Ocho.

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Lunes, 23 de Noviembre.

Escribo hoy debido a la sensación que recorría mi cuerpo ayer. No obstante a todo lo que pasé el día sábado, choqué con alguien el día domingo mientras corría, en un intento por liberar mi mente de cualquier pensamiento. Liberar mi mente de ella.

Pero aún así, no logré liberar mi mente, por el contrario, comenzó a llenarse de más información, pues la chica con la que choqué me sonrío coqueta y después de ofrecerme al rededor de cinco disculpas en menos de un minuto, me ofreció caminar junto a ella, ya que parecíamos haber corrido demasiado.

Era una chica agradable, debo admitir, pero Aeryn en ningún momento salió de mi mente.
En cuento a Melissa, comienzo a arrepentirme de haber aceptado, pero prefiero dejar las cosas como están. De modo que, el día 24 de Noviembre nos veremos para comer. Puedo notar mi agenda llenarse.

El mes de noviembre está llegando a sus días finales, lo que quiere decir que comienza el frío y puede ser lo único rescatable que le veo a todo el asunto...
Aparte, claro está, de que no tendré que ver a Connor-enes-excesivas rondando por mi oficina o mi empresa hasta mediados del mes siguiente, incluso después. Por lo tanto hoy me dispongo a hacer algunas llamadas, revisar papeleo y escribir en este diario, entre otras cosas.

No puedo esperar por llegar a casa. Por más solitaria que parezca, es mi lugar y eso es algo que nadie podrá cambiar.

Algo que quiero anotar antes de guardar este diario es la rareza con la que se compartan las féminas a mi alrededor. Es decir, Melissa, la mesera, la chica con la que choqué y Patrice se ha pasado por mi oficina al rededor de doce veces el día de hoy con el pretexto de "sólo quiero asegurarme que mi jefe se encuentre bien".
Siempre han sido un enigma para mí, pero estás últimas semanas han cruzado la línea.
Tal vez es muy difícil entender que la sigo amando a ella.

FANGIRL, seamos historia... [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora