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        Luego de viajar llegué a casa y subí a mi habitación, donde estoy actualmente hablando con Alejandro por mensajes de textos.

Al ;D

16:17

"Mis padres me llaman. Iremos a la iglesia. Te mensajeo luego B)"

Dejo mi teléfono en mi mesita de noche y miro por la ventana. Hoy el cielo también esta gris. Tal vez sepa cómo me siento.

¿No cambiaste de opinión?

<< No>>

Decido que dar un paseo en una opción para despejar mi mente, y de paso hacer ejercicio.

Camino durante media hora y paro frente a una casa de color blanco y con un hermoso patio lleno de flores de todos los colores. Me acerco un poco más y reconozco a la dueña de la casa.

- Buenas tardes, Jean.- saluda con una sonrisa falsa.

- Hola Michelle.- digo sin ánimos.

- ¿Cómo te va?- se que pregunta para molestarme,

- Sabes que no te quiere, ¿verdad?- digo inconscientemente. Ella frunce el ceño y forma una extraña mueca.

- ¿Disculpa?

- Que él no te quiere.-pronuncio despacio cada palabra.

- Si lo que dices es verdad...- cruza sus brazos frente a su pecho y sonríe con superioridad.- ¿Por qué está conmigo formalmente?

- Ambos sabemos que lo manipulaste.- mi mirada y la de ella conectan y la tensión crece.- Se sobre el trato. Yo no necesite uno para que me quisiera.

La sonrisa se borra de su cara. Y parece realmente cabreada.

Amigo, tú y tu bocota.

- Él nunca saldría contigo.- puedo ver como muerde la parte interior de su mejilla derecha.- Estuvo a mi lado todo este tiempo. Solo no era formal...

- Todo este tiempo estuvo conmigo. Pregúntale si tienes dudas.- confirmo y sigo caminando para volver a mi casa.

<< Ahora si me siento mejor >>

Estoy caminando a un paso tranquilo, el día parece mejorar y el cielo se vuelve un poco más oscuro, pero el gris ya no está. La brisa es suave y agradable.

<< Todo parece perfecto>>

Me detengo cuando mi teléfono suena. Es un mensaje de Alejandro.

Al ;D

17:45

"Estoy de vuelta campeón ¿Qué cuentas?"

Respondo contándole todo lo que hice y le pregunto si estuvo bien.

Al ;D

17:48

"Ese es mi campeón. Tenemos que celebrar algún día nwn."

Estoy a unas cuadras de mi casa cuando escucho a alguien gritando mi nombre.

Me doy la vuelta y veo a Aarón. Parece enojado y eso no es bueno.

Nada bueno, amiguito.

- Jean.- masculla. Se acerca hasta quedar a unos pasos de distancia.- ¿Por qué le dijiste?

- ¿Por qué me abandonaste?- re-pregunto de la misma manera.- No tienes huevos suficientes para admitir nuestra relación, te espere por mucho tiempo. Y cuando te ofrecen un trato, te vas volando de mi lado.- digo disgustado.- Y para cagarla todavía más, me pides que no le diga nada. IDIOTA.

Me acorrala contra la pared para que no escape y toma mis muñecas.

-Suéltame.- grito mientras me intento zafar de su agarre. << Es muy fuerte. >> - Aarón, basta.

- Imbécil – grita e intenta darme un golpe, pero no paro de moverme. Lo vuelve a intentar y, efectivamente, su puño y mi cara conectan, provocando que sangre y caiga al piso.- Ay, perdón Jean, yo no... Perdón.

- Ahora tú también, ¿no? ¿Me vas a golpear como los demás? - me levanto.- Cobarde.

Él sale corriendo como siempre mientras me limpio la sangre que sigue saliendo de mi nariz.

Jean...

<< ¿Sí?>>

¿Entonces... aceptas el trato?

<<...sí. >>

Jean, solamente les devolverás lo que te hicieron.

<< Promételo. >>

Lo prometo. Nos vemos a la media noche.

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- ¿Ya paro de doler?- pregunta Al mientras acomoda el hielo en mi nariz. Le conté lo sucedido y mis padres dejaron que cuidara de mí con la ayuda de mi madre, ya que ella es la que sabe de heridas.

- La nariz si.- me recuesto en mi cama y miro al techo. Por suerte mi madre decidió darnos espacio. El pecho me duele como si alguien lo hubiera pisoteado por horas.

- Campeón, un corazón roto no se arregla tan rápido.- su mano juega con mi cabello.- Te ayudaré a curarlo. Te presentaré gente, harás amigos y ya verás como todo se va a solucionar.

- No me imagino una vida sin Aarón.- mis ojos se cristalizan.

- Es por eso que hay que darte tiempo. Él lo cura todo, ¿sabes?- sonríe con esperanza y algo en mi parece cambiar. Su teléfono vibra. Mira rápidamente la pantalla y su vista vuelve a mi.- Es mi madre. Debo irme. Suerte, campeón.

Antes de cerrar la puerta para irse susurra.

- Yo puedo ayudarte a olvidarlo.


Jean ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora