 26 años, más o menos; nunca dijo su edad.. Era el típico profesor agradable con todos, que siempre sonreía y le caía bien a todo el mundo. Nos contaron los directivos que él estaba con su señora y su hijo el fin de semana anterior festejando el cumpleaños de su hijo. Fueron a un parque de diversiones, según dijeron. Cuando volvían a casa en el auto de Edwin, sonrientes, el auto dejó de funcionar por 20 segundos. Y en esos 20 segundos, se pasaron un semáforo en rojo y un camión de lado izquierdo iba con velocidad excesiva a su permitida. Dicen que el carro quedó un desastre. Pero Edwin pudo vivir un par de horas más, conectado a esas maquinas para que respires y revisen tu ritmo cardíaco cada segundo. La señora de Edwin murió en el accidente, al igual que su hijo. El hijo de Edwin tenía leucemia, y ya no tenía solución, decía a veces Edwin en sus clases. O sea, pronto moriría. Edwin varias veces faltaba a clases por su hijo, que necesitaba muchos cuidados y gastos; y cada vez que hacíamos los experimentos de química nos decía, un poco decaído: ¡Espero que alguno de ustedes encuentre la cura para todo tipo de cáncer! Y enfermedades por supuesto.
El maestro murió 15 horas después. Había sufrido fracturas múltiples en la cadera y columna, pero murió de un derrame cerebral. Rezamos en el gimnasio varias veces. Que en paz descansen todos ellos, y que estén en un mundo mejor.
Todos los alumnos en nuestra salida para coger nuestros autos y autobuses, estábamos callados. Mayormente, gritaban cuando salíamos antes de la hora, pero hoy no fue así. Por respeto.
Pensé en Emily al salir y busqué por todas partes con la mirada y empujando a la gente que se atravesaba, pero nada. Me dispuse a ir a su casa, pero recordé que mi auto estaba en el garage de mi... hogar. Debería recuperarlo, y aprovechar a coger algunas prendas más, si pienso quedarme donde Emily. Conseguiré un trabajo y compraré un apartamento cerca de ella, porque me estoy aprovechando de su amabilidad.
Fui rumbo a mi casa, ¿o ya no le puedo decir así? Ya qué. Cruzaba los dedos para que "el monstruo" no estuviera ahí, o, por lo menos, no estuviera borracho.
Llegué a mi casa en 15 minutos, muerta de nervios y temblando. Revolqué una planta que había al lado de la puerta, ya que ahí guardaba unas llaves de repuesto. Abrí la puerta lentamente y miré hacia adentro. Nadie.
Entré rápidamente y cerré detrás de mi espalda, sin mucho ruido por si algo. Había un montón de latas de cerveza reunidas en el centro de la sala, algo que me molesta demasiado. Intenté no hacerle caso y subí a la que ya no era mi habitación.
Aquí también habían latas de cerveza y mi closet de madera estaba roto por ambas puertas, con un poco de sangre esparcida ahí. Papá estuvo golpeando eso.
Abrí las puertas del closet (innecesariamente ya que él dejó unos grandes agujeros en las puertas) y agarré varias prendas. Casi todas, negras, rojas, azules. Amo esos colores.
Luego, encontré las llaves de mi auto en la mesita de luz, más una carta. Eso se me hizo extraño, así que la tomé entre mis manos y la abrí delicadamente.
“Casey...
Si estás leyendo esto, déjame decirte que te quiero. Y me gustas. Y me encantas. No soy buena con las palabras, así que si pretendes que sea linda, pues no. Aunque por ti lo sería.Si estás leyendo esto significa que ya te aburriste de mi, que volviste a tu hogar por alguna razón y no piensas volver. Pero seguramente te seguiré queriendo, y la puerta de mi casa siempre estará abierta para ti, al igual que la puerta de mi corazón. Hey, no se me está dando tan mal esto de escribir.
Esto lo escribo la misma noche en que te golpeó tu papá... En serio, le tengo una ira increíble a ese hombre por dejarte en ese estado.
Oye, te quiero. Por favor, no te vayas.
No es la mejor carta y lo entiendo, pero quiero hacer lo posible para que te quedes conmigo y seas feliz.
Att: Emily.”No pude evitar soltar unas cuantas lágrimas. Nunca te dejaría Emily, nunca. Tomé la carta que contenía un poco de su perfume y la guardé entre uno de mis cuadernos de apuntes, para que no se doblara.
Salí de esa casa y abrí el garage, utilizando sólo las manos y no el botón automático. Me metí a mi auto y lo saqué, luego salí de él y cerré el garage. Di media vuelta y había alguien detrás de mi. Oh, no.
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Cosas terribles.
Random''...En serio creo que tú fuiste la cosa mas maravillosa que me paso'' Palabras de Casey a Emily. No te enamores, hay mucho que perder Si te das la oportunidad, te pido que elijas Caminar lejos, caminar lejos, no dejes que te alcance. Casey Ledford...