Freya
-Ni siquiera sabemos si podemos confiar en los humanos- me suelta Robb cuando nos adentramos en las calles de la ciudad en que una vez viví una plena y maravillosa infancia y me adelanto a él para enfrentarlo
-¿Disculpa? Ustedes son un grupo conformado por un lobo asesino, un chupasangre sin preámbulos, un clonador de personas con una asquerosa personalidad, un sujeto que se mete en los sueños de la gente, uno que está muerto pero se pasea por ahí como si tal cosa y tú...-lo señalo y me muerdo el labio inferior, exhausta- La versión rejuvenecida de Gandalf del Señor de los Anillos
-¿Qué es eso?- inquiere, incrédulo
-Olvídalo, lo que intentaba probar es que ninguno de ustedes es de confiar para nosotros, así que al fin y al cabo estamos en igualdad de términos
-¡Por dios Freyaleen!- exclama en lo alto y el resto se detiene para observarnos mientras peleamos- ¿Cuándo entenderás que no eres otra humana común y corriente?
-Púdrete- le suelto cargada de veneno y camino en dirección a Bash que me espera unos metros más allá- Me tiene harta
-Freyaleen sería bueno si tú y el Príncipe Robb solo...
-¿Qué?- lo enfrento y subo una ceja, que el otro idiota se pase de la raya es lo más normal del mundo pero él no, Bash conoce sus límites
-Nada, sigamos caminando- sonríe apenas y nos unimos al resto del grupo
Estamos transitando las desoladas calles a las cinco de la mañana y la luz del sol ni siquiera se asoma. Hace muchísimo frío y esta ropa por mucho que me guste no llega a ser suficiente para las bajas temperaturas de la madrugada.
El frente del grupo está conducido por Candy que ha insistido en conocer demasiado bien las calles y que permanentemente tiene descargas de ira contra Benjamin que no la ha dejado en paz con sus comentarios sarcásticos y sagaces desde que pusimos un pie encima del asfalto.
Un poco más atrás se ubican Lena y Anne que sostienen el brazo de la otra y se mueven sigilosamente por las calles, evitando cualquier contacto con los Príncipes y los Guardianes y todavía conmocionadas por la desesperada y arriesgada salida del castillo que casi nos cuesta la vida.
A la izquierda camina el grupo de Guardianes que no solo se cuidan la espalda mutuamente sino que ahora y por lo que vi con Bash, también le aseguran el trasero a los imbéciles de los Príncipes. Está bien, ellos lo dijeron: las Jerarquías en la Tierra Eterna están por encima de cualquier otra cosa y es un hecho que las respetan.
Más a la derecha está Amara que es la única que parece haber establecido un buen trato con el que iba a ser su marido y que camina pasivamente al lado de Blake que cada tanto suelta algún chiste que no llego a oír pero que la hacen reír por lo bajo.
Bastian marcha cabizbajo al lado de Cameron que ha estirado sus piernas y brazos y hecho sonar sus huesos al menos unas diez veces desde que llegamos y luego estamos Bash y yo que también permanecemos serenos y callados.Al final de todos (y cómo no), están los resentidos, los mismos dos que han generado problemas probablemente desde que abrieron los ojos al nacer (y no me importa si eso fue hace milenios), los idiotas de Robb y Naren. El rubio ha pasado lanzando comentarios hirientes sobre la lentitud de los "poco acostumbrados a la acción" y el otro se limita a soltar risitas o murmurarle alguna que otra idea innovadora sobre los juegos de palabras que parecen brotarle como verborragia cada cinco segundos.
-¿Acaso alguien tiene una idea sobre la casa en la que nos hospedaremos o algo por el estilo?- pregunta al fin Bastian, hastiado por la caminata- Comienzo a debilitarme
-No tienes de qué preocuparte, tendrás mentes de sobra a las que perturbar- le suelta Lena cargada de odio y él se limita a torcer el gesto sin responderle. Hay diferencias entre nosotras y ellos que son irreconciliables, lo veo cada vez que pasa algo como esto
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Dark Souls
Novela JuvenilCinco chicas son convocadas a un mundo que nunca habían conocido siendo las portadoras de la esperanza y la clave para evitar el Apocalipsis, el choque mortal entre todos los Reinos del mundo sobrenatural. Cientos de peligros, amistades puestas a pr...