Dark Souls

Capítulo 19: Tormento

"Somos bestias de otro mundo pero no tenemos una palanca que apague nuestras emociones, si la tuviésemos la habríamos empleado mucho antes de este desastre. Mucho antes de que estuviésemos al borde entre lo que debíamos hacer y lo que queríamos hacer".- Robb

Lena

Llevamos al menos dos días recorriendo las tierras del planeta en el que crecí casi sin sentido y todavía no hemos dado con Candy, o Bastian, o cualquiera de las personas que los acompañaban. Básicamente, nos hemos metido en una ardua búsqueda sin ningún resultado positivo.

-¿No crees que deberíamos volver?- sugiero- Quién sabe qué esté ocurriendo en aquél campamento

Benjamin tuerce el gesto y sabe que tengo razón, Naren le podría estar arrancando la garganta a alguien en uno de sus impulsos de maldad y yo continuaría aquí, esperando un milagro.

-No puedo, lo siento hermanita- sentencia y suspira- Puedes volver si quieres, eres libre de hacerlo

-No te dejaría solo tampoco, no es nada propio de mí

-Lo sé y por eso creí que vendrías conmigo cuando te lo dijera- señala- De todos modos me he dado cuenta de cuánto te importan Naren y los demás, en especial Amara

Amara...Mi mente viaja al último impulso de demencia que tuvo y el estado en el que dejó el pobre bosque que nos cobijó por días. Otro ataque por el estilo arrasaría con una ciudad entera y eso que yo era una de las que creía que nuestros padres exageraban con el asunto de consumir la raza humana tras una guerra de seres sobrenaturales. No era para nada una sobreactuación.

Todos somos pequeños terremotos emocionales en este grupo que hemos conformado. Mis amigas y yo nos hemos visto incómodas, presionadas y sobre exigidas infinitas veces. Los Príncipes son un montón de mocosos malcriados que necesitaban conocer un poco más el mundo para dejar de destruir todo lo que no les gustara solo porque no les gustara. Y lo Guardianes son ese intento por calmar las aguas, ese intento que ha fallado terriblemente pero que también ha cumplido su rol en varias ocasiones. Es como meter varios tipos de bombas nucleares en una licuadora y mezclarlas a todas: el resultado siempre será altamente letal.

-Lena, deberías irte- sentencia Benjamin a mi lado y frunce los labios- Insisto

-Pero tu búsqueda, Candy...-niego con la cabeza- Empecé esta búsqueda a tu lado y la terminaré

-Como digas- asiente- Pero eres libre de dar la vuelta y regresar cuando quieras

Coincido y continuamos recorriendo los parajes a toda velocidad, paso a paso con una seguridad que me sorprende gratamente. Mis habilidades como vampiro se han desarrollado de una forma increíble y ahora que todos mis sentidos están en su máxima agudeza me doy cuenta de que realmente somos poderosas, todas nosotras. A donde sea que nos lleve esto, no nos llevará sin dar pelea primero. Hemos sobrevivido a situaciones que ni siquiera podíamos imaginar un tiempo atrás y lo hemos hecho como equipo o en solitario, pero lo hemos hecho. No vamos a detenernos ahora.

Continuamos avanzando y entonces Benjamin se detiene en medio de un bosque rocoso, cerca de unos árboles frondosos que aportan sombra y como plus un fuertísimo viento gélido.

-¿Ben?- inquiero y él emerge del interior del interior de los árboles, observándome con una expresión poco alentadora

-Lena, hay algo que necesitas ver- sentencia y me acerco en un segundo a donde está, descubriendo con horror la imagen de Elijah y Eva reclinados en el suelo, ambos con los ojos cerrados y el pecho apenas elevándose con la respiración