Malcom busca algunas copas y sirve un poco de champagne en cada una. Agarro mi vaso con timidez y lo tomo lentamente para que no me haga efecto tan rápido.
Pronto una multitud de adolescentes y universitarios irrumpieron en la casa. Alguien puso música y una chica sube a las escaleras y toma el papel de DJ.
Nos mantenemos todos juntos. Oliver no para de mirarme. Y Malcom fue a alimentarse.
No hay nadie para salvarnos de una situación embarazosa.
<< No te va a matar. Hablale.>>
Me acerco disimuladamente hasta quedar cerca suyo.
— Hola.— sonríe al verme. Da un largo sorbo a su bebida sin quitarme la mirada.
— Uhm... Hola.— le devuelvo el saludo.— Es una fiesta muy grande.
— Es normal.— ¿Es posible que su sonrisa sea cada vez más grande?— No eres de por aquí.
— No. En realidad soy de Portland.
— Interesante.— relame sus labios. No puedo parar de mirarlos y copiar su acción.— ¿Tienes pareja?
— Terminé con él hace poco.— mi mirada vuelve a sus ojos.
— Me alegra escuchas eso.— ríe y agarra un vaso rojo.— ¿Quieres cerveza?
— Me gusta más el vodka.— sonrío de manera pícara y él casi se atraganta con la cerveza.
— Sólo quedó champagne.
Bebimos varias copas. Pero no me siento borracho, sólo algo mareado.
***
— Jean, ven a bailar conmigo.— grita Oliver. Está encima de una mesa que bajaron algunos chicos.
Me ayuda a subir y empezamos a bailar al ritmo de Ooh La La. Sus caderas se pegan a las mías y las movemos al ritmo de la musica.
El ambiente se calienta y ambos nos ponemos más tensos.
Entonces me doy cuenta que la canción ya terminó.
— Deberíamos ir a otro lugar, ¿no crees?— pregunta Oliver.
Asiento y subimos las escaleras. Un pasillo largo lleno de gente aparece frente a nosotros. Oliver va haciendo espacio así podemos pasar. Llegamos a una zona más aislada.
— Cuanta gente.— suspiro.
— Si.— se pone peligrosamente cerca de mi cara.— Está es mi habitación.
Abre una puerta y entramos a un cuarto de color celeste con cuadros enormes y hermosos. La cama está en la esquina y en el medio hay un escritorio lleno de libros.
— Bienvenido.— hace una reverencia y reímos.
No puedo parar de mirarlo.
<< Son tus hormonas amigo. Hazles caso>>.
No creo que sea lo correcto.
<< Hazme caso, Jean>>.
Me acerco lentamente y me acomodo en la cama. Oliver se sienta a mi lado.
<< Todos sabemos que quieres>>.
Inclino mi cabeza de manera que quede mas cerca de la suya. Nuestros ojos se juntan y luego baja la mirada hacia mis labios.
<< Ambos lo quieren>>.
Nuestros labios se rozan y un choque eléctrico recorre mi cuerpo. Inmediatamente me separo, sonrojado, intentado no mirarlo.
— No tienes que avergonzarte.
Agarra mi barbilla, obligándome a mirarlo. Oliver comienza a darme besos suaves y cortos. Luego su lengua se cola y correspondo. Movemos nuestras lenguas y su mano rodea mi cintura, lo que hace que sienta electricidad.
Me recuesto en la cama y el se pone encima mío.
— Te prometo que no te arrepentirás.— susurra en mi oído para volver a mis labios. Una de mis manos va a su pelo y lo acaricia. Suelto un gemido y sonrió.
<< Hazme caso, niño>>.
***
— ¿Y?— pregunta Oliver.Terminamos y nos recostamos, cansados para hablar.
— Increíble.— logro responder sin aliento.
— Te lo dije.
Alguien abre la puerta y nos mira.
— Disculpen, lo siento mucho.— se retira de la misma forma en la que vino.
— Espero poder repetirlo, Jean.
— Será mejor que volvamos a la fiesta.
Nos cambiamos y bajamos las escaleras.
— ¡Salud!— grita Malcom con una copa en alto.
Todos imitan el gesto y beben.
Malcom me ve entre la multitud y me hace un gesto.
— ¿La estas pasando bien?— pregunta con una sonrisa cómplice.
— Sí.— desvío la mirada para que no se note el rubor.
— Me alegro. Porque nos quedaremos aquí por unos días.
— ¿Por qué?
— Slenderman está consiguiendo más territorios y habrá algunas reuniones en las que es mejor que no aparezca. Y como me estás acompañado, te quedas conmigo.
Benji se acerca a nosotros y sonríe.
— ¿Quieres bailar?
<<Mierda>>
Estos días van a ser largos
<< Ni me lo digas>>.
<< Ser bello no es fácil chicos>>.
— Claro.
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Jean ©
ParanormalneÉl sólo quería dejar de sufrir. Mostrarles su dolor... "El que hace una bestia de si mismo se deshace del dolor de ser hombre".- Samuel Johnson. Portada hecha por Muaapink