Capítulo 11: Huésped

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"Si nos hubiesen dado más tiempo con ellas, si las hubiésemos llegado a conocer mejor... ¿Nos habríamos enamorado de las Princesas? Quién sabe, es algo que jamás llegaremos a respondernos. El "qué pudo ser" está lejos del "qué es ahora".- Robb

Lena

-¿Que hiciste qué?- demanda Candy en cuanto ve a Hamilton Scander pasar por la puerta de la casa como si fuese su propio hogar- ¿Qué hace él aquí?

-Ya te lo dije, no tenía alternativa- me defiendo esperando algo de compasión

-¡Claro que tenías alternativa!- estalla- ¡Pudiste haberlo dejado morir y ya! ¡Es una mierda de persona y eso no cambiará porque se haya vuelto Gasparín gracias al estúpido de Blake!- se gira en dirección al Príncipe Espectro y lo ataca- ¿Cómo fue que te convenció de hacer esta mierda?

-En realidad me da igual su decisión- sube los hombros y sonríe de lado- La parte realmente interesante es esta, cuando se desencadena el drama entre las dulces y unidas Princesas

-Ya déjalo Blake- señala Robb y el otro suelta una risita baja- Escucha Helena esto no es un maldito hotel, es una casa de refugio donde nos estamos ocultando para evitar la inminente posibilidad de ser asesinados.

-Ni hablar, solo aguarda a que Naren se entere- señala Bastian a mi lado y entonces el rubio aparece desde el pasillo que lleva a los dormitorios, conversando animosamente con Otto hasta que se detiene en seco frente a la presencia del recién llegado

-¿Te buscaste un sustituto Blake?- inquiere y ya puedo notar el veneno en su voz- Porque honestamente no encuentro otro motivo para tener a este gusano aquí

-Oigan yo no pedí venir- se defiende Hamilton y analiza mi rostro en busca de ayuda- ¿Qué les pasa a todos ellos?

-Bienvenido a la tierra de los gilipollas- respondo y me dirijo a Naren que continúa mirándome como si fuese a estrangularme- ¡Ustedes incluyeron a cuatro personas más y nadie chistó!

-¡Son de la Realeza, Helena!- justifica él sin sentido alguno- Tú trajiste a un mendigo

-Creía que ustedes dominaban este lugar pero por lo visto las Princesas se han ganado su puesto también- observa Otto y no sé si interpretar lo suyo como sarcasmo o mera valoración

-Si no alejas al cacharro, le diré a Robb que lo asesine- amenaza Naren en un tono determinado y doy un paso adelante, soltando una fuerte carcajada

-Es un espectro, estúpido- remarco- No puedes matar algo que ya está muerto

-Vaya, parece que Noah le ha enseñado un montón sobre las debilidades de las especies- replica Robb detrás, dándole apoyo a su amigo como siempre- Los espectros se asesinan con magia, Helena

-Y por eso mismo tú no vas a matarlo- la voz determinada de Freya surca el aire y quiero abrazarla ahora mismo por ser la única maldita persona en este lugar que ha salido en mi defensa

-¿Tú estás de su lado?- demanda el mago, completamente descolocado- ¿Por qué siempre tienes que ir contra la corriente?

-Contra TÚ corriente, imbécil- espeta mi amiga casi en su rostro y luego se vuelve hacia mí- Búscale una habitación a Hamilton y ve a descansar tú también

-Ni hablar, el pendejo no se queda- señala Naren que parece tener inagotable energía destinada únicamente a pelear- Sáquenlo de aquí

-Hamilton se irá de esta casa...-comienzo, esbozando lentamente una sonrisa- el día en que tú le des pista a los intrusos

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