"Pensamos que las Princesas eran fáciles de manipular, que nunca se adaptarían a nosotros, que nunca se adaptarían a lo que estaban destinadas a ser...
Nos equivocamos".- BastianLena
Me duele tanto la cabeza que juro que va a explotar en cualquier minuto y lo peor es que ni siquiera tengo una justificación para ello. En los viejos tiempos me habría dolido por falta de sueño, por demasiadas horas de estudio, porque sí, o porque habría tenido una reunión con mis amigas y tal vez, solo tal vez, me habría pasado un poco en el número de copas.
Pero ahora me duele por algo diferente, me duele a causa de un chico. No, de un cambiante, eso es. Un estúpido y pomposo cambiante llamado Naren con el que querían que me casara y con el que me besé de forma desinteresada y algo salvaje en la noche de la Graduación.
"La Graduación", grita mi cerebro y finalmente abro los ojos. Los párpados me pesan cien veces más de lo normal y tengo la garganta seca, pero apuesto a que otros deben estarlo pasando peor.
Los recuerdos de la noche anterior (exceptuando por el bochorno del beso), se suceden en mi mente. Primero está el chillido general de la multitud por la coronación de Stacy, luego ella electrocutada, y luego la masacre. La forma en que Amara acabó con todos a los que odiaba, el odio y la satisfacción que tenía en la mirada. Jamás la creí capaz, pero al parecer la estaba subestimando.
Me estiro lentamente, contemplo el techo unos segundos más mientras los gritos rebotan en mi cerebro como dignas pelotas de ping-pong y bostezo antes de incorporarme, calzarme y salir al pasillo lenta y paulatinamente, cuidándome la espalda en caso de que los hechos de anoche hayan desatado una inesperada guerra entre quienes nos hospedamos en este lugar.
Para mi fortuna, la primera persona que me cruzo es Noah y al verme, me sonríe con confianza. Se acerca a mí caminando con naturalidad y se detiene a unos pocos centímetros, observándome.
-¿Dónde están los demás?- inquiero
-Abajo, pero reina el silencio- sentencia- Amara no se ha levantado
-Oh, ahora lo entiendo- asiento ligeramente y desciendo las escaleras al lado de mi amigo que se ha quedado (afortunadamente), sin el espectáculo de la que iba a ser nuestra graduación
Y entonces lo veo. Está sentado de espaldas a mí, con los hombros caídos hacia adelante y el cabello rubio despeinado. No debe tener buena pinta después de todo el alcohol que bebió anoche y con un poco de suerte se debe haber olvidado de lo que pasó, pero uno nunca debe arriesgarse.
-¿Sabes qué?- le digo a Noah antes de que lleguemos a la cocina- Me siento demasiado cansada ahora mismo, iré a dormir un poco más
-Emm...-musita sin entender nada, pero acaba asintiendo- Claro, avísame si necesitas algo. Te llamaré cuando vayamos a resolver los asuntos
-Gracias- asiento y comienzo a escabullirme lentamente de regreso a las escaleras
-¡Oye Len!- oigo la voz de Candy y juro por todas mis creencias que estoy a dos segundos de clavar mis preciosos colmillos en su linda y latente garganta por lo que acaba de hacerme.
"Pase libre al tren de la humillación para: Lena". Cómo no. Estoy condenada a ver a estos sujetos y mejor enfrentar a Naren ahora que hacerlo más tarde cuando las repercusiones sean aún mayores y su memoria esté cien veces más fresca.
-Ya están desayunando- observo con la mayor simpatía posible y paso de Naren, sintiendo su mirada permanentemente sobre mi espalda- ¿Cómo están?
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Dark Souls
Teen FictionCinco chicas son convocadas a un mundo que nunca habían conocido siendo las portadoras de la esperanza y la clave para evitar el Apocalipsis, el choque mortal entre todos los Reinos del mundo sobrenatural. Cientos de peligros, amistades puestas a pr...