Prefacio El Acuerdo

1.2K 37 1
                                    

-Todo parece pacífico ahora mismo, ¿qué sentido tendría firmar el acuerdo?- señala Titania y parpadea un par de veces, rociando el polvillo brillante de sus pestañas por el aire

-Las cosas nunca serán pacíficas entre nosotros, con el mayor respeto- destaca Lucifer y sus ojos se encienden en un tono rojo sangre al tiempo que contempla la brillante luz blanca a su lado que lo ignora por completo y continúa centrado en el tratado- Estamos haciendo este pacto precisamente por eso

-¿Qué tanto puede tardar Radamantis en darnos el veredicto?- se impacienta Drácula y deja asomar sus colmillos, hambriento

-No lo sé muy bien. ¿Qué tanto puedes tardar tú en cerrar el pico?- le suelta Lycaón y el otro por poco se abalanza sobre él

-¡Ya basta todo el mundo!- exclama Morgana en un tono imperioso y demandante que acostumbra usar y luego se dirige a todos los presentes- ¿Pueden aguardar unos instantes hasta que nuestro juez aparezca? Quiero decir, soy consciente de que ninguno soporta la presencia del otro por demasiado tiempo pero es por eso mismo que hemos llegado a este acuerdo, para no perder la paciencia fácilmente

-Este acuerdo no va a firmarse por eso, Morgana- interviene Proteo, rey de los cambiantes o teriántropos- Va a firmarse para que cuando los conflictos entre nosotros lleguen, los mediadores sean nuestros adorables hijos y no nosotros, porque los haremos crecer en un mundo rodeado de humanos y entonces no sentirán la necesidad de destruirlos algún día

-Todo esto en caso de que todos acordemos firmar- interviene Draco y sube una ceja hacia el grupo

-Tú no puedes negarte, tu reino se está muriendo- comenta Hades con veneno en la voz, como siempre

-¡Atención todos!- la voz de Radamantis los saca de sus pensamientos y su necesidad por entablar una lucha y todos giran hacia él, al tiempo que este hace una reverencia y se acerca a ellos- Mis queridos reyes y reinas

-Ahórrate las formalidades Radamantis- interviene Skiá, reina de las sombras- Termina con esto de una vez para que podamos marcharnos y ya

-Como diga, mi señora- asiente el otro y extiende un extensísimo pergamino de oro por encima de la mesa- Aquí está el llamado "Acuerdo de uniones". Aquellos que quieran prometer a los futuros príncipes y princesas para con otros de misma casta y diferente especie, deberán firmar aquí

-¿Y cómo sabremos si aceptarán?- inquiere Merlín- Cualquiera de ellos puede negarse

-La no aceptación de su parte del acuerdo implica el inicio del Apocalipsis- suelta Radamantis y todos lo observan con verdadera sorpresa

-¿Qué es lo que acabas de decir?- inquiere de nuevo Morgana y el otro asiente

-Lo que han oído, no hay forma de que ninguno de ellos pueda negarse, no si se encariñan con la raza humana como afirman que ocurrirá

-Estás hablando de una guerra entre todos nosotros, Juez- le recuerda Drácula- No es un juego, esto podría costarle a los humanos todo su precio

-Como dije, los términos son estos- espeta el otro- Aquellos que estén conformes deben firmar, aquellos que no, dejen estar el acuerdo y olvídenlo

-Entonces no participaré- suelta Oberón- La sangre de elfo es la sangre de mi gente, y no duraríamos ni un minuto en una guerra con los demás. Lo siento muchísimo de verdad, pero no haré de mi pueblo una ficha débil en una partida peligrosa, me importan demasiado.

-Si el acuerdo no llega a completarse entre ninguno de ustedes ahora mismo, entonces la guerra comenzará desde ya, el propósito mismo del documento es establecer la paz entre todos los Reinos y asegurarla para la llegada de los Herederos- sentencia el Juez y continúa leyendo los términos en el extenso lienzo de oro- Ustedes podrán establecer las familias de sus hijos así como también su fecha de nacimiento, pese a que su alma es inmortal como la suya. Los jóvenes han de llegar a la edad física de 17 años para las mujeres y 19 para los hombres y con esta edad contraerán matrimonio, un vínculo sagrado e irrompible que perdurará por la eternidad.

Dark SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora