¡¿Por qué no?! |Sterek|

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Se levantó con el culo a dolorido, solo y con la falta del calor de su futuro esposo. Derek ya se había ido, hace unas horas, a su trabajo en la empresa Hale de su familia.

Stiles se movió por toda la cama para, uno: desperezarse; y dos: tratar que el dolor de culo que le dejo su novio anoche cesara, por lo menos un poco. No quiere sentir esa sensación de vacío y fastidio por culpa de él. Tan solo quiere que esa sensación se vaya de su cuerpo para así sentirse normal... Bueno, "normal", por el momento. Ya que, evidentemente, por la noche, el culo de Stiles estará, de nuevo, como todas las noches, en la verga de Derek..., al parecer.

Cinco secciones de sexo, más la mamada. En serio... estos dos son conejos, por decirlo así. Ellos no paran.

Levantándose de la cama con un quejido, ya que el dolor persistía, Stiles se rindió por acoplarse al dolor, pensando que con ese dolor recordaría la falta de Derek en el día.

Y sí, Stiles padece ese problema: trabajo sobre pareja. Ósea, tiene que esperar a su futuro marido hasta la noche. Difícil, ¿no? Ver al ser que más amas solo unas horas en el día... Y ni eso, ya que solo estas como dos horas conviviendo, en donde no hay sexo; otras dos horas teniendo sexo; y otras seis horas durmiendo juntos. Más sin embargo, eso no es suficiente para Stiles. Para él nunca es suficiente... Quiere a Derek a tal punto de adorarlo. No lo quiere lejos, para nada lejos.

Entrando al baño, tomo su cepillo de dientes y se cepillo sus perlados dientes con esa fabulosa crema que compro Derek la vez pasada. Frunce el ceño.

Últimamente Stiles ha notado a Derek muy perfeccionista. El ojiverde quiere todo de marca; todo de clase; todo de etiqueta. Así, superficial como Derek siempre lo es en cosas de estética. Vistiéndose con eso trajes tan pulidos, zapatos bien lustrados, corbatas escogida perfectamente para que combine con su vestir. Viéndolo de ese modo: Derek parece muy... metrosexual. Queriendo todo perfecto y estéticamente bello. Ocultando su actitud con su físico. Pero, sin embargo, hay que admitir algo: y es que, aun pensando de ese modo y creer que Derek puede, o no, ser metrosexual, es absurdo pensarlo; ya que, siendo Derek un empresario reconocido, por la cabeza de cualquier persona no cabe duda que ese vertir es de lo más normal en un empresario. Lo tipos están bien vestidos siempre y en cada momento.

Así que, determinado su "diagnóstico" el futuro psicólogo, Stiles; termina de cepillarse los dientes, pensando que su hombre sigue siendo el mismo macho que fue, y es siempre. Se enjuaga la boca con agua; la escupe y se entra a la bañera. Abre la llave de la ducha y, preparándose; aprieta los dientes tratando de aguantar el primer chorro de agua fría que sale de la regadera. Soltando un suspiro al ya acostumbrarse de la fría agua, empieza a bañarse. Talla todo su cuerpo con el carísimo jabón que compro Derek, evidentemente. Ya enjabonado, busca el champú especial para la cabellera masculina, recomendada por Lydia, comparada, esta vez, por Stiles; se exparsio una minúscula cantidad del líquido turquesa y se lo extendió en todo su cabello.

Ya, un poco cansado de todo este ritual de aseo personas, Stiles abre la llave de la ducha y se enjuaga por completo; notando ya el agua tibia.

Sale de la bañera de mármol, altamente fina, se observa en el espejo y mira su reflejo; se queda pensando.

«¿Qué vio Derek el perfeccionista Hale en él para tenerlo aquí como un rey?» Penso Stiles.

Y la verdad es que no tenía respuesta de ello. Su reflejo en el espejo no le decía nada. Nada que ya no supiera. Para Stiles, él no era sexy; para Stiles, él no era bueno; para Stiles, él no era nada, solo un simple hombre con problemas de hiperactividad y problemas de autoestima -que atacan ahora-. Stiles, para él, no es nada que se le pueda llamar buen partido. Por eso decidió estudiar psicología. Para buscar, en un ámbito científico, el por qué de su actitud extraña, y así arreglarse para el hombre que ama; para darle a Derek lo que el busca en las cosas: la perfección, aparentemente.