♥ Capítulo 27 ♡

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Toco la puerta blanca con decoraciones aguamarina de hermosas y pequeñas flores de clavel. Unos pasos en el interior se escuchan y yo me emociono por verlo.

- Adelante Catherine.

El corazón se me hizo añicos en ese instante, aunque ya sabía, de por medio, que él la amaba con toda su alma.

Abro la puerta sin responder y tanto él como yo estamos sorprendidos: Adam por verme y yo por notar el mal estado en que está.

- July, ¿Que haces aquí? Mañana iría por ti. - responde nervioso.

- No importa, ya estoy aquí. Sólo vine a saludarte. No creí que tenías tantas ganas de verla.

- Lo siento, fue un error, soy humano.

- Lo sé. Bueno, me marchó. Tengo cosas que hacer. - digo mientras me percato de algo extraño y tal vez perturbador: su habitación estaba decorada de mujeres llorando o tristes. Eso sí asusta, pero ese es su fetiche, ¿Qué más puedo hacer?

- Nos vemos en la cena July, te sorprenderé... - agrega antes que cierre la puerta con seguro.

Voy a mi habitación y saco la evidencia: los vídeos, mi investigación,conclusiones , unas cartas de Zazil y Anthony para respaldarme. Llegó el día. Mi corazón late demasiado y siento que va a estallar. No, no estoy emocionada, estoy muy asustada.

***

Terminando de escribir los tres primeros capítulos del libro, el cual se entrega el próximo mes, miro el reloj que apuntaba a las diez de la noche y era hora de la cena, ya que mi estómago estaba gruñendo.
Bajo por las escaleras y veo todo a oscuras.

Al llegar a la sala, me encuentro con Adam durmiendo en el sofá. Su estómago está rugiendo como el mío, pero él no se despertaba. No había pistas de que Cristina o alguna de las sirvientas estuviera esta noche.
Se veía tan angelical que no lo desperté, y comencé a buscar alimentos. Iba a prepararle algo, aunque sea un sólo sándwich, ya que no soy buena en la cocina.
Recolecto las cosas en silencio y las llevo a un lugar lejos de Adam. Comienzo a cortar el tomate y por ratos volteo a ver a Adam. Hago que sólo el sonido de los autos a lo lejos, sea escuchado por él. Verifico por última vez su movimiento, pero al faltar de éste, decidí no voltear de nuevo. Unto la mayonesa en el pan y coloco el jamón, queso, lechuga y tomate al sándwich.
Iba a preparar el otro cuando siento algo húmedo en mi cuello, además de una respiración.

- Hola July... - susurra cuando me doy percato de su presencia.

- No hagas eso, das miedo. - le digo mientras le doy su sándwich.

- Perdón, te dije que te sorprendería. ¿Vamos a cenar afuera?

- ¿Y desperdiciar mi comida? - refunfuño - No, no vine a que me discrimines mis alimentos.

- ¿Lo siento? - pregunta mientras saca dos sodas del refrigerador.

Termino de preparar el mío y me dirijo a la mesa junto a él. Adam esperó a que me sentara para comenzar a comer.
Este era el momento: estábamos solos y estaba tranquilo. Me había herido así que me tenía que escuchar.

- Adam, eres alguien especial para mí y por eso, quiero hablar contigo.
- Si es por vacaciones, te las daré en dos meses.

- No, no es eso, es que... - pauso porque muerdo mi sándwich- quiero hablarte de Catherine.

Sus ojos se iluminaron y se le vio una sonrisita.

- ¿Qué pasa con ella? - pregunta antes que tome un sorbo de su bebida.

- Espera, necesito subir a buscar algo - le digo antes de irme. Corro tan rápido como cuando iba a llamarlo por primera vez por el anuncio. Recordarlo me hace ver el tiempo transcurrido.

Bajo y ya había acabado su cena. Estaba serio y me miraba fijamente.

- Antes que nada, déjame hablar y luego me respondes.

- Esta bien. Dime cuando termines.

- Cómo decirlo... Catherine te ha estado engañando y tengo evidencia. - le suelto la sopa directamente. - Necesito que leas esta información y después mires estos vídeos.

Me aparto de él para encender el reproductor de vídeo en la televisión y conecto mi celular. Él está leyendo justo como se lo pedí sorprendido.

- No creo que un médico haga eso - se queja cuando va a la sala.

- ¿Eso crees? Pues mira...- le doy play al primer vídeo.

Termina el de Bóer y le sigue el de Catherine antes que refunfuñe.

Finaliza el segundo y se queda pensativo.

- Tus amigos piensan en ti. Lee estás cartas.- le entrego los dos sobres.
Miro sus diferentes reacciones mientras lee las peticiones de sus amigos.
- ¡No puede ser! Me niego a creerlo. - se enoja mientras tira las cartas.

-Mira, son correos de sus amantes- le muestro las hojas luego de desvelarme toda la noche revisandolos después de hackear su cuenta.

- July, no te creo en absoluto. - se resigna con los ojos llorosos y muy enojado.

- Adam, perdóname, yo te quiero y deseo verte bien. Ella es mala y no te quiere tanto como tus amigos. Por favor, entiendelo.

- ¡Pues yo no te quiero, ni siquiera un poco! ¡Sólo te compré porque vi en ti una hermana pequeña! - grita antes de subir las escaleras corriendo. - ¡Ahora no me sirves para nada! ¡Vete! - finaliza.

Corro tras de él pero al llegar a la puerta me empuja y caigo sentada.

- Adam por favor - ruego después de que me cerró la puerta.

Él no responde, lo único que se escucha es su lamento. Sigue llorando y eso me entristece.
Me marcho cabizbaja a mi habitación y me encierro igual que él. Lloraré hasta quedar dormida.

***

Mis ojos pesan y la almohada que cubría mi rostro la noche anterior se ha quitado. Lavo mi cara roja y me salgo con el pie izquierdo.

- Buenos días señorita July - saluda Cristina mientras limpia un cuadro.
- Hola Cristi ¿Y Adam? - pregunto melancólica.

- No lo he visto, fui a su habitación a llevarle su desayuno y no estaba. No dejó carta como de costumbre. Pensé que salió desde ayer. - explica preocupada.

¡No puede ser! Apenas ayer lo vi.

Escuché sus lamentos hasta las dos de la mañana y ¿ya no está? ¿Qué habrá pasado? ¿Se fue? ¿Se suicidó en otro lugar?

Mis pensamientos no me dejan contestar correctamente y cito a los muchachos en el conocido restaurante en tres horas. ¡Necesito encontrar a Adam Satney!

Compro corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora